Hasta ahora se han dado muchas opiniones en relación al próximo proyecto de ley que el Ejecutivo mandará al Parlamento en relación a las forma de asignación de las cuotas pesqueras. Sin embargo, la mayoría de esas opiniones corresponden a economistas, industriales, asesores, etc. Pero no se ha escuchado a los trabajadores, que además son miles, que juntos a sus familias viven de este sector de la economía.
Mi pregunta es simple: ¿Ha dialogado el Gobierno con esos representantes de los trabajadores en relación al impacto que podría tener la nueva legislación para ellos?
He creído conveniente traer a este foro, algunas opiniones vertidas por dirigentes, hombres y mujeres del sector pesquero en Chile. Esas opiniones son muy importantes, porque reflejan un sentimiento muy profundo de los trabajadores de ese valioso sector.
“Ningún país licita sus cuotas de pesca, ¿por qué el Presidente Piñera quiere hacerlo?
La licitación transnacionalizará nuestro mar. ¿O acaso cree que serán pymes las que ganarán la subasta? Serán la corporaciones dueñas de la flota extranjera que sobreexplota el jurel en alta mar las principales interesadas”, explicó Hugo Roa, presidente de la Multigremial del Sector Pesquero de la Región del Bio Bio.
Asimismo, expresó que “son las empresas extranjeras las que capturarán y procesarán la pesca en alta mar sin necesidad de traerla a tierra, por lo que se perderán miles de puestos de trabajo”.
Por su parte, la presidenta de la Federación de Trabajadores de la Industria Pesquera (Fesip), Paola Sanhueza, indicó que sin cuotas de pesca, las compañías despedirán a sus trabajadores. “¿Acaso alguna empresa que licite nos recontratará? Y si lo hace, ¿cree usted que con el mismo sueldo y los beneficios sociales conseguidos en décadas de negociación?
Es como desvestir a un santo para vestir a otro”, dijo.
Eric Riffo, dirigente de los motoristas y consejero nacional de Pesca, fue enfático al señalar que los trabajadores “ya hemos sufrido lo suficiente como para que el gobierno venga a ahora a asfixiarnos con una licitación de cuotas. Hay que pensar que el terremoto y maremoto dejaron en el suelo a la industria pesquera, al punto que hay plantas destruidas que aún no se reconstruyen. Si a eso sumamos la importante baja en el principal recurso pelágico, el jurel, el panorama laboral ha sido terrible: más de 2 mil puestos de trabajo se perdieron durante 2010; y en lo que va de 2011, a raíz de las fusiones de seis compañías para enfrentar la rebaja de 76% en la cuota global, se han perdido unos 600 empleos más”.
También crítica de la postura presidencial en esta materia, Teresa Lizana, consejera nacional de Pesca y dirigente de la Fesip, señaló que está claro que al Mandatario, “desde sus cuatro paredes, le da los mismo la pesca industrial. Pero a nosotros no nos da lo mismo quedarnos cesantes y menos darle el gusto en sus caprichos aprendidos en el extranjero”, sostuvo.
Para Mario Carrillo, director del Sindicato de Tripulantes, el Ejecutivo ha tenido sólo buenas intenciones y palabras de buena crianza, nada en concreto para los miles de trabajadores que han sido despedidos, sea por el terremoto o por la escasez de recursos”.
A su juicio, los planes de empleo no llegan a la Región del Bío Bío y menos al sector del que forma parte. “Una licitación de cuotas, como la que propone una empresa extranjera con operaciones en Chile, sólo puede traer concentración de la industria, transnacionalización de los peces y desempleo”. (Fuente: El pescador”, Segundo trimestre).
Los Gobiernos deben escuchar a aquellos que pueden ser gravemente afectados por decisiones que se lamentarán más tarde.
Es claro que el Parlamento tendrá que discutir lo que el Gobierno proponga, pero ¿no sería mejor y más sano para todos, llevar un proyecto consensuado en lo general por todos los interesados y afectados? Digo yo…