El gobierno presentó la nueva Ley de Derechos y Deberes de los pacientes, que obligará a las clínicas a transparentar los precios que cobran por sus intervenciones. Sin desmerecer esta iniciativa, hay condiciones que aún no se están considerando en el llamado “mercado de salud”, pese a ser de la mayor importancia. Me refiero a la información sobre la calidad de los resultados que los pacientes reciben en cada centro médico, la que junto con los costos y servicios, debería estar plenamente disponible para los usuarios.
Toda persona debe encontrar un equilibrio entre costo material, calidad de servicio, y sobre todo, resultados médicos que estén acorde a estándares internacionales. Y es que el “cliente” es, en realidad, un PACIENTE que busca resolver una necesidad primaria como lo es un problema de salud. Por lo mismo, los servicios médicos no se pueden considerar como un “commodity” prescindible.
Un servicio o prestación médica, ya sea una intervención o procedimiento, puede tener un bajo costo aparente, pero altas tasas de morbilidad (complicaciones) y mortalidad. Hoy, más que nunca, la información transparente y veraz sobre los resultados médicos reales obtenidos por los diferentes prestadores es el índice que se debe agregar a la información de costos meramente económicos.
Es por eso que en Estados Unidos existe por ley la Agencia para la Investigación y Calidad en la Atención de Salud (AHRQ), dependiente del Departamento de Salud, encargada de recabar información sobre costos, calidad de atención, resultados clínicos, haciendo accesible la información en Internet (www.ahrq.gov).
En el estado de Nueva York la información detallada de resultados de cirugía cardíaca por cirujano y por hospitales es de acceso público desde 1992. El sistema estatal de salud en Estados Unidos, por medio de los Centros de Medicare y Medicaid, incentiva económicamente a los médicos para la entrega oportuna y veraz de información clínica a través del Sistema Médico de Reporte de Calidad (PQRS).
El reconocimiento de la importancia de la información transparente de los resultados médicos de cada hospital o clínica sería beneficioso tanto para los pacientes en forma individual, como para los prestadores y agencias pagadoras estatales y privadas.