En Noviembre del año 1994, junto con los senadores Ricardo Hormazábal, Nicolás Díaz, Carmen Frei, Sergio Páez y José Ruiz de Giorgio presentamos un proyecto para ampliar el post natal hasta 6 meses sin variación en el prenatal.
Desde esa fecha hasta hoy hemos luchado para que se legislara en este sentido y varios otros elementos fueron mejorando la idea.
Hay que reconocer también, que ya en los años 55 a 60, había existido legislación de 45 días antes y 45 días después del parto.
Fue un largo período de 7 años en que planteamos este proyecto con respaldo de las organizaciones sindicales y poblacionales para que esto fuera ley.
Distintos parlamentarios, la Sociedad Chilena de Pediatría, el Colegio de Matronas e instituciones femeninas apoyaron esta idea con entusiasmo y hasta pasión.
Durante el Gobierno de la Concertación no fue posible lograr el patrocinio del Ejecutivo abocado por ese entonces en la gran Reforma Provisional y de la Salud chilena.
En la última campaña presidencial los candidatos Frei y Piñera apoyaron la defensa de este proyecto y al triunfar la Coalición por el Cambio asumió el proyecto.
Valoro enormemente que el Gobierno hubiese enviado este proyecto en mayo recién pasado, pero debo señalar también que fue un mal proyecto y terminamos rechazándolo porque contenía propuestas absolutamente contrarias con el sentido de la idea matriz.
El rechazo del Senado provocó una creativa discusión entre el Gobierno y la Concertación que dio por resultado el nuevo proyecto que finalmente el Senado aprobó hoy en la mañana y la Cámara después del mediodía.
A la hora de evaluar su contenido y trámite, hay que reconocer que será una de las leyes más importantes en materia materno infantil que deberá cambiar sustancialmente la forma de garantizar el desarrollo integral de los niños y los derechos de la madre a una maternidad que no sacrifique su trabajo.
Finalmente, en cuanto a su trámite y gestores de su aprobación final sólo puedo destacar que hace mucho tiempo que una ley no contaba con tal nivel de aprobación en el Congreso y en la ciudadanía. También hacía mucho tiempo que no producía tal jolgorio en las salas del Congreso lo que hace pensar que no nos equivocamos al aprobarlo.
En cada etapa de su desarrollo distintos parlamentarios y distintos actores políticos nos apoyaron y a riesgo de omitir algunas personas, debo mencionar a los miembros de las Comisiones de Salud y Trabajo del Senado, a los miembros de la Sociedad Chilena de Pediatría, los ministros pertinentes del Gobierno y parlamentarios de todos los sectores.
En último término sólo me cabe señalar que entre tanta crítica a la política, hemos hecho un alto a nuestros errores y logrado un gran proyecto para Chile.