16 abr 2013

Los agnósticos

Los agnósticos son gente interesante. No son ateos. No niegan a Dios. Sino que frente a Dios, frente al problema de Dios, dicen no afirmar ni negar su existencia sino simplemente no tienen opinión, están “sin conocimiento”.

Con el Obispo ya fallecido Jorge Hourton tuvimos bastante trato con agnósticos y masones. Tuvimos amistades y coloquios. Yo me siento más cercano al agnóstico que a muchos creyentes que le cuelgan a Dios sus propios pensamientos y preocupaciones y se quejan de Él o bien creen que con puros ruegos pueden torcer su voluntad.

Explicaré ahora cómo hay que ser medio agnóstico para llegar a ser auténtico creyente.

Para nosotros Dios es un misterio. Es decir nada podemos saber positivamente sobre Él, está fuera de nuestro espacio y de nuestro tiempo.Todo lo que podemos afirmar de Él es más falso que verdadero. Nosotros nos movemos en el espacio pero Él ni está aquí ni allá ni en todas partes. Tampoco está en ninguna parte.

Estos son conceptos humanos que nada tienen que ver con un Dios que es misterio.Tampoco está en el tiempo ni existió antes de la creación ni persistirá después. Está simplemente en su eternidad y no sabemos lo que eso significa. Es más vano tener un concepto objetivo de Dios que querer meter todo el océano en un pequeño agujerito a la orilla del mar, como Dios reveló un día a San Agustín.

Sin embargo Dios en alguna forma se ha “revelado”. En primer lugar en la creación material, este mundo de astros, la tierra con todo su contenido, la vida y su evolución, etc. Y en segundo lugar a través de la creación espiritual humana, a través más particularmente de un pueblo y una persona: Jesús de Nazaret quien habló y reveló el secreto de Dios. Esto se llama la revelación cristiana.

Así, el Dios misterio se habría expresado en alguna forma en dos palabras, una palabra fue la creación del mundo, de la vida, del mismo hombre y, la segunda palabra fue la que resonó en la historia de un pueblo y más particularmente en la persona de Jesús.

Para los cristianos Jesucristo es un hombre igual como todo ser humano y a la vez es Palabra de Dios, expresión o revelación de lo que Dios es y quiere de la humanidad. Es “Hijo de Dios”, declarado tal en unos escritos que dan cuenta de él.

Las dos revelaciones o Palabras de Dios, la creación y la revelación cristiana nos permiten hablar de Él en términos analógicos. No son términos “unívocos” sino expresiones humanas que tienen cierta significación analógica aplicada a Dios pues Él es un misterio. Así decimos que Dios es benéfico, es poderoso, es sabio porque sus obras son sabias, admirables y benevolentes.

Decimos sobre todo que Dios para nosotros es un padre porque Jesús lo dijo expresamente y nos enseñó a dirigirnos a Él con la palabra “Padre nuestro”. Jesús con sus enseñanzas contenidas en los evangelios, usando comparaciones, parábolas, nos indica algo sobre lo que Dios es y quiere de nosotros. Creó la humanidad para que fuéramos felices, una gran familia de hermanos que lo reconocieran como un padre de los cielos. Esa es nuestra creencia fundada particularmente en la Palabra, en la revelación de Jesús de Nazaret.

El agnosticismo se refiere pues a la ignorancia o desconocimiento de si hay algo detrás de este mundo visible que lo hubiera creado o algo detrás de la historia judeo-cristiana que explique este acontecer.

La fe cristiana no se funda en evidencias sean científicas sean históricas. No es una conclusión meramente racional, hay algo que llamamos el don de la fe, una gracia, un llamado, un favor de Dios.

Es posible que el agnóstico no haya recibido ese don, esa gracia, pero también es posible que en él haya existido cierta resistencia a aceptar una invitación para creer.

Hay ciertas soberbias, ciertas suficiencias que se resisten. No debemos prejuzgar a los que se sienten agnósticos. La adhesión a Dios por la fe no es una adhesión impuesta por Él sino en cierta manera propuesta, una adhesión libre de parte nuestra. Creemos porque queremos creer. Creer será siempre razonable pero deberá ser razonable, libre y voluntaria.

Podremos añadir que la fe es producto de un atractivo, de una atracción de Dios. El nos atrae. Por algo San Juan en su intento de cómo definir a Dios dice que Él es el Amor. Dios es amor, tal vez sea esta la definición analógica con lo que más podemos acercarnos a Él. Hay un secreto atractivo de Dios detrás de la fe con que nos entregamos a Él. Todo esto es un tanto abstracto, tal vez una narración podría ejemplarizar un poco lo dicho.

En el terremoto de Haití murió una muchacha chilena que había dedicado su corta vida al lugar, a ese pueblo tan desamparado, llevaba ya cinco años en Haití. Su padre se comunicó conmigo agradeciendo el artículo que había escrito sobre ella. Me confidenció que era agnóstico pero que esperaba un día verla nuevamente.

Sin fe en Dios esa esperanza resultaba un tanto irracional. Equivalía más bien a un “esperaría”, allí hablaba su amor por ella, ese amor venía a ser un atractivo que a mi juicio preparaba una esperanza fundada, es decir, una fe en un Dios que era Amor y que convidaba a creer en Él.

Diría pues que nuestro agnóstico está a un paso de querer creer y creer de veras en un Dios misterio de amor y generosidad sin límites.

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  • http://www.facebook.com/andres.campos.f Andres J. Campos Fabres

    Excelente columna, interesante punto de vista, puede que hayan ciertas diferencias con mi opinión pero creo coincidir en que el hombre necesita creer en alguien superior o ser supremo, dentro de nuestro espiritu siempre está esa inquietud. Saludos de un Cristiano.

  • http://www.facebook.com/alejandro.roth1 Alejandro Roth

    Soy agnóstico, y me gustó la columna.

    Creo que ante la grandeza del universo debemos ser humildes y serlo en todo sentido. La ausencia de evidencia a favor o en contra de una divinidad es solo eso, la ausencia de evidencia. El problema más grande viene de nosotros mismos, cuando ese silencio a nuestras preguntas lo llenamos con las palabras de personas que se dicen estar en más contacto con la divinidad. ¿Quién puede asegurar que esas palabras emitidas por un ser humano vienen de Dios?

    Lo más seguro es atenernos a los hechos y actuar en consecuencia. Somos animales sociales (y si, somos vertebrados, mamíferos y primates, a mucha honra) y debemos considerar como norma moral aquello que promueve la interacción funcional entre los miembros de la sociedad que establecemos. Por eso es que nuestras costumbres, moral y ética evolucionan. Lo que antes era común, hoy es anti-ético y vice-versa. A nadie se le ocurriría que las normas del codigo deuteronomio podrían aplicarse hoy, y sin embargo, alguna vez fueron la ley (por ejemplo, con respecto a la esclavitud).

    El Big-Bang, La Evolución de las Especies, la Física sub-atómica son hechos reales. Cómo los interpretamos es libre albedrío. Si dentro de dicha libertad se incluye la creencia en un ser supremo, ese es el derecho de cada uno. Lo difícil es justificar las acciones que realicemos atribuyéndole a dicho ser supremo una opinión que no se expresa de manera inequívoca (o con diferentes interpretaciones). Por eso, seamos simples primates o directamente hijos de Dios (o ambos), el resultado es el mismo: somos responsables. Somos responsables de nuestro planeta, de los otros miembros de nuestra comunidad y de ser capaces de entendernos de manera racional. Somos responsables de los niños, quienes encarnan la continuidad de nuestra especie y quienes deberán heredar el mundo que les dejemos, tal cual como se los dejemos. Y yo debería hacerme responsable de no seguir dando la lata…

  • http://www.facebook.com/remigio.avendano Remigio Avendaño

    Que alegría saber que existen personas capaces de pensar y comunicar reflexiones como estas, que vivan en Chile y siendo maltratadas por el poder político de la época, sigan manteniendo su vida luminosa para irradiarla a los demás…

  • http://www.facebook.com/guido.andrade Guido Andrade

    Por eso soy ateo, no creo en seres imaginarios la vida es una y hay que hacer lo mejor que se pueda.

    • Francisco López A.

      “La fe cristiana no se funda en evidencias sean científicas sean históricas.” Dicho esto, el artículo es irrelevante y puras palabras lanzadas al aire, concuerdo contigo de todas maneras.

  • Francisco Ojeda Castro

    La humildad exige tomar nota de nuestra insignificancia en el Universo, es decir, en la pequeñisima parte de él que podemos avisorar o percibir desde nuestro mundo. La violencia y el caos que reina en el universo no siguen plan alguno discernible para el hombre, y es un deber de honestidad reconocerlo así. El inventar respuestas que nos convienen para reconfortarnos pensando en maravillas después de la muerte, son intrinsecamente invenciones basadas en el interés personal de muchos de tener todas las respuestas, y la oración es un ejercicio de arrogancia de pensar que el universo nos puede escuchar y complacer nuestras necesidades personales. Termino citando la última estrofa de uno de mis poemas:

    Quienes quieran libertad honesta y verdadera
    sin temores de tormentos o infiernos prometidos
    o ilusiones de vida eterna fantásticas e infundadas
    que perturban la mente con esperanzas alocadas,
    la encontrarán sólo cuando usen sus sentidos:
    Vivamos dentro de la ética y razón, de ésa manera
    haremos mayormente el bien; seamos solidarios.
    Amemos a padres, parejas, hijos y hermansos,
    cultivemos el espíritu, la mente y el intelecto,
    no discriminemos a nadie ni excluyamos
    a quienes sean diferentes de lo que gustamos;
    que sea para todos igual nuestro dialecto.
    Cultivemos amigos y sea su amistad respetada,
    honremos nuestras promesas y palabra empeñada:
    Viviremos felices y no seremos solitarios.
    Y que al final de los largos caminos recorridos
    no nos opriman la angustia ni el temor a condenas,
    sino que, habiendo rechazado tan absurdas cadenas,

    en virtud de ese coraje, seamos de verdad humanos:
    Sólo así alcanzaremos libertad, y paz genuina, rotunda.

    Y cuando hayamos devuelto nuestros efímeros materiales,
    descansaremos, libres de la incertidumbre y de los males
    regresados a la nada, en el tranquilo regazo de la tumba.

    • Francisco López A.

      “La fe cristiana no se funda en evidencias sean científicas sean históricas.”Dicho esto, el artículo es irrelevante y puras palabras lanzadas al aire.

  • http://www.facebook.com/juan.contrera.716 Juan Contrera

    Error garrafal. Un artículo o comentario de los agnósticos no puede, bajo ninguna circunstancia estar en la sección “religion”, eso es no tener idea de nuestro pensamiento. Ser agnóstico NO es una opción religiosa. Si me encuestaran y la consulta fuera ¿religión? La respuesta sería “sin religión”. Respecto al artículo, un agnóstico neto no necesita lleerlo. Slds.