Y llegó la Copa América. Si pareciera que hubiese sido ayer cuando muchos de nosotros quedamos con el ánimo por el suelo tras el enfrentamiento de nuestra Selección con Brasil. Y es que ese palo, ese maldito palo – seguramente muchos de ustedes coincidirán conmigo en esta expresión- generó en nosotros la impotencia de poder haber escrito una nueva historia en el fútbol nacional, pues estuvimos a punto de destronar a los pentacampeones en su propia casa, estuvimos a punto de demostrar que sí se podía.
Pero bueno, sé que este evento deportivo es fundamental para cambiar el clima en nuestro país, ya que el saldo que dejaron en muchos de nosotros los diferentes desastres naturales y los escándalos del mundo político y empresarial, claramente no fue positivo.
Pese a ello, creo que no debemos dejar de lado importantes proyectos que aún se están discutiendo y que han generado controversia entre los diferentes actores involucrados.Recordemos que la Reforma Laboral es una iniciativa que si se aprueba, traerá consigo modificaciones que marcarán un antes y después en las relaciones entre empresarios y trabajadores.
Lo he dicho y lo recalco, estoy a favor del diálogo social en esta reforma, es un cambio que el mundo laboral tiene pendiente hace muchos años. Tal como en el fútbol, en estas materias tenemos una deuda con nuestros trabajadores, tenemos “un partido pendiente”.
En el partido de la reforma, la diferencia es que no nos enfrentamos a un rival, somos parte del mismo equipo, quizás no todos “juegan del mismo modo”, pero lo importante es que todos trabajen por el mismo objetivo.
Sé que en junio se respirará fútbol en nuestro país, más aún cuando la Copa se vivirá en nuestra propia casa, por ello durante este tiempo los invito a ser parte de este “entretiempo de la reforma laboral”. Quizás no haya grandes avances en el tema, pero sí debemos aprovechar de conversar con los sectores para lograr acuerdos entre ambas partes.
En el fútbol, muchas veces después del entretiempo los jugadores logran coordinarse mejor, implementan nuevas estrategias y logran revertir los resultados del encuentro.
Este ejemplo, deberíamos replicarlo empresarios, dirigentes, trabajadores, etc., todo el equipo que conforma la reforma, todos los “jugadores” insertos en esta discusión, si hacemos lo mismo les aseguro que haremos un gran partido.