Mi abuela está de regreso. El viaje le hizo muy bien. Ha llegado renovada y optimista.
Hola abuela, se te ve bien. ¿Cómo has estado?
Muy bien, me sentí muy grata al ver a tantos amigos. Claro, gasté mucho tiempo tratando de explicar los desaguisados políticos.
Fíjate que lo que más me preguntaban era por este tema de SQM y de las implicancias con algunos miembros del gobierno. Les expliqué mi teoría.
Abuela, ¿y cuál es tu teoría?
Pero, ¡por favor! Te la he explicado varias veces. Mi teoría es que un grupo de personas, entre las cuales el ex ministro Peñailillo ocupó un lugar de liderazgo, consiguió recursos con diferentes empresarios para financiar la elaboración del programa de gobierno de la Presidenta Bachelet. Con esa plata se financió el grupo más duro de lo que después fue el comando presidencial.
Pero abuela, y ¿por qué no explicaron esto cuando se hizo pública la existencia de estos dineros?
Yo creo, querido nieto, que no podían hacerlo porque la operación fue a espaldas de la Presidenta. Como se dice vulgarmente, “se arrancaron con los tarros”.
En esas circunstancias no podían hacer lo obvio, es decir, reconocer que los dineros pagados fueron para subsistir o, en otros casos, para desarrollar las bases de lo que después fue el programa de gobierno.
Abuela. ¿Tú estás segura que la Presidenta no estaba detrás de la solicitud de estos dineros?
Mira, yo confío plenamente en la Presidenta. En primer lugar ella, a esas alturas, no tenía decidido si sería candidata. Mal podría haber autorizado se solicitara dinero en su nombre.
Pero abuela, ¿leíste la entrevista a Estela Ortiz? Ella descarta que se tratara de una pre campaña y sostiene que los pagos que a ella conciernen son de estudios solicitados por Martelli.
¿Cuál entrevista? ¡Me imagino que no te refieres a la que dio sobre la asamblea constituyente!
Obvio abuela, me refiero a la que dio a The Clinic sobre los dineros que recibió de Martelli.
La leí y me resulta totalmente inverosímil en lo que se refiere a sus pagos. Fíjate que hay aspectos que no calzan: lo primero es que indica que, respecto de los estudios que dice haber realizado, “supuso que podían ser para generar un futuro programa de gobierno de quien fuera” y, lo segundo, que siguió haciendo informes hasta el 2013 y recibiendo dinero una vez que la Presidenta Bachelet ya se había declarado candidata. Una persona como ella, ¿podría haber trabajado haciendo informes para un programa de gobierno que no era el de su amiga? ¿No te parece que al menos hubiese preguntado para quién eran los estudios que le contrataban?
Por último, resulta curioso que su discurso sea idéntico al de Peñailillo y otros implicados: “son estudios, los realicé, hice mi declaración de impuestos, el SII la revisó y aceptó; estoy dispuesta a mostrar los estudios si el Ministerio Público me lo solicita.”
¿Entonces abuela?
No creo que quienes recibieron dineros desde la empresa de Martelli no hubiesen conocido en qué estaban trabajando. Esto reafirma mi tesis de que no podían hacerlo público pues la Presidenta se enteraría que hasta su “amiga” estaba en esta operación realizada a sus espaldas.
Abuela, ¿y qué opinas de Jorrat?
Opino lo mismo que Rodrigo Valdés, el actual ministro de Hacienda. Yo creo que es un técnico de buen nivel y que es un tipo honorable. Los informes que él hizo para Martelli son, qué duda cabe, las bases de la reforma tributaria.
No tengo dudas tampoco que trataron de presionarlo para sostener la ridícula opción de intentar ocultar la situación de la empresa de Martelli. Si se investigaba esa arista, quedaba al descubierto el financiamiento a la pre campaña y la “traición” a la Presidenta.Por último, Jorrat puede ser fundamental para entender los pagos realizados por Martelli.
Abuela, ¿no estarás exagerando con tu imaginación?
Para nada querido nieto. Es cosa de esperar que el Ministerio Público siga investigando. En todo caso yo, después de escuchar al ministro Burgos, estoy bastante tranquila. Creo que tenemos un muy buen ministro del Interior y, superado este trance, la Presidenta podrá continuar gobernando ordenadamente.
La quedé mirando y me pareció que su aspecto de “anciana venerable” se le ha acentuado en los últimos años.
Abuela. ¿Tú crees que la Presidenta gozará de un periodo de tranquilidad que le permitirá continuar con su programa de reformas?
¿De tranquilidad para continuar con su programa de reformas? Lo dudo. Por lo pronto, en los próximos días tendrá que explicar el extraño método para seleccionar a cuáles estudiantes pobres les corresponde tener gratuidad en la educación superior.
Pero abuela, ¿no te parece razonable el que el 60% más pobre estudie gratis?
Querido nieto. Tenemos en esto un grave problema. La Presidenta informó que se trata del 60% más pobre que estudia en las Universidades del CRUCH, y en IP y CFT sin fines de lucro. Me imagino que el punto de fondo debe haber sido estar seguro que los dineros del Estado no van a parar a los bolsillos de los dueños de los centros de estudios. Lamentablemente, es muy difícil de explicar y sostener el criterio definido.
Por ultimo, era más fácil y razonable decir que el 60% más pobre de las universidades públicas y de IP y CFT sin fines de lucro estudiaban gratis.
Abuela. ¿Y cuál sería la diferencia entre eso y lo que dijo?
Que es muy difícil encontrar la diferencia entre una universidad privada del CRUCH y una universidad privada que no está en el CRUCH. Recuerda que todas las universidades, de acuerdo a la ley, no tienen fines de lucro.
Me temo que los estudiantes, que por estos días están preocupados de su compañero gravemente herido el 21 de mayo en Valparaíso, muy pronto se enfocarán en este problema del “criterio de selección” para la gratuidad, y se sumarán a los planteamientos que Fernando Montes, rector de la Universidad Alberto Hurtado, expusiera en entrevista del fin de semana. Por cierto, creo que, nuevamente, los padres de los estudiantes estarán de acuerdo con ellos en reclamar por la propuesta del MINEDUC.
Abuela. ¿Qué hay de la nueva Constitución? Me quedó mirando con sus ojitos brillantes y me dijo en voz más bien baja: “eso comienza en septiembre”
Gracias abuela, ahora me marcho a mi oficina. Cuídate.
Un minuto. ¿Puedes hacer llegar mi saludo a la familia de Rodrigo Avilés? Diles que deseo que se recupere y que se conozca toda la verdad respecto a las circunstancias que lo llevaron a tan lamentable situación.
Muy bien abuela. Así lo haré.