Según la reciente encuesta UDP, el 43,6% de la población aprueba la forma en que Michelle Bachelet se ha desempeñado como Presidenta, el 43,1% afirma lo contrario y la aprobación al gobierno llega al 36%. Además, se profundiza la baja confianza en los partidos políticos y el Congreso, y la mayoría de la gente desaprueba a la Alianza como oposición y a la Nueva Mayoría como coalición de gobierno.
Junto con lo anterior, se evidencia la falta de liderazgos y renovación en la política nacional. El panorama es igual de poco alentador para las dos coaliciones. Respecto a la Alianza, el 12% señala que Sebastián Piñera es actualmente el principal líder de la oposición.Por su parte, en la Nueva Mayoría el listado es encabezado por Rodrigo Peñailillo con apenas el 3,3% de las preferencias.
La oposición tiene un abanico más claro de nombres que buscan posicionarse, como Andrés Allamand, Alberto Espina, Evelyn Matthei y Manuel José Ossandón.En cambio, en la Nueva Mayoría el camino ha sido más empinado. Carolina Tohá y Claudio Orrego no han podido consolidarse, y ahora compiten por este sitial con figuras del gabinete como Rodrigo Peñailillo, mientras que Marco Enríquez-Ominami se mantiene atento a los movimientos.
Para ambas coaliciones es fundamental contar con buenos liderazgos. El oficialismo necesita que el proceso reformista y la implementación del programa lo conduzcan también sus principales figuras, buscando la continuidad en La Moneda. Sin embargo, en estos meses el nivel de tensión ha aumentado ante las críticas y recriminaciones entre sus dirigentes.
Todavía el conflicto no ha escalado internamente al punto de cuestionar el liderazgo de Bachelet como jefa de coalición, pero no tardará en llegar si se mantiene la tendencia negativa en la aprobación presidencial. En este escenario, no hay quien ordene la casa en la Nueva Mayoría.
La Alianza, por su parte, tiene la tarea de re-articularse y ordenarse para enfrentar con éxito las próximas municipales, la probable elección de intendentes y las elección de Cores, diputados, senadores y presidente. Tiempo es lo que menos tiene la Alianza para revertir el adverso momento que vive.
En este contexto de falta de nuevos liderazgos y renovación, los ex presidentes siguen siendo la principal figura del debate político. Aunque no queda claro si esto se debe a que su presencia inhibe el desarrollo de otros liderazgos o si es la falta de nuevos líderes lo que provoca que los ex presidentes vuelvan a escena.
De todas formas, lo concreto es que la política sigue girando en torno a quienes fueron presidentes. Pasó con Ricardo Lagos durante el primer gobierno de Bachelet, luego con la candidatura de Eduardo Frei en 2009 y con la propia mandataria en las elecciones pasadas.
Durante estos años ahora la atención estará puesta en lo que decida o haga Sebastián Piñera, e incluso algunos estarán muy atentos al actuar de Ricardo Lagos.Por lo tanto, el debate continuará centrado en estas figuras.