Esta semana es la más importante para Chile. Hace 204 años nuestro país adquirió su independencia el 18 de septiembre de 1810, en el marco de un enfrentamiento bélico con el Reino de España, que duró hasta el mes de febrero de 1818, ocasión en que O´Higgins y San Martín dieron vida a nuestra república.
Como Presidenta del Senado me corresponde, este año, acompañar a la Presidenta de la República en eventos de gran tradición como son el Te Deum Católico, el Te Deum Evangélico y la Parada Militar, que sin duda nos enorgullecen como país. Para mí es un verdadero honor participar como la principal autoridad del Poder Legislativo, ya que es primera vez en nuestra historia republicana que una mujer lleva consigo tan alta envestidura en el país.
También estas fiestas de la Independencia nos dan la ocasión de pensar en cómo Chile ha llegado a ser lo que es hoy día. La patria que hemos heredado se ha construido no sin dolores, sufrimientos, divisiones e injusticias, y a pesar de todo, hemos sido capaces de sobreponernos a través de la razón, el diálogo y la democracia.
No ha sido fácil. Hemos ido dos veces a la guerra en el siglo XIX y en el mismo período, hubo dos guerras civiles. En el siglo XX hemos estado a punto de ir a otras tantas, y Presidentes legítimos han sido depuestos por la fuerza. A medida que avanza el siglo XXI, la imposición de las armas sobre las instituciones, nos parece incivilizado y bárbaro.
Nuestra historia amanece en O´Higgins y llega hasta Bachelet. Tenemos más de dos siglos de vida como país independiente, y podemos mirar en perspectiva a un país que ha crecido y que es respetado en el concierto de las naciones de América del Sur.
La democracia que conocimos a partir de la Constitución de 1925 fue interrumpida por el Golpe de Estado de 1973. Solo hacía finales del siglo XX fue posible encontrar una salida política que permitiera ir recuperando, gradualmente, los hábitos democráticos perdidos en el país.
Hoy día, el 18 de septiembre, ante todo, nos recuerda que somos una comunidad política autónoma, heredera de una república independiente. Sobre ella queremos construir la más amplia y profunda democracia que haya tenido el país en su historia.
Durante este primer año del segundo mandato de la Presidenta Michelle Bachelet, estamos discutiendo en el Congreso Nacional un conjunto de proyectos decisivos para terminar con los últimos resabios de la dictadura militar.
Con la Reforma Tributaria ya despachada por ambas cámaras, podemos decir con certeza que Chile tendrá fondos permanentes para gastos sociales permanentes, como son la educación, la salud y la previsión social.
Paralelamente trabajamos en las iniciativas legislativas que dan forma a la Reforma Educacional, que buscan generar una educación pública, gratuita y de calidad, foco principal de esta gran transformación que es decisiva para nuestro futuro, y que esperamos permita disminuir la gran desigualdad existente en este país.
Además, debo mencionar el proyecto que modifica el Sistema Binominal, que permitirá el ingreso al Parlamento de nuevos actores, como asimismo que a través de un Sistema de Cuotas, promoverá una participación política equivalente entre hombres y mujeres.
Tenemos que sentirnos orgullosos de nuestra patria. Desde los héroes de la Independencia que lucharon por lograrla, hasta aquellos líderes que nos han llevado hacia una sociedad donde se respetan los derechos humanos, la libertad y la dignidad de las personas.
Finalmente, quiero aprovechar la ocasión para desearles que tengan un reparador descanso con sus familias y amistades. Que todas y todas disfruten de un buen asado, de las tradicionales ramadas, y varios pies de cueca. ¡Salud!
¡Viva Chile!