En el debate político reciente han aparecido dos temas que han levantado polémica: las precandidaturas presidenciales y la idea de fusión del PPD y el PS dentro de la Nueva Mayoría.
Sobre lo primero reitero mi posición de siempre, cual es mi negativa a adelantar, a tal extremo, la aparición de personas autoproclamadas en base a encuestas o a posiciones electoralistas contradictorias con actitudes pasadas.
En los viejos dichos de Tomic, es un “escapismo” que distrae el verdadero trabajo sobre materias que debemos resolver, como el crecimiento con equidad; la desigualdad inmersa que agobia a Chile; los cambios educacionales y constitucionales que son urgentes.
Menos aún, si estamos solo a cinco meses de gobierno y a tres años y medio de las próximas elecciones. Agrega por otro lado, una tensión política, fruto de un debate fútil y que devendrá, implacablemente en un juego personalista que a nada conduce por su prematuridad y por el afán de darle a nuestro partido lecciones sobre su conducta.
Sobre lo segundo, debo señalar que contradice el camino que hemos recorrido desde los tres tercios hasta una configuración de una mayoría y minoría parlamentaria política, social y humana que abre la esperanza de una estabilidad para avanzar en los cambios que Chile necesita en forma sustentable y más prolongada que un único periodo presidencial.
El recuento histórico demuestra que desde hace muchos años los gobiernos fueron, mayoritariamente, de oposición al predecesor.
La idea de una fusión PPD/PS es deseada por muchos, pero reconozcamos que no hay razón ideológica, lo que ya la debilita desde su inicio.
Tampoco requiere mucha imaginación suponer que pondrá a la Democracia Cristiana y al Partido Radical en un brete que quebraría la Nueva Mayoría, revertiendo las cosas al esquema señalado de los tres tercios que demostró ser inadecuado, salvo que algunos lo busquen intencionadamente, o sea un intento por forzar alianzas con la derecha, lo que no conseguirán.
Por ello bien lo dijo Don Quijote, “en este asunto, al buen callar llaman Sancho”.