La carta Gantt de la planificación política y administrativa presentada por la Presidenta Bachelet está cargada de acciones dirigidas a cumplir con el mandato popular sobre las transformaciones necesarias para mejorar principalmente la distribución de los ingresos, acortando la brecha existente entre chilen@s y derrotando la desigualdad.
Por ello, la reforma tributaria y educativa son los pilares que sostendrán los avances económicos, sociales y culturales en este nuevo gobierno de la Presidenta Bachelet.
Los énfasis se relacionan con una gestión sostenible y sustentable en todas sus dimensiones. Las inversiones en energía, infraestructura, control y fiscalización, en todo el sector productivo que no sea sólo extraer materias primas, sino multiplicar los esfuerzos en la producción de bienes y servicios que permitan la conexión y competitividad internacional asegurando las herramientas necesarias para consolidar el crecimiento sustentable y más equitativo que nos urge.
No son tareas fáciles, demandan compromiso, responsabilidad, cooperación y energía de todos los chilenos y las chilenas, más allá del trabajo incansable realizado en sólo dos meses de este gobierno, se requiere a personas que no atornillen al revés, se necesitan personas que construyan juntas el Chile más justo que queremos.
Los desafíos en salud, vivienda, telecomunicaciones y trabajo son enormes.Saludamos la aprobación del proyecto de Multirut que permite más participación de los trabajadores en la negociación de mejores condiciones laborales y el mejoramiento del proyecto para las trabajadoras de casa particular que les asegura los domingos de descanso.
Sin embargo queda mucho por hacer en el mundo del trabajo que responda a las exigencias de garantizar los derechos humanos.
La Constitución moderna del Chile que cambió desde el retorno a la democracia, es otra tarea pendiente. La pérdida de credibilidad en las instituciones, entre otros factores, tiene que ver con la manutención de una estructura política anquilosada, anacrónica que no refleja la vida actual.
El relato constitucional debe dar cabida a la multiculturalidad, a la igualdad de derechos de las mujeres y hombres, a los derechos económicos sociales y culturales; en definitiva, la nueva Carta fundamental pendiente es un paso fundamental que dará este gobierno y así encontrarnos con la nueva institucionalidad que represente el presente y futuro de Chile.
La cultura en su sentido más amplio cruza el quehacer de este nuevo gobierno, pero más allá de las estructuras, institucionalidad e inversión que aumentará, el gran desafío es implementar una coordinación adecuada cultural que permee todo el accionar gubernamental y así sembrar en los valores humanos tan necesarios a la hora de construir políticas eficientes y efectivas.
Un mensaje lleno de tareas, programas y metas sin olvidar los conflictos, problemas y debilidades externos e internos.
Grandes anuncios y grandes desafíos.
¡Al abordaje muchachos!