09 oct 2013

Más Estado no es la solución

Mientras aún no conocemos el programa completo, la candidata Michelle Bachelet presentó sus 50 compromisos para los primeros 100 días de un eventual nuevo gobierno, con anuncios en las áreas de educación, salud, protección social, pensiones, trabajo, seguridad ciudadana, descentralización, ciudad, territorio, reconstrucción, medio ambiente, cultura, deportes, equidad de género, pueblos indígenas, agricultura, recursos hídricos, pesca, y crecimiento.

La ventaja que Bachelet tiene en las encuestas de opinión pública esconde profundas debilidades políticas y programáticas.

No sabemos con precisión hasta qué punto la falta de programa revela la falta de acuerdo político entre los actores y partidos al interior de la Nueva Mayoría, donde debe ser difícil dejar satisfechos desde el Partido Comunista, pasando por los ex dirigentes estudiantiles, hasta la Democracia Cristiana.Con el trabajo de las comisiones programáticas finalizado, la propia candidata ha señalado que ahora es ella quien tiene que tomar las decisiones sobre las principales definiciones.

En lo netamente programático, llama la atención el énfasis de la expresidenta por fortalecer el rol del Estado. Por ejemplo, propone para su gobierno tres nuevos ministerios: Cultura y Patrimonio, Mujer, y Asuntos Indígenas, así como la creación de dos universidades públicas regionales y cinco centros de formación técnica públicos regionales y el establecimiento de una AFP estatal, creyendo que más Estado resuelve los problemas de la sociedad.

Más Estado, no significa mejores instituciones para el país.No es que debamos tener un Estado mínimo, sino uno con el tamaño suficiente para enfrentar los retos que plantea la ciudadanía, pero promoviendo la iniciativa, la igualdad de oportunidades, el emprendimiento, y la libertad de todas las personas.Crear más ministerios no es sinónimo de reforzar la institucionalidad.

Si el diagnóstico está errado, es decir, creer en que aumentando el tamaño y rol del Estado se termina con la desigualdad, es lógico que las propuestas no sean las adecuadas.

De hecho, la Encuesta Bicentenario UC-Adimark 2012 refleja que entre diversas afirmaciones la sociedad chilena es más pro mercado que pro Estado, más de acuerdo con un Estado subsidiario que con un Estado benefactor, y más favorable a la eficiencia que a la igualdad, donde en general la mayoría afirma que el Estado tiene que focalizar su esfuerzo en los más pobres.

Aunque también reconoce estar más favor de la protección que del esfuerzo personal, esto no puede traducirse como que los chilenos quieren más Estado en sus vidas.

En la misma línea, en la reciente encuesta CEP las personas señalan que las dos causas más frecuentes de que las personas sean pobres son la falta de educación (52%), y la flojera y la falta de iniciativa (47%), y sólo el 11% afirma que es por malas políticas económicas o por falta de ayuda económica del gobierno.

Asimismo, las tres condiciones más importantes para el éxito económico de las personas son el trabajo responsable (48%), nivel educacional alcanzado (44%), y la iniciativa personal (36%).

Por último, la mayoría se ubica más cerca de la posición de que la principal responsabilidad por el sustento económico de las personas está en las personas mismas y no en el Estado.

En definitiva, los compromisos llenan de dudas a partidarios y opositores, tanto por la demora en el programa definitivo como por el contenido mismo de las propuestas.

En el fondo, si esos 50 compromisos significan las 50 primeras prioridades de gobierno, es que en realidad no hay ninguna prioridad. El problema de las expectativas con Bachelet ha comenzado.

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  • André Román Piñones Araya

    Hola, Pablo, te agradezco la iniciativa que tienes de publicar en esta columna, probablemente lo hagas por lo que llaman vocación más que por un tema de mercado.

    Aún no sé por quién votaré en estas elecciones. Por lo que me informado ninguna de las candidatas que van en primer lugar en las encuestas tiene claro el panorama. Esto tiene una explicación muy sencilla el neoliberalismo y el comunismo son polos extremos del problema hasta este momento FILOSÓFICO del área del conocimiento al que podríamos llamar distribución de la “riqueza”. Por qué filosófico te peguntarás, La economía no tiene todavía estructura de “ciencia” porque no es posible a priori suponer que el ser humano es esencialmente egoísta, te sugiero que leas “De cómo el hombre limitó la razón y perdió su libertad” del profesor Renato Espoz Le-Fort. Para reforzar esta idea también puedes revisar el trabajo del matemático norte-americano John Nash en la teoría de “juegos”.

    El socialismo supone un gran aparataje gubernamental, mientras que el neoliberalismo platea la minimización del Estado. Como te podrás dar cuenta aquí tenemos dos polos entre los cuales podemos interpolar estados intermedios. Podrías decirme tu a ciencia cierta en que punto de este espectro estamos? lo puede predecir el actual estado de la “economía”? Una pregunta sería como mide UC-Adimark esta tendencia al “mercado”, sabes tú quién es el que diseño el modelo de encuesta? no será la misma elección la que determine quién es y quién no pro estado?

    Estudio del CEP, flojera? que es eso? defínelo. Aquí deberían aplicar nociones de psicología, psiquiatría y te darás cuenta que el actual sistema provoca un circulo vicioso. Según los entendidos el país ha tenido una “explosión” de crecimiento, cómo explica esta “ciencia” que tengamos una de las peores distribuciones del ingreso PLANETARIA. El 1% de la población concentra el 30% de la riqueza de nuestra nación, hablas de oportunidades? De quién son las riquezas de nuestro país? Según lo que yo estudié en la Universidad toda subvención que haga el estado lo pagan los mismos trabajadores (revisa teoría de competencia perfecta). Una conclusión filosófica es que ya sea comunismo, socialismo o neoliberalismo el “pato” lo paga lo que los “siúticos” (ver Historia de Chile) llaman “populacho” (del ingles population). Si no me cree hable con don Patricio Meller ingeniero estructural y economista de la Chile.

    ATTE

    André Román Piñones Araya (Salfate Cisterna Bahamondez)

    Ingeniero Estructural

    Universidad de Chile

    • Víctor Marcelo Vergara Verdugo

      Estoy totalmente de acuerdo con tu comentario. Incluso, creo que se ha frivolizado el tema al someter esta cuestión a encuestas que multiplican el prejuicio social. Por ejemplo, la flojera que mencionas no es posible entenderla desde la clase media educada sin considerar la deprivación sociocultural. Alguien cuyo padre es un delincuente preso y su madre una alcohólica, cuya alimentación y ausencia de mediación de adultos no permite un adecuado desarrollo neurológico, psicológico y físico ¿cómo diablos va a razonar de la misma manera que nosotros, sanitos, gorditos, con altos niveles de educación y con padres incentivadores? No, “si el problema es que son flojos”. Yo diría que los flojos son los encuestados que no se detienen a hacer la pega de análisis que corresponde. En lo que respecta a “más o menos estado”, ¿qué es eso? ¿Existe un estadógrafo? Si el estado actúa mal, que no existiera. Si el estado actúa bien, que tenga poder. Nuestra función es hacer que funcione bien. Pero algo más importante que si hay mucho o poco estado (que es lo mismo que decir si necesitamos una moto o un camión), debemos establecer para qué queremos el estado y, sobre todo, profundizar su control por parte de la sociedad civil. Esto se llama democracia, algo que en Chile está muy lejano y cuya gestión debería ser el principal discurso del candidato/a de mi predilección..