31 ago 2013

Por una economía inclusiva sin abuso

El mundo político no ha sido capaz de comprender la importancia del sector y ha privilegiado abiertamente al gran capital, por mucho que rasguen vestiduras contra la concentración de la riqueza. No ha sido de su interés conocernos y no asume la responsabilidad que le cabe en la caída de nuestra participación, ya que- finalmente- este es un problema político, más que económico.

Estamos próximos a un cambio de gobierno, en medio de demandas por parte de la ciudadanía que no estábamos acostumbrados a escuchar en los últimos 25 años respecto a temas de fondo, como la educación, la salud, la vivienda, el trabajo, derechos de los consumidores, desigualdad económica, entre otros.

Todos estos temas tienen como denominador común la protección y defensa por la calidad de vida de la gente, algo que antes no se tocaba o se hacía con extrema timidez, ya que el principio de la subsidiaridad de la Constitución del 80’ eliminó el estatus de derechos con que estaban consagrados en la declaración de las Naciones Unidas.

Hoy, la discusión se ha abierto hacia temas políticos centrados en la urgencia por cambios, la necesidad de una nueva constitución, de una reforma tributaria, de la regionalización, la protección de los recursos naturales y de la participación ciudadana real y con incidencia.

Para los que estamos en el sector de las MIPYMES,una vez más, vemos con profunda preocupación,que una actividad que aporta al 80% del empleo (sea éste formal o informal), no está siendo considerada en los programas de gobierno de las diferentes candidaturas para presentarlos al electorado.

Estamos cansados de denunciar que la dictadura nos dejó con una participación del 30 % del Producto Interno Bruto y que la democracia nos tiene en el 8 % de éste. Ello,en circunstancia de que el promedio de participación de la MIPYMES en América Latina supera el 35 %. Esta pérdida de participación es el resultado del deterioro en similares porcentajes de los mercados y causante de una situación de supervivencia.

El mundo político no ha sido capaz de comprender la importancia del sector y han privilegiado abiertamente al gran capital, por mucho que rasguen vestiduras contra la concentración de la riqueza. No ha sido de su interés conocernos y no asume la responsabilidad que le cabe en la caída de nuestra participación ya que finalmente este es un problema político, más que económico.

El apego por las políticas transversales, que tiene como contraparte la ausencia de políticas que discrimen positivamente a las Empresas de Menor Tamaño (EMT), es un factor importante que ha atentado contra un desarrollo equitativo.

Al final de cuentas, lo transversal resultan ser discriminaciones positivas para el gran capital.

Porque, en teoría, todo el mundo podría acceder a los recursos que invierten en acciones las AFP, pero los pequeños no están en la Bolsa.Tampoco se pueden condonar las deudas tributarias a las EMT, que se arrastran desde 1998, sin embargo los grandes beneficiarios del FUT,que acumula US $ 50.000 millones por impuestos adeudados y que nunca se pagarán, en un 99 % corresponden a las grandes empresas.

La rebaja del Impuesto y Timbres de la reforma tributaria del presidente Piñera le aportó a las grandes empresas cuatro veces más capital que a las EMT y así podríamos seguir dando ejemplos.

Nuestro sector también está marcado por el apoliticismo de las organizaciones, alejándonos de su discusión y centrándonos en lo inmediato y urgente, lo cual redunda en el rechazo por parte nuestra de una conducción política, que apunte a dar peso a nuestras demandas y a generar propuestas con una mirada estratégica de desarrollo.

Debemos pactar con las candidaturas que estén dispuestas a rectificar políticas de fondo como son el manejo de la macroeconomía, el desarrollo productivo de la EMT, la institucionalidad del Estado, la innovación y el emprendimiento; trabajar para crear condiciones de empleos decentes para instalar de manera permanente en la agenda pública nuestra ideas para irlas concretando en acciones que empiecen a señalar el camino de nuestro progreso.

Todo ello, para aportar a una patria más justa y equitativa con el fin de derrotar la desigualdad que se ha apoderado de Chile.

Es nuestra responsabilidad crear poder político, que tiene como elemento fundamental la organización y la unidad de todas las actividades que componen la EMT.

Algunos actores de este sector hemos entendido que debemos visibilizar nuestras propuestas, participar políticamente y tener incidencia en las políticas públicas, que se debaten hacia las MIPYMES.

De allí que juntos, consumidores, pequeña industria y feriantes somos parte de la Mesa Social por un Nuevo Chile, impulsando una Consulta Ciudadana “Construyendo Democracia Participativa”, que se desarrollará entre el día 30 de agosto y 13 de septiembre.

Nuestro objetivo es que sea la ciudadanía, la que priorice urgencias a solucionar para construir una economía más inclusiva, que ponga fin al abuso.

De otra manera, la estrategia del desarrollo de Chile nos seguirá pasando por el lado y seguiremos mirando la fiesta desde los ventanales.

Este es un espacio de libertad, por lo que solicitamos que no lo desaproveches. Contamos con que las opiniones se remitan al contenido de las columnas y no a insultos, ataques personales, comentarios discriminatorios o spam.

Por lo mismo y buscando el buen funcionamiento de este canal de expresión, requerimos de un registro previo utilizando Twitter, Facebook, Gmail o Disqus.

Si tienes problemas para registrarte, haz click acá.

  • CARMORALES6

    EN LAS PROPUESTAS DE MARCEL CLAUDE ESTA LA SOLUCION .ESTE PROBLEMA SE RESUELVE SOLO POLITICAMENTE