En estos días visita Chile Rosa María Payá, hija de un amigo cubano fallecido en circunstancias poco claras. Oswaldo Payá, era un cristiano comprometido con la justicia social, la democracia y los derechos humanos, a quién tuvimos el honor y agrado de conocer junto a su señora, con Pepita, mi mujer.
Nunca pudo venir a Chile a pesar de las múltiples invitaciones recibidas, porque el gobierno cubano le negaba el permiso, que arbitrariamente maneja.
Ella ha declarado que su familia no cree lo resuelto por los tribunales cubanos y que la familia tiene pruebas “suficientes” para iniciar una acción legal en España o ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) con el fin de investigar el accidente en el que falleció su padre, junto a su amigo, Harold Cepero el 22 de julio de 2012, cuando el automóvil en el que viajaban impactó contra un árbol.
Asimismo, Rosa María dijo que otro de los motivos de su visita es la búsqueda de respaldo para un plebiscito en el que se le consulte al pueblo cubano “si quiere o no cambios en las leyes que garanticen los derechos, la libertad, la democracia”.
El PC chileno la ha descalificado y atacado sosteniendo que es una persona sin importancia y que viene a dar lecciones inaceptables para ellos. Discrepo frontalmente de ese enfoque. Defender los valores democráticos no es dar lecciones a nadie. Defender los derechos humanos de todos, en donde somos gobierno u oposición, es una práctica que debemos vivir todos.
Esta conducta de los comunistas chilenos demuestra que hay sectores de el, que todavía están pegados a relaciones históricas y prácticas totalitarias. Su respaldo al dictador norcoreano, o la dictadura comunista en Cuba marca una de las grandes diferencias doctrinarias que tenemos.
Pero, además, los comunistas contradicen la práctica que juntos, nosotros, el PC y tanta gente tuvimos cuando no aceptamos fallos de los tribunales de justicia en el período dictatorial.
¿Podemos olvidar la bien merecida desconfianza que se ganaron los tribunales en esa época?
¿Por qué no aceptar que otras personas tengan la misma duda de los que existen bajo la dictadura cubana? ¿Cuántas veces hemos recurrido a la Corte Interamericana de Derechos Humanos? Esta instancia ha dictado fallos muy trascendentes, como la imposibilidad de seguir aplicando el Decreto Ley de auto amnistía de la dictadura chilena.
Los comunistas chilenos apoyaron las investigaciones del Juez Garzón en Chile, aún cuando en España nunca se investigaron las atrocidades de la dictadura de Franco.¿Por qué son contrarios a que esa justicia pueda investigar lo ocurrido con Oswaldo Payá, que tenía doble nacionalidad, cubana y española?
¿Cuantas veces pedimos plebiscito juntos, en dictadura y también ahora en democracia? ¿Qué argumentos hay para negarles ese derecho a los cubanos disidentes?Esa es una conducta doble y es una gran diferencia entre ellos, los DC y la mayoría de los chilenos.
Pero como los comunistas chilenos abandonaron la lucha armada, representan una parte del pueblo importante y los adversarios de la democracia y promotores de la desigualdad son muy poderosos, debemos acordar juntos, manteniendo estas y otras diferencias, un programa, que termine con el lucro en educación, salud y pensiones, que profundice la democracia social, con unas nueva constitución, que favorezca la participación popular y, si , concordamos en la estrategia para impulsarlo, integrar juntos un gobierno.
Chile tiene necesidad de una mayoría política, institucional y social para derrotar al capitalismo salvaje. El PC y la izquierda rechazaron esta propuesta cuando lo planteamos en 1970 para continuar con los cambios, enfrentar a la derecha golpista y las intervenciones antidemocráticas de Nixon y Kissinger. Se negaron, y la democracia se desplomó para todos, dejando heridas aún abiertas.
Ahora, debemos hacerlo, para lograr que Michelle Bachelet gane y pueda hacer las reformas estructurales con las que se ha comprometido. Nosotros, los DC, PS, PPD y otros, tenemos la tarea de combatir y derrotar a los liberales co- optados por la derecha, que tanta y tan mala influencia han ejercido.
Los DC seguiremos apoyando la lucha pacífica de los cubanos que quieren democracia, claro que debemos hacerlo sin buscar la presencia de los cómplices de la dictadura de Pinochet, que quieren blanquearse con estos gestos vacios de coherencia. Esperamos que los comunistas pudieran aprender del discurso de la señora Tencha Allende ante Fidel Castro, cuando este visitó Chile.
También agradeceremos la acogida que Cuba brindó, como tantos otros países capitalistas y democráticos, a la diáspora humana que creó la dictadura.No olvidamos y seguiremos valorando el aporte de Fidel Castro a la transición, bajo el gobierno de Aylwin, que reconozco fue muy valiosa para eliminar la amenaza del terrorismo de izquierda.
Asimismo, seguiremos condenando el criminal e injustificado embargo que USA ha impuesto a los hermanos cubanos, defendiendo intereses económicos subalternos.
La unidad, compañeros comunistas, como enseñaban Lenin y Maritain, necesita de lucha ideológica para que la unidad puntual no confunda las respectivas posiciones.