Se ha dado a conocer un acuerdo político suscrito entre las bancadas de oposición y RN en el Senado, que reemplaza en la Cámara de Diputados el sistema binominal por distritos que eligen de 3 a 8 diputados, de acuerdo a su densidad poblacional.
Es una potente noticia en el ámbito político.Lamentablemente, no es un acuerdo completo, pues no se cambia el binominal en el Senado y se propone un grupo de 8 senadores “nacionales” que durarían cuatro años.
Lo que importa es que en la Cámara de Diputados llegaría a su fin el binominal. El impacto de la noticia ha motivado que la UDI se haya visto en la obligación de anunciar un “proyecto alternativo”, luego de ser, durante ya casi un cuarto de siglo, el bastión irreductible de defensa del sistema binominal. El solo acuerdo oposición-RN le empuja a improvisar una “solución alternativa”.
Queda de manifiesto que en el propio sistema político del país existen condiciones políticas para modificar este odioso enclave autoritario que ha afectado duramente la representatividad del Congreso Nacional y del sistema político en su conjunto.
Asimismo, resulta evidente que para RN este mecanismo electoral se ha convertido en un cerco asfixiante que ha disminuido su fuerza parlamentaria y que condiciona severamente su autonomía como organización.
La democracia chilena requiere ampliar sus espacios de participación y representación; en tal sentido, dejar atrás el binominal será una poderosa contribución a la renovación y el reimpulso del régimen democrático en Chile.