Primarias legales es lo que pedían los ciudadanos, para definir soberanamente quienes serian sus futuros candidatos o candidatas a la Presidencia de la República, por cierto también al Parlamento. Así fue ejemplarmente en muchas comunas en las últimas elecciones municipales, con buenos resultados.
Incluso legislaron, aprobando una ley que regula este proceso, haciéndolo transparente y vinculante, financiado por el estado, donde no solo participarían los militantes inscritos, si no que, la gran mayoría de los independientes del país.
Fue una poderosa señal, aplaudida por todos los sectores, incluso los jóvenes, ellos los más escépticos, que de esta forma sentían que su inclusión sería tomada en cuenta. Varios de ellos se preparaban a competir al interior de los conglomerados en igualdad de condiciones, para lograr los cambios imprescindibles desde dentro del sistema político heredado.
Los chilenos y chilenas no quieren aceptar decisiones cupulares, tomadas entre cuatro paredes, alejadas de la voz del pueblo; por el contrario exigen tener un rol significativo, donde nada se les regale, pero si se respeten las reglas democráticas que el Poder Legislativo, soberana y libremente se dio, para estos efectos.
Sorpresa mayúscula fue la autoritaria determinación de los presidentes de la Concertación, quienes velando supuestamente por sus cuotas de poder, se reparten el territorio electoral como si fuera un botín de guerra, creando un conflicto de proporciones , ridiculizando incluso a los candidatos designados por el amiguismo , o el mal entendido pago de favores concedidos.
Esto no hace otra cosa que, alterar aún mucho más los ánimos caldeados de las partes, desprestigiando la política , sin importarle un ápice el triste PAPELÓN , hecho a vista y paciencia de quienes mañana tendrán que votar por estas futuras autoridades, casi ya electas , por el perverso sistema binominal.
Lo peor no está solamente en no abrirse a la sana competencia interna para las parlamentaria en el bloque opositor; la inconsecuencia llegó a su grado máximo al exigirle a la candidata Michelle Bachelet, someterse a este legal sistema de selección ante contendores simbólicos , por su escasa opción de ganarle.
Ella acepta las reglas que impone la Ley, propiciando para todas las instancias el mismo proceder, a fin de que la voluntad soberana del ciudadano elector sea quien escoja cuáles serán sus candidatos, futuros representantes, de sus distritos o circunscripciones.
Y como si fuera poco los H. Senadores, Rossi y Chahuan, presentan un proyecto de ley, con solicitud de “suma urgencia “ al Ejecutivo , para prorrogar el plazo de inscripción vencido de las primarias , para enmendar el craso error cometido. Algo similar cuando la DC, inscribió mal a sus candidatos, situación que le pena hasta el día de hoy.
En la vereda de al frente mayormente no tienen este problema, simplemente porque la cultura del dedaso, se mantiene incólume, ponen y sacan candidatos, Golborne es el caso más patético. Trasladan a sus postulantes parlamentarios de una región a otra, importándoles un pepino la opinión de su gente.
El NO, más positivo de la historia cívica de país, esa epopeya inolvidable, se volverá a repetir, con una mística insospechada, en cada voto, para crear conciencia en un Chile justo, digno, e igualitario.
Son los jóvenes que con mucha razón aborrecen las malas prácticas ejercidas, son los jóvenes los indignados locales, que exigen cambios ahora, son los jóvenes que marchan en las calles por demandas justas , son ellos los que nos han dado una lección , no asumida, menos aprendida por los actuales líderes políticos del país .
Es de esperar que mañana no sea demasiado tarde, para llorar sobre la leche derramada.