Con alegría y satisfacción pudimos ver cómo en la sala del Senado aprobamos por unanimidad el proyecto presentado por el Ejecutivo que endurece las sanciones a las personas que cometan abusos sexuales en contra de menores de edad, iniciativa que nace de las mociones que algunos parlamentarios habíamos presentado.
En primer lugar, con este proyecto ampliamos los delitos en que se va a restringir la posibilidad para optar a la libertad condicional a los condenados. Hay muchos delitos en que los reos, al momento de cumplir la mitad de la pena, pueden pedir la libertad condicional.
Ahora, los sentenciados por delitos como el abuso sexual deberán esperar dos tercios de cumplida la condena para optar a estos beneficios.Esto hoy en día existe para la violación, el parricidio, el homicidio, y en general los delitos más graves, pero no para el abuso sexual, lo que me parece un gran avance. Esto también se aplicará para otros tipos de delitos sexuales, como la producción de pornografía infantil.
Aquí en Chile hay redes donde se utiliza a menores, afectando su indemnidad sexual, porque esa imagen circula por Internet y es muy difícil sacarla. Por eso era necesario establecer dureza para castigar este crimen.
En segundo lugar, hoy en día los condenados por delitos sexuales contra menores pueden, después de dos años en caso de los primerizos, y después de 5 años en el caso de los reincidentes, limpiar sus antecedentes. Ahora van a tener que esperar 10 años para poder hacerlo.
En tercer lugar, el proyecto aumenta las penas para los condenados. Esta pena hoy puede ir de 541 días a cinco a años. Con esta nueva ley, la pena iría de 3 años a 5 años.
Sin duda, este proyecto se trata de un gran avance, pero claramente no es suficiente.
El año pasado tuvimos una avalancha de denuncias por casos de pedofilia en jardines infantiles y colegios. Las cifras son alarmantes. El 2011 hubo cerca de 22 mil denuncias por delitos sexuales, de las cuales 74 % de las víctimas fueron niños.Cada 40 minutos, un niño en Chile es abusado sexualmente, sin contar la cifra negra, porque recordemos que por cada caso, hay 8 que no se denuncian.
Detrás de estos números hay personas, niños que tienen rostros, sueños, sentimientos y un dolor enorme, que piden que alguien los escuche y los proteja frente al abuso sexual. ¿Podemos hacernos los desentendidos frente a este drama que afecta a nuestros niños? ¿estamos priorizando de verdad las demandas de los niños en nuestro país?.
Claramente, la respuesta a estas preguntas es negativa. Por ejemplo, en nuestro país cuando un niño es abusado sexualmente y no hay huella física, se requiere un test de veracidad para probar que su relato es creíble, veraz. Hoy en día hay listas de espera de seis meses a un año para realizar estos peritajes. Eso significa impunidad. Por eso se explica, en mi opinión, que sólo el 13% de los casos terminan en sentencias condenatorias.
Si queremos avanzar, es necesario declarar imprescriptibles los delitos sexuales contra menores de edad. Recordemos que las personas se demoran 20 o 25 años en promedio para denunciar que fueron víctimas de delitos sexuales cuando fueron menores. El paso del tiempo no puede ser sinónimo de impunidad. Así como hay delitos de lesa humanidad, que son imprescriptibles, los delitos de abuso sexual contra menores son tan graves como los crímenes de lesa humanidad, no en razón de que fueron cometidos bajo el amparo del estado, sino en razón que hay un abuso de poder de parte de un adulto hacia un niño.
Es necesario crear un Defensor de los Niños y una Ley de protección Integral de Derechos. ¿Quién defiende hoy a los niños? ¿Existe alguna instancia que sea la voz de los sin voz al igual que hay un Sernac que defiende a los consumidores? La respuesta es negativa.
Queremos avanzar en este tema creando un Defensor, una especie de Pepe Grillo, un ente autónomo a los Gobiernos de turno que pueda defender los derechos de los niños en todas las instancias, que pueda recibir denuncias por el no cumplimiento de la Convención de los Derechos de los Niños.
Hemos avanzado mucho en este problema, pero falta una política integral, con una visión sistémica de conjunto que uniforme a todas las políticas sectoriales relativas a la infancia y así podamos cerrar los espacios de impunidad a los pedófilos y defender los Derechos de los Niños.
Entonces, el llamado es para que el Gobierno, en lo que queda de este periodo, patrocine y de Urgencia a estos proyectos de Ley que hemos presentado para poder tener una legislación que permita decir que en Chile los más pequeños son la prioridad, porque una sociedad se mide por cómo trata a los más débiles, en este caso, a nuestros niños.