Demandando justicia. Así escuchamos al director ejecutivo de la Fundación Jaime Guzmán, Jorge Jaraquemada, en radio Cooperativa.
Hace quince días que vienen anunciando acciones contra el gobierno cubano porque, según ellos, están amparando a los asesinos del senador Jaime Guzmán.
Entregaron una carta en la embajada de Cuba y presionaron a su gobierno para que pusiera el tema en la agenda de los presidentes que participarán en la cumbre Celac – UE.
¿Donde están las voces de la UDI?
¿Demandando justicia para miles de chilenos y chilenas que aún no la encuentran? Me refiero a las víctimas de crímenes de lesa humanidad perpetrados en Chile.
No.
Es que para la UDI, evidentemente hay ciudadanos de primera y segunda clase. Para ellos, además, es natural que así sea. Pero para varios millones de chilenos no lo es. El doble estándar grotesco que vemos en la UDI se hace insostenible y resulta irritante a estas alturas.
No quisiera profundizar en la argumentación que separa nuestras visiones políticas, valóricas y culturales. Quisiera llamar la atención sobre este hecho, que refleja la forma de gobernar de la derecha y especialmente de la UDI, un partido que parece tener una particular influencia en el Poder Ejecutivo, pese a que el presidente Piñera no milita en sus filas. No existe compromiso para buscar justicia para todos y todas en igualdad de condiciones.
Este último punto ha quedado en evidencia muchas veces, y se deja ver cuando se producen este tipo de situaciones. Es acá cuando podemos apreciar la cara del autodenominado “partido popular” (¡qué paradoja!).
Es este y no otro el verdadero rostro de una colectividad que reclama justicia para uno, pero no para miles de compatriotas que fueron víctimas de la dictadura.
Esto es lo que trasciende, por eso la gente no quiere a este gobierno. Es cosa de ver el doble discurso a flor de piel.