La cena del gremio de compañías mineras no fue grata para el Presidente de la República, aparentemente. En su cara y con un claro dejo de reproche, el vocero de las compañías mineras conminó a S.E. a “acelerar” los procedimientos destinados a hacer aprobar diversos megaproyectos mineros que están detenidos, en cierto modo, por diversos estudios de impacto ambiental, recursos de distinta índole y la aplicación del mecanismo de consulta indígena establecido en el Convenio 169 de la OIT.
En cierto modo, Villarino, al hablar en nombre de las mineras le hizo ver al Presidente que estas demoras serían irritantes, pero sobre todo señaló con extrema claridad que “los derechos de estos pueblos (indígenas) no pueden estar por sobre la legislación vigente”, especialmente cuando lo que está en juego es “imperativo del crecimiento”.
El argumento me lo conozco muy bien. Endesa, entre 1997-1998, respecto de la mega-central Ralco (que finalmente terminó des-estructurando parte fundamental de la cultura pehuenche) alegó reiteradamente que el derecho de todos los chilenos a contar con energía eléctrica no podía depender de unos cuantos indios pehuenches… Hubo autoridades regionales de Gobierno que me dijeron lo mismo cuando ejercía como Director Nacional de Conadi y asumí la defensa de los derechos de las comunidades pehuenches ante Ralco.
Volvemos entonces a lo mismo: Chile debe crecer económicamente. Es bueno que crezca y que haya progreso, estando aún pendiente que ese progreso llegue a todos los chilenos.
Lo que no calza es que tengan que ser los Pueblos Indígenas quienes paguen con sus tierras y su cultura el mentado crecimiento de todos los chilenos.¿Por qué?¿Porque son indios?
El racismo subyacente en este tipo de raciocinio no se compadece con las garantías que se otorgan a quienes, no siendo indígenas y se les plantea alguna forma de “sacrificio” ambiental o territorial, se les compensa de manera “digna y privilegiada” porque así rezan sus derechos fundamentales. Pero cuando se trata de los Derechos Indígenas éstos no pueden estar por sobre la legislación vigente, es decir, no tienen el mismo imperio e igualdad. ¿Dónde la vieron?
Esta concepción colonialista era posible hasta hace algunos años atrás. Pero hoy el escenario es otro.
El Convenio 169 es Ley de la República desde el 2009 y entre sus mecanismos de protección está el de la consulta a los pueblos indígenas cuando un megaproyecto afecte su patrimonio territorial. Guste o no a las grandes compañías mineras, tendrán que llegar a acuerdos con nuestros Pueblos Originarios y con los nuevos liderazgos emergentes.
No obstante es importante tomar nota de que una ofensiva para limitar el 169 está en marcha y esto conlleva todo tipo de implicancias.