Ante un mal comportamiento, la madre indignada le dice al niño: “¡Estás castigado, a tu cuarto!”. Sin embargo, pasado un rato lo llama y le levanta el castigo. Es obvio, sigue siendo su hijo y todo lo que quiere es que aprenda la lección y se porte bien.
Eso es lo que le ha sucedido a la Concertación en estas Municipales. La Ciudadanía que le aplicó un duro castigo en las elecciones presidenciales le ha levantado la sanción y, por ende, le da una nueva oportunidad.
Y es que el bloque del arcoiris es hijo de la ciudadanía.Esa que un 5 de octubre de 1988 con un lápiz y un papel permitió el retorno de la democracia.
Hoy, con los resultados conseguidos queda demostrado empíricamente que la irrupción de la Derecha en el gobierno se debió a un voto de castigo y no al convencimiento de la gente por una opción distinta a la de la centro-izquierda democrática.
Pueden venir ahora muchos análisis electorales, pero lo concreto es que a lo largo del país hay muchos alcaldes electos de la oposición que deben demostrar que se tomó nota de los errores y que es posible enmendarlos para ser nuevamente una opción de gobierno en 2013.
Lo preocupante, eso sí, es que casi el 60% de la ciudadanía no participó en las elecciones con su voto. Es una señal de que hay que trabajar en recuperar la confianza en la política y los políticos y eso sólo puede hacerse con trabajo, transparencia y vocación de servir a los demás y no servirse del poder.
Volver a ser castigados por la ciudadanía sería el peor error no únicamente para las colectividades sino para la propia democracia.