Una de las características de la política chilena en los últimos 60 años es su versatilidad y la cantidad de veces que habiéndose dado por muertos políticamente a partidos políticos, coaliciones o simples personeros vuelven a estar vivos y pujantes.
Así sucedió con el Partido Radical el año 1952 en que luego de ser arrasado por el triunfo Ibañista, varios años después participa en el gobierno de Allende y hoy tiene una pre candidatura presidencial.
Lo mismo ocurrió con los viejos partidos conservador y liberal que siendo aniquilados en el año 1965, hoy representan la misma derecha en el Gobierno del Presidente Piñera.
Tampoco debemos olvidar lo que sucedió en la década del 30, 40 y 50 en que varios personeros políticos o partidos de distinta nominación perdieron el poder que tenían para luego renacer con una mayor fuerza de lo que uno podía haber pensado en esta evolución.
Hace menos de una semana un distinguido senador afirmó con rotunda seguridad: “Llegó la hora de hacer el ritual de la muerte de la Concertación”. En este caso específico los dichos deberían ser más precisos pues él pertenece a la Concertación, ya que fue elegido conforme las últimas elecciones senatoriales por esta combinación y asiste a los almuerzos semanales de ella en el Senado. Se trata así de un suicidio asistido.
Esta frase me recuerda la irónica pregunta de José Stalin cuando en los trámites para lograr una buena relación con el Papa preguntó a sus corifeos ¿Cuántas divisiones tiene el Papa para saber cómo debemos tratarlo?
Es, además una afirmación que carece de solidez. Según decía mi viejo profesor de filosofía en casos como éste es necesario apuntar a una frase distinta ¿Cuánto demora un cuerpo en morir? Según la Anatomía es variable y no todos los órganos y células mueren al mismo tiempo.
Para mí que éstas son disquisiciones porque lo que verdaderamente vale en política es lo que señalaba el padre Stalin. Entonces las preguntas son: ¿cuántos senadores tenemos como Concertación? 19, ¿cuántos diputados? 52, ¿dirigentes regionales, dirigentes estudiantiles, grandes luchadores y dirigentes poblacionales? muchos con distinta duración pero existen y por lo tanto son.
También es correcto utilizar otra frase famosa, como esa con la que empiezo esta nota, para comentar la realidad y los dichos como señalaba el poeta andaluz “los muertos que vos matasteis gozan de buena salud”. Cuidado pues con las palabras, las alegorías, las predicciones y las similitudes.
Entiendo el sentido de la sentencia pero ¿no será que de repente lo que nos falta es fraternidad para no enterrar a los muertos antes que mueran?
Mi viejo mentor del campo angelino don Pedro Urdemales me dijo una vez: “hablando de muertos señor, hay algunos que levantan adobes y vivos que se hacen los muertos. No mire tanto patrón a los que Ud. quisiera ver muertos porque no sea que en la familia de los supuestos muertos lo que quieren es que el muerto sea usted.”