02 ene 2012

CEP y la ética

La última encuesta el Centro de Estudios Públicos – cuyo sub director acaba de asumir como ministro de Educación – revela aspectos duros de la realidad nacional. Quedarnos con la baja de Piñera es sumirnos en la anécdota y, de cierto modo, olvidar lo principal.

La baja ostensible de las cúpulas partidarias, el rechazo de las dos coaliciones políticas más importantes, el estancamiento de la izquierda a pesar del éxito mediático de sus dirigentes estudiantiles, el desprestigio creciente de las iglesias, de los jueces, de las policías, de los fiscales, de los empresarios, de las organizaciones gremiales, es la manifestación más aguda de una crisis social que afecta a la casi totalidad de las instituciones.

Cada día menos chilenos creen en las organizaciones sociales y políticas y se van sintiendo alejados de sus dirigentes – si es que así se les puede llamar aunque cada vez dirijan menos – pero no están generando nuevas instituciones.

Cuando los poderes del Estado llegan al extremo de desvalorizar la democracia dejando el voto como algo simplemente voluntario, termina por consolidarse el desapego hacia las tareas que la sociedad puede pedirle a los ciudadanos. Habrá mucho tiempo para lamentar esa decisión, aunque sea muy tarde para arrepentirse.

Crisis de las instituciones, falta de apego a las organizaciones son ingredientes de un producto peligroso: el populismo, con todas sus secuelas de totalitarismo, desorden, pérdidas económicas.

El problema central es la falta de credibilidad, de confianza hacia las instituciones y las personas que las dirigen.

Cuando al presidente de la República no se le cree, no hay certeza alguna de que haya otros a quienes se puede considerar como serios o líderes verdaderos.

Por mucho que algunos de estos sujetos “mejor evaluados” alcancen altos porcentajes, ello tiene que ver más con efectos de acciones mediáticas que con solidez verdadera.

Sin el accidente de Juan Fernández, Allamand no figuraría; sin el de los mineros, Golborne sería uno de los que habría debido salir en el cambio anterior. Si Bachelet se hubiera quedado para comprometerse con la acción política, estaría poco más arriba que Frei y se mantiene sólo por su lejanía que la convierte en una especie de “madre mítica”.

El problema principal – la falta de confianza – tiene que ver con la forma en que se comportan los dirigentes de la sociedad.

Cuando los que mandan no son creíbles y hay claras manifestaciones de que los que mandan no tiene parámetros éticos mínimos, los ciudadanos ven alejarse los principios rectores de un buen comportamiento y pueden llegar a sentir que todo está autorizado.

Una clara manifestación de ello es lo que ha pasado en el fútbol, donde ciertos periodistas y comentaristas han considerado “normal” o “sin importancia” una de las acciones de dirigentes “deportivos” – por nombrar así a los empresarios y especuladores que se han hecho dueños de los clubes de fútbol – más graves del último tiempo.

Me refiero a la negociación anticipada que hicieron dirigentes del club llamado “Universidad de Chile” con jugadores de la “Universidad Católica” días antes que ambos clubes debieran disputar una semifinal.

Los dirigentes de la U ofrecieron jugosos contratos a dos de los mejores jugadores de la UC y llegaron a un acuerdo ANTES de los partidos. Ambos jugadores sabían que se estaban enfrentando a su próximo club, el que estaba pretendiendo ser bicampeón del fútbol chileno.

¿Eran libres de jugar tranquilamente y derrotar al que de pronto se convertiría en su nuevo patrón con ingresos de más del doble de lo que les pagaba a la UC? (Sin olvidar los demás beneficios que tendrán por estar en la vitrina que el nuevo club les ofrecerá).

Entonces no es raro que ambos jugadores hayan abandonado la cancha “lesionados” a poco andar del partido.

Y el dilema siguió. ¿Quién fue más correcto, Meneses que siguió lesionado y no jugó o Cereceda que jugó el segundo partido a media máquina?

Lo grave no es sólo que todas las personas involucradas hayan actuado mal, sino además que para los periodistas especializados el hecho ni siquiera ha merecido comentarios.

Si esto pasa en el ámbito del deporte – además de lo que pasa en los partidos, las iglesias, las policías, los jueces – ¿qué nos va quedando?

Tal vez que todos votemos para hacer cambios más profundos.

Feliz 2012.

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  • http://twitter.com/melqui1945 Melquisedec Gonzàlez

    Se le olvidò Sr. Hales que las fuerzas  armadas tambièn deben estar desprestigiadas ante los ojos de los chilenos. Lo que esperan los chilenos de las movilizaciones del pasado año 2011, es que la ex presidenta Bachelet exprese su deseo de volver a ser nuestra presidenta y que elija a los lideres de las movilizaciones, mayores de edad como condiciòn exigible, ya que demostraron su inteligencia y capacidad, como sus colaboradores de confianza. Dichos chilenos movilizados esperan que a partir de las elecciones municipales pasen a sus lìderes, aquellos chilenos que llevaron la voz cantante en todas las ciudades de Chile. Todos esos lìderes deben ponerse de acuerdo detràs de un programa de gobierno muncipal y nacional, elaborado por ellos mismos. Deben reunirse representantes de juntas de vecinos, de gremios profesionales y tècnicos, de gremios empresariales sin antecedentes especulativos, codiciosos, usureros, explotadores, de federaciones estudiantiles, de federaciones sindicales, de asociaciones culturales y deportivas, etc…Tarea gigante pero que puede hacerse, porque los chilenos no somos tontos, ignorantes e incapaces.

  • http://twitter.com/melqui1945 Melquisedec Gonzàlez

    Se le olvidò Sr. Hales que las fuerzas  armadas tambièn deben estar desprestigiadas ante los ojos de los chilenos. Lo que esperan los chilenos de las movilizaciones del pasado año 2011, es que la ex presidenta Bachelet exprese su deseo de volver a ser nuestra presidenta y que elija a los lideres de las movilizaciones, mayores de edad como condiciòn exigible, ya que demostraron su inteligencia y capacidad, como sus colaboradores de confianza. Dichos chilenos movilizados esperan que a partir de las elecciones municipales pasen a sus lìderes, aquellos chilenos que llevaron la voz cantante en todas las ciudades de Chile. Todos esos lìderes deben ponerse de acuerdo detràs de un programa de gobierno muncipal y nacional, elaborado por ellos mismos. Deben reunirse representantes de juntas de vecinos, de gremios profesionales y tècnicos, de gremios empresariales sin antecedentes especulativos, codiciosos, usureros, explotadores, de federaciones estudiantiles, de federaciones sindicales, de asociaciones culturales y deportivas, etc…Tarea gigante pero que puede hacerse, porque los chilenos no somos tontos, ignorantes e incapaces.

  • http://twitter.com/melqui1945 Melquisedec Gonzàlez

    ESTUOIDOS QUE TIENEN QUE DAR VISTO BUENO A COMENTARIOS INTELIGENTES VERDADEROS Y JUSTOS

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