El instructivo del exclusivo Club de Golf las Brisas de Chicureo sobre la obligatoriedad de las nanas de usar uniforme, los dichos del abogado en DD.HH diputado, Hugo Gutiérrez sobre la condición de judío del ministro del Interior, los escándalos por la eventual legalizaciones de las uniones de hechos, el cuestionamiento del gobierno a movilizarse con medidas represivas y un alcalde que realiza un homenaje a un torturador y tantos otros ejemplos que hemos visto este 2011, son el reflejo del Chile que no queremos.
No queremos un Chile discriminador de las mujeres, los pueblos originarios, las religiones y las minorías sexuales.
No queremos un Chile clasista, xenófobo, inquisidor con las minorías, con los otros, con quienes son distintos.
No queremos un Chile en que existan ciudadanos de primera y de segunda categoría, sólo por haber nacido en determinada familia, con determinado apellido o determinada comuna.
Esta es el Chile que no queremos. Los recuentos del año 2011 estarán marcados por la lucha del movimiento estudiantil, la tragedia en Juan Fernández, la histórica inscripción automática y la cada vez más cercana carrera presidencial.
Cuando hacemos balances, siempre se analizan los hechos concretos, objetivos, poco análisis de lo subterráneo, del tipo de sociedad que somos, del legado que le estamos dejando a nuestros hijos, de las cosas que no se ven, pero que se sienten. Si se realizara una encuesta, la mayoría de los ciudadanos no estaría satisfecho con este Chile segregado, dividido, poco inclusivo y discriminador.
Siempre los términos de años son un punto de inflexión para hacer análisis y recuentos.
El 2012 se plantea como un año de grandes desafíos y cambios en la sociedad; vendrán las elecciones municipales y con ello el reacomodo de las fuerzas políticas con reglas del juego diferente como es el voto voluntario, lo cual pondrá un gran desafío a los partidos y candidatos a persuadir a los votantes con una propuesta clara y una forma de gobernar que los impulse a sufragar.
Comenzará fuertemente la campaña presidencial y esperamos que se materialicen los anhelos de igualdad liderados por los estudiantes.
En campaña muchos serán los candidatos que prometerán contribuir a construir una sociedad más justa e igualitaria, pero el tema de fondo pasa mucho más allá de las promesas, pasa por lo que le estamos transmitiendo a las futuras generaciones.
Humberto Maturana dijo que el futuro de la humanidad no son los niños, somos los adultos con quienes ellos crecen. El desafío está en nosotros.