Me resultó extraño y lejano el discurso del Presidente ante la Asamblea de las Naciones Unidas. Con excepción de los temas internacionales, el resto de su discurso no corresponde a lo que cerca de cumplir ya la mitad de su período, pudiera interpretarse como las orientaciones principales de su gobierno.
¿Cómo hablar de “una causa noble, grande y humana” para referirse a las demandas estudiantiles y después de cuatro meses de paro y tomas de establecimientos no haber sido capaz de asumir el liderazgo que corresponde y por el contrario haber intentado todo tipo de presiones y amenazas justamente para desmovilizar una causa tan “noble, grande y humana”?
Perdón, pero no calza.
No está demás seguir recordando que el fondo de las reformas educacionales solicitadas, no tiene como sustento un mayor financiamiento para el sistema, sino que sus bases son: educación de calidad para todos sin importar el nivel de ingresos de la familia y el término del lucro en la educación, en particular el que es producto de recursos fiscales.
El gobierno no ha sido capaz de sentarse a conversar estos temas con los actores organizados y la causa principal es ideológica: el gobierno no está de acuerdo en modificar el actual sistema, entregándole un rol mayor y más preponderante al Estado.
Esta causa “noble, grande y humana” choca frontalmente con la ideología de la derecha, eso es lo que impide que el gobierno abra las puertas al diálogo para buscar y encontrar caminos de acuerdo.
¿Se puede hablar de libertad para emprender, cuando el tema puesto sobre la mesa hoy en Chile es como disminuir o terminar con la tasa (de interés) máxima convencional que implica justamente que quienes deciden un emprendimiento si recurren a financiamiento, deben cancelar tasas de hasta UF + 47 anual.
¿Hay algún proyecto o inversión que pueda sostener un costo financiero de esta magnitud?
La libertad para emprender es letra muerta, sólo accesible para quienes poseen grandes capitales o la riqueza suficiente que les permite negociar tasas en el sistema financiero, esto corresponde a menos del 5% de la población.
El resto sabe que ser un emprendedor significa trabajar para el sistema financiero o como proveedor de las grandes cadenas que determinan a su arbitrio condiciones de venta y plazos para pagar.
Los emprendedores en Chile son fundamentalmente pobres que trabajan por cuenta propia.
Nuestro ingreso a la OCDE ha tenido como principal efecto, dar cuenta de los numerosos atrasos que tenemos en particular en todo lo que tiene relación con gasto social, acceso a bienes públicos y fundamentalmente inequidades del modelo.
El Presidente describió un país distinto al que gobierna y lo que es peor un diseño y unas orientaciones que no son compartidas por la alianza que lo sustenta en el poder.
Así será difícil avanzar.