06 sep 2011

El relato versus la utopía

Cien años atrás, Chile vivía en tensión social.

Existían grandes obras públicas por doquier, una economía de materias primas abierta al mundo y una casta adinerada que no pagaba impuestos. El sistema electoral dejaba mucho que desear y los grupos populares vivían en miserable condición.

Crónicas conservadoras, hablan del “pesimismo” con miras al centenario. El terremoto de Valparaíso en 1906 dejó en claro el verdadero Chile.

Somos hoy la generación chilena del bicentenario y vemos cómo la cuestión social sigue en deuda. Ni la salud, educación o la industria son prioridad de Estado, se apela hoy sólo a un “relato” y con ese fruto ligero, se contentan muchos.

Lo que necesitamos, si queremos recuperar anhelos en nuestra gente, es una utopia de siglo XXI que unifique nuestro trabajo. Valentín Letelier fue tras una y estuvo años en Alemania estudiando su modelo educacional, gracias a lo cual hasta hoy se recuerda con bastante nostalgia el Chile poblado de liceos de calidad en regiones hasta 1980.

Basta ponderar qué país queremos ser para los próximos 20 años. Al ritmo actual, podríamos ser un Portugal,  de bajo indicador igualitario de Europa, o en el mejor esfuerzo, mirar hacia los países nórdicos.

Suecia, es hoy una nación justa no gracias a revoluciones armadas de derecha. Nuestra utopía, aunque los ortodoxos del modelo chileno se rían, debería ser acercarnos a lo que ese país logró.

Hace un siglo en Suecia la pobreza, la miseria y la enfermedad eran lo común. Hoy exhibe un bienestar basado en la igualdad, empleo, servicios sociales eficientes y una mínima distancia entre ricos y pobres. El exitoso crecimiento económico social sueco, surgió de un acuerdo nacional en que todos cedieron, sobre todo los poderosos.

Antes de 1938, los enfrentamientos en ese país, obligaron al Estado a amenazar con su autoridad para poner orden en el mercado. Empresarios y trabajadores, temiendo perder poder frente a éste, consideraron que era mejor llegar a un pacto.

A diferencia del resto de Europa, donde se nacionalizaba la industria y cundía el estatismo totalitario, las negociaciones de dos años de los suecos llegaron a buen puerto y surgió el “Acuerdo de Saltsjöbaden”.

Esta convención generó varios aspectos positivos:

Los sindicatos deben avisar por adelantado cualquier movilización, dando tiempo para negociar, lo que ayuda a la estabilidad y la planificación económica.

Se generó un “Fondo de Reserva de Inversiones” donde las empresas, pueden invertir hasta la mitad de sus beneficios en éste antes de ser sometidos a impuestos. El gobierno, usa ese capital para estabilizar fluctuaciones del mercado.

Se instauraron medidas para bajar los impuestos a las empresas bajo la lógica “empresas millonarias, pero no individuos súper acaudalados”.

Creación de procesos consultivos, llamados Remiss, que constituyen comisiones investigadoras cuando una amenaza se cierne sobre la economía. La recomendación de éstas es resultado de una decisión consensuada, con medidas en que “todos ganan algo”.

Esta forma de resolver la cuestión social, ayudó en los sesenta a desmantelar la industria naval sueca, que no podía competir con oriente.

El gobierno, lideró el reciclaje del obrero naval y construyó nuevas industrias automotrices cerca de los astilleros. Hoy Volvo vende autos a los estadounidenses.

Este acuerdo, movilizó el poder industrial sueco en tiempos de paz como sólo lo haría una dictadura. Ni la “crisis del modelo sueco”, el período “liberal” (1991-1995) o el ingreso a la UE han podido desmantelar la estabilidad.

Sabemos, que los ortodoxos del modelo chileno criticarán éste sueño hecho realidad en ese país. Sin embargo, los suecos, lo consiguieron bajo convulsión social, por ello nuestra estabilidad en Chile es un diamante por pulir.

Nuestro país ya clonó ortodoxamente en los años ochenta y los resultados están a la vista.

Hay que dejar de lado fatalismos y aspirar a una utopía. Avanzar hacia un Chile próspero y justo, pasa por un acuerdo nacional para superar las desigualdades e inequidades porque son una bomba de tiempo.

Aspiro, al menos, a elevar una utopía para mi país, en tiempos en que muchos sólo se conforman con relatos.

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  • http://twitter.com/dvisuales Desechosvisuales

    Felicitaciones por el Post, y como bien dices este tema excede con creces al llamado “relato”, Chile como sociedad está evolucionando y necesita más que palabras y me parece muy justo llamarle utopia, pues sin sueños a donde llegaríamos..?

  • http://twitter.com/dvisuales Desechosvisuales

    Felicitaciones por el Post, y como bien dices este tema excede con creces al llamado “relato”, Chile como sociedad está evolucionando y necesita más que palabras y me parece muy justo llamarle utopia, pues sin sueños a donde llegaríamos..?

  • tirso troncoso

    Interesante aporte, conocer de aquellas realidades que han podido construir sociedades más inclusivas e igualitarias. Creo que utopía y relato no son excluyentes, N. Lechner afirmaba que es lo imposible lo que ordena lo posible,esa es la función de la utopía. El problema de la derecha al buscar un relato es que quiere que el posible se eternice utópicamente.

    • Anónimo

      Nada más de acuerdo contigo Tirso, creo que la responsabilidad de no haber llegado a una solución de la cuestión social pasa por las caracteristicas de la elite chilena y del tercer mundo. Cada componente de ésta, sufre los estragos de no haber conocido la revolución industrial y en estas dos décadas se ha conformado con sólo tener un relato que vender en tiempos de campaña electoral.

  • tirso troncoso

    Interesante aporte, conocer de aquellas realidades que han podido construir sociedades más inclusivas e igualitarias. Creo que utopía y relato no son excluyentes, N. Lechner afirmaba que es lo imposible lo que ordena lo posible,esa es la función de la utopía. El problema de la derecha al buscar un relato es que quiere que el posible se eternice utópicamente.

    • RodrigoQuintana

      Nada más de acuerdo contigo Tirso, creo que la responsabilidad de no haber llegado a una solución de la cuestión social pasa por las caracteristicas de la elite chilena y del tercer mundo. Cada componente de ésta, sufre los estragos de no haber conocido la revolución industrial y en estas dos décadas se ha conformado con sólo tener un relato que vender en tiempos de campaña electoral.

  • http://www.facebook.com/profile.php?id=650368592 Francisco Rojas Quintana

    El acuerdo que sea, debe partir por una reforma tributaria. Los países desarrollados son lo que son, en gran parte, porque en ellos los impuestos apuntan a una distribución equitativa de la riqueza. No basta con becas, subsidios u otras herramientas, las necesidades de la población se cubren con ingresos que provengan del trabajo de todos los grupos involucrados en el progreso de un país. Salud, educación y trabajo dependen de la visión de justicia y solidaridad que tiene un pueblo.

    • Anónimo

      Estoy de acuerdo, la clave es trabajar la equidad y combatir la desigualdad. Los impuestos son una parte del cuento, otro es el fomento moderno del trabajo y la industria. Suecia logró un acuerdo entre capital y trabajo que benefició toda la convivencia. No deja de ser un misterio cómo lograron convencer a los poderosos de que ese era el mejor negocio. Ese país carece de un Hollywood como para haber esparcido las claves de su modelo.

  • http://www.facebook.com/profile.php?id=650368592 Francisco Rojas Quintana

    El acuerdo que sea, debe partir por una reforma tributaria. Los países desarrollados son lo que son, en gran parte, porque en ellos los impuestos apuntan a una distribución equitativa de la riqueza. No basta con becas, subsidios u otras herramientas, las necesidades de la población se cubren con ingresos que provengan del trabajo de todos los grupos involucrados en el progreso de un país. Salud, educación y trabajo dependen de la visión de justicia y solidaridad que tiene un pueblo.

    • RodrigoQuintana

      Estoy de acuerdo, la clave es trabajar la equidad y combatir la desigualdad. Los impuestos son una parte del cuento, otro es el fomento moderno del trabajo y la industria. Suecia logró un acuerdo entre capital y trabajo que benefició toda la convivencia. No deja de ser un misterio cómo lograron convencer a los poderosos de que ese era el mejor negocio. Ese país carece de un Hollywood como para haber esparcido las claves de su modelo.

  • http://www.facebook.com/karo.delavega Karo De la Vega

    oooooooh, esta demasiado interesante !!!

  • http://www.facebook.com/karo.delavega Karo De la Vega

    oooooooh, esta demasiado interesante !!!

  • Anónimo

    Estimado Rodrigo.

    Excelente analisis de lo que un pais puede llegar a ser o a hacer si se cumplen ciertos requisitos para lograrlo.

    Al Sur del Rio Grande, vive un cumulo de republicas que han nacido despues de la llegada de la Corona Hispana a estas tierras.

    La Historia de Chile esta plagada de hechos y situaciones, que nos legaron los conquistadores y hoy dia estamos pagando por ellos.

    En Chile existen dos grupos sociales irreconciliables. El que lo posee todo y el que nada tiene y mira con desconsuelo y frustracion al que solo le da migajas.

    Como poder convencer a estos dos grupos para que se realice el milagro de la reconciliacion y asi poder llegar a esa UTOPIA que Ud. tan bien describe.

    Mi pensamiento me lleva a escribir algo que siempre me ha preocupado.

    Sera la herencia recibida de un pais que fue riquisimo, para luego ser uno de los mas pobres de Europa y que hoy dia a pesar de sus diferencias etnicas e internas son un pais prospero y desarrollado.? (me refiero a Espana).

    Vivo en un pais americano -anglosajon (Canada) y veo la diferencia abismal con Chile. Somos un pais de no mas de 35 millones de hab. siempre estamos necesitando emigrantes y de diferentes paises del mundo, cuando viajo a Chile me siento desharraigado, no encajo en mi pais, veo tantos defectos que quisiera irme tan rapido a como llegue. lo defiendo en lo foros de los diarios chilenos, creo en la justicia social, discuto, pero como Ud. bien escribe Chile esta sentado en una bomba de tiempo y estos dos grupos deberan desactivarla y ahora.

    Fui tambien joven y tenia ideales, defiendo a estos jovenes estudiantes que tienen ideales, quieren un Chile diferente,

    Denle a ellos lo que piden ….educacion….la unica forma de crear un Chile mas justo.

    El grupo del dinero sigue repitiendo lo mismo del pasado, hablan de comunistas, resentidos, como si entendieran lo que es el comunismo un sistema de gobierno UTOPICO que no se puede dar por la imperfeccion del hombre y por eso va al fracaso, no solo el comunismo, o el capitalismo o cualesquier forma de gobierno si el hombre lo corrompe por falta de HONESTIDAD en las relaciones humanas.

    El milagro sueco ha sido posible gracias a la educacion, y la reconcilacion de esos dos grupos antagonistas que se dieron cuenta que era mejor unirse para lograr el bienestar de todo el pais.

    Es egoista el que habita Chile, tal vez si, tal vez no. Veremos en esta Teleton a miles de chilenos dando su aporte para ayudar en el dolor de los que necesitan una protesis para caminar, asir algo etc. Tambien las grandes tienda pero estas lo hacen no porque les nace dar sino porque lo que dan lo deducen de sus impuestos, pero los trabajadores de esas grandes empresas son los que se desprenden para dar y dar hasta que duela.

    Rodrigo, como me gustaria que los empresarios ricos de mi pais llegaran a un ACUERDO NACIONAL con sus trabajadores tratandolos como socios que aportan su trabajo y de las utilidades de las empresas repartir un 5% de sus utilidades con ellos.

    Sabia Ud. que el Banco Sud Americano tenia esa politica hasta antes del golpe?

    Sus trabajadores eran socios del banco y el repartia un 5 % de sus utilidades con ellos?

    Todos trabajaban para producir mas ganancias para sus empleadores con el consiguiente beneficio para ellos.

    Esto quiero para mi Chile.

    Cordialmente.

    • Anónimo

      Estimado Raúl Aceiton:

      Tenemos en Chile una elite que se compone de diversos grupos. Están los
      industriales (minoritarios), los comerciantes (mayoritarios), pero también
      incluyo en ésta a los grupos de izquierda, de los cuales están a su vez
      atomizados, unos disfrutan hoy los beneficios del modelo chileno luego de 2
      décadas gobernándolo y sienten que no había otra forma de salir de la pesadilla
      de la dictadura, mientras la otra izquierda se mantuvo crítica y desconfiada.
      No hay que olvidar el tipo de iglesia que tenemos y al centro político
      desprendido de ella para entender a todos los integrantes de la elite.

      Por elite entiendo todos esos sectores y la responsabilidad que les atañe.
      Posen mejor educación que los demás, recursos y  nexos de los que carecen las personas de clase
      media y trabajadora. 

      Los países del tercer mundo tienen elites que luchan por mantener sus
      privilegios, a diferencia de las del primer mundo que deben dar lo mejor a sus
      habitantes para, como nación, competir en los mercados. Nuestra elite es
      colonial y no vivó una revolución industrial.

      Una actitud contraria al progreso no es sólo patrimonio de la derecha. Es fácil
      identificar a ésta como la responsable total de nuestras inequidades, porque
      son los que han tenido siempre el poder y lo han ejercido con puño de acero.
      Sin embargo, he visto actitudes coloniales  también en personeros de la
      nueva izquierda en estas dos décadas, los he visto tratar mal a sus
      subordinados y no distanciarse mucho de los patrones que dicen apuntar con la
      izquierda, mientras cobran con la derecha.

      El desafio se amplía, entonces, a toda la elite, la de izquierda, la de derecha
      y los del centro. Los suecos no son un país de elfos perfectos, pero tienen un
      modelo que funciona y que a pesar de todo, no veo imposible, de lo contrario
      mejor cerramos el boliche. Algún día la elite chilena deberá entender que el
      mejor negocio vendrá si se logra lo que esos países consiguieron.

      Chile es un país valioso y estable, sin guerrillas, secuestros, analfabetismo,
      desnutrición, guerras civiles, delincuencia desbordada. Ha desperdiciado 20
      años de paz social administrando un modelo errado, eso sí.

       

      La clave para lograr estos sueños, creo que pasa por la
      ética también, que es otro componente de la revolución industrial y el progreso.
      En sencillo, se trata de no depredarse entre iguales, entre compatriotas. Nuestras
      elites predican pero no practican mucho, al respecto. Aún así, Chile es un país
      donde la corrupción es controlable o combatible. No es un caso perdido, aunque
      acá impera la ley de la selva por decirlo de forma elegante.

       

      Si la elite sintonizara con su pueblo dejaría de achacarle a
      éste todos los vicios. La elite dice que los trabajadores son flojos, ebrios,
      ladrones y feos. También, que la gente de clase media se dedica a “sacar la
      vuelta” en el trabajo.

       

      Ignoran o no desean ver que cuando el trabajador chileno
      sale a países del primer mundo es valorado como un trabajador excelente, como
      un empleado esforzado, ingenioso y leal. Claro, porque en esos países no los hacen
      trabajar 12 horas sin prestaciones sociales y los tratan con altos índices de
      respeto. En esos países, todo lo que en Chile es un NO, se convierte en un SI,
      en salud, educación, esparcimiento, cultura, trabajo.

       

      Por lo común la elite chilena dice que no podemos emular a
      esos países del primer mundo en la cuestión social porque son países
      millonarios. Nada más falso. Mientras dice eso, la elite de acá sí se da el
      lujo de vivir en el primer mundo sin pagar impuestos, mientras el resto se debe
      conformar con vivir en el tercero de Plaza Italia al poniente financiando el Estado
      con el IVA.

       

      Pero la idea no es ser valorado en la casa del frente,
      tenemos derecho a ser herreros con cuchillos de calidad en nuestra propia casa.

       

      Como buena sociedad sin revolución industrial, la elite de
      Chile se queda siempre en el relato, a media marcha hacia la utopía,  porque sabe que deberá abandonar privilegios
      si se da la tarea de resolver la cuestión social de una vez por todas.

       

      Gracias por valorar el esfuerzo de la columna

      Rodrigo Quintana Ortega

  • RaulFernandoAceitonAguilar

    Estimado Rodrigo.

    Excelente analisis de lo que un pais puede llegar a ser o a hacer si se cumplen ciertos requisitos para lograrlo.

    Al Sur del Rio Grande, vive un cumulo de republicas que han nacido despues de la llegada de la Corona Hispana a estas tierras.

    La Historia de Chile esta plagada de hechos y situaciones, que nos legaron los conquistadores y hoy dia estamos pagando por ellos.

    En Chile existen dos grupos sociales irreconciliables. El que lo posee todo y el que nada tiene y mira con desconsuelo y frustracion al que solo le da migajas.

    Como poder convencer a estos dos grupos para que se realice el milagro de la reconciliacion y asi poder llegar a esa UTOPIA que Ud. tan bien describe.

    Mi pensamiento me lleva a escribir algo que siempre me ha preocupado.

    Sera la herencia recibida de un pais que fue riquisimo, para luego ser uno de los mas pobres de Europa y que hoy dia a pesar de sus diferencias etnicas e internas son un pais prospero y desarrollado.? (me refiero a Espana).

    Vivo en un pais americano -anglosajon (Canada) y veo la diferencia abismal con Chile. Somos un pais de no mas de 35 millones de hab. siempre estamos necesitando emigrantes y de diferentes paises del mundo, cuando viajo a Chile me siento desharraigado, no encajo en mi pais, veo tantos defectos que quisiera irme tan rapido a como llegue. lo defiendo en lo foros de los diarios chilenos, creo en la justicia social, discuto, pero como Ud. bien escribe Chile esta sentado en una bomba de tiempo y estos dos grupos deberan desactivarla y ahora.

    Fui tambien joven y tenia ideales, defiendo a estos jovenes estudiantes que tienen ideales, quieren un Chile diferente,

    Denle a ellos lo que piden ….educacion….la unica forma de crear un Chile mas justo.

    El grupo del dinero sigue repitiendo lo mismo del pasado, hablan de comunistas, resentidos, como si entendieran lo que es el comunismo un sistema de gobierno UTOPICO que no se puede dar por la imperfeccion del hombre y por eso va al fracaso, no solo el comunismo, o el capitalismo o cualesquier forma de gobierno si el hombre lo corrompe por falta de HONESTIDAD en las relaciones humanas.

    El milagro sueco ha sido posible gracias a la educacion, y la reconcilacion de esos dos grupos antagonistas que se dieron cuenta que era mejor unirse para lograr el bienestar de todo el pais.

    Es egoista el que habita Chile, tal vez si, tal vez no. Veremos en esta Teleton a miles de chilenos dando su aporte para ayudar en el dolor de los que necesitan una protesis para caminar, asir algo etc. Tambien las grandes tienda pero estas lo hacen no porque les nace dar sino porque lo que dan lo deducen de sus impuestos, pero los trabajadores de esas grandes empresas son los que se desprenden para dar y dar hasta que duela.

    Rodrigo, como me gustaria que los empresarios ricos de mi pais llegaran a un ACUERDO NACIONAL con sus trabajadores tratandolos como socios que aportan su trabajo y de las utilidades de las empresas repartir un 5% de sus utilidades con ellos.

    Sabia Ud. que el Banco Sud Americano tenia esa politica hasta antes del golpe?

    Sus trabajadores eran socios del banco y el repartia un 5 % de sus utilidades con ellos?

    Todos trabajaban para producir mas ganancias para sus empleadores con el consiguiente beneficio para ellos.

    Esto quiero para mi Chile.

    Cordialmente.

    • RodrigoQuintana

      Estimado Raúl Aceiton:

      Tenemos en Chile una elite que se compone de diversos grupos. Están los
      industriales (minoritarios), los comerciantes (mayoritarios), pero también
      incluyo en ésta a los grupos de izquierda, de los cuales están a su vez
      atomizados, unos disfrutan hoy los beneficios del modelo chileno luego de 2
      décadas gobernándolo y sienten que no había otra forma de salir de la pesadilla
      de la dictadura, mientras la otra izquierda se mantuvo crítica y desconfiada.
      No hay que olvidar el tipo de iglesia que tenemos y al centro político
      desprendido de ella para entender a todos los integrantes de la elite.

      Por elite entiendo todos esos sectores y la responsabilidad que les atañe.
      Posen mejor educación que los demás, recursos y  nexos de los que carecen las personas de clase
      media y trabajadora. 

      Los países del tercer mundo tienen elites que luchan por mantener sus
      privilegios, a diferencia de las del primer mundo que deben dar lo mejor a sus
      habitantes para, como nación, competir en los mercados. Nuestra elite es
      colonial y no vivó una revolución industrial.

      Una actitud contraria al progreso no es sólo patrimonio de la derecha. Es fácil
      identificar a ésta como la responsable total de nuestras inequidades, porque
      son los que han tenido siempre el poder y lo han ejercido con puño de acero.
      Sin embargo, he visto actitudes coloniales  también en personeros de la
      nueva izquierda en estas dos décadas, los he visto tratar mal a sus
      subordinados y no distanciarse mucho de los patrones que dicen apuntar con la
      izquierda, mientras cobran con la derecha.

      El desafio se amplía, entonces, a toda la elite, la de izquierda, la de derecha
      y los del centro. Los suecos no son un país de elfos perfectos, pero tienen un
      modelo que funciona y que a pesar de todo, no veo imposible, de lo contrario
      mejor cerramos el boliche. Algún día la elite chilena deberá entender que el
      mejor negocio vendrá si se logra lo que esos países consiguieron.

      Chile es un país valioso y estable, sin guerrillas, secuestros, analfabetismo,
      desnutrición, guerras civiles, delincuencia desbordada. Ha desperdiciado 20
      años de paz social administrando un modelo errado, eso sí.

       

      La clave para lograr estos sueños, creo que pasa por la
      ética también, que es otro componente de la revolución industrial y el progreso.
      En sencillo, se trata de no depredarse entre iguales, entre compatriotas. Nuestras
      elites predican pero no practican mucho, al respecto. Aún así, Chile es un país
      donde la corrupción es controlable o combatible. No es un caso perdido, aunque
      acá impera la ley de la selva por decirlo de forma elegante.

       

      Si la elite sintonizara con su pueblo dejaría de achacarle a
      éste todos los vicios. La elite dice que los trabajadores son flojos, ebrios,
      ladrones y feos. También, que la gente de clase media se dedica a “sacar la
      vuelta” en el trabajo.

       

      Ignoran o no desean ver que cuando el trabajador chileno
      sale a países del primer mundo es valorado como un trabajador excelente, como
      un empleado esforzado, ingenioso y leal. Claro, porque en esos países no los hacen
      trabajar 12 horas sin prestaciones sociales y los tratan con altos índices de
      respeto. En esos países, todo lo que en Chile es un NO, se convierte en un SI,
      en salud, educación, esparcimiento, cultura, trabajo.

       

      Por lo común la elite chilena dice que no podemos emular a
      esos países del primer mundo en la cuestión social porque son países
      millonarios. Nada más falso. Mientras dice eso, la elite de acá sí se da el
      lujo de vivir en el primer mundo sin pagar impuestos, mientras el resto se debe
      conformar con vivir en el tercero de Plaza Italia al poniente financiando el Estado
      con el IVA.

       

      Pero la idea no es ser valorado en la casa del frente,
      tenemos derecho a ser herreros con cuchillos de calidad en nuestra propia casa.

       

      Como buena sociedad sin revolución industrial, la elite de
      Chile se queda siempre en el relato, a media marcha hacia la utopía,  porque sabe que deberá abandonar privilegios
      si se da la tarea de resolver la cuestión social de una vez por todas.

       

      Gracias por valorar el esfuerzo de la columna

      Rodrigo Quintana Ortega

  • http://twitter.com/supermauroman Mauricio Arenas

    Muy interesante visión y relato de lo que e Suecia. Concuerdo plenamente con la necesidad de un gran acuerdo nacional para transitar hacia el país soñado de los chilenos de buena voluntad. Para ello es necesario que lo grupos que se encargan de exacerbar las diferencias y el odio entre sus habitantes dejen de tener tanta tribuna. Para alcanzar acuerdos ambas partes deben ceder, siempre. La intransigencia nos sirve y la historia de la humanidad ha demostrado que todo modelo extremo siempre ha terminado por fracasar. 
    Creo que es tiempo de CONSTRUIR y comenzar a escuchar a quienes verdaderamente quieren hacerlo que en esta ocasión sí creo que es la “gran mayoría de los chilenos”. 

  • http://twitter.com/supermauroman Mauricio Arenas

    Muy interesante visión y relato de lo que es Suecia. Concuerdo plenamente con la necesidad de un gran acuerdo nacional para transitar hacia el país soñado de los chilenos de buena voluntad. Para ello es necesario que lo grupos que se encargan de exacerbar las diferencias y el odio entre sus habitantes dejen de tener tanta tribuna. Para alcanzar acuerdos ambas partes deben ceder, siempre. La intransigencia no sirve y la historia de la humanidad ha demostrado que todo modelo extremo siempre ha terminado en el fracaso. 
    Creo que es tiempo de CONSTRUIR y comenzar a escuchar a quienes verdaderamente quieren hacerlo, que en esta ocasión sí creo que es la “gran mayoría de los chilenos”.

  • galo ugarte

    Encuentro también deseable para nuestro país algo como lo que comentas. Pero creo que a diferencia del proceso sueco, dadas las características propias de nuestro país (entre ellas, ausencia de verdadera industria nacional), un acuerdo nacional en Chile debiera contemplar algo más de énfasis en la problemática social. Por lo tanto, la élite debiera estar más dispuesta a ceder que en el caso Sueco. Lo difícil de esto es que nuestra élite lejos de ser industrial, es un conjunto de  tipos que se creen patrones de fundo y que al primer susto llama a los militares, ése es el problema. Y la actual élite es más conservadora aún en ese sentido. Hay que encontrar la forma de que lo que decida la élite deje de ser lo absoluto y supremo, para ello necesitamos que más personas que no pertenecen a ésta dejen de lado el juego de auto complacencia (entre ella, la auto complacencia cultural) en que se encuentran actualmente. En ese sentido, este artículo me parece un muy buen aporte.

  • galo ugarte

    Encuentro también deseable para nuestro país algo como lo que comentas. Pero creo que a diferencia del proceso sueco, dadas las características propias de nuestro país (entre ellas, ausencia de verdadera industria nacional), un acuerdo nacional en Chile debiera contemplar algo más de énfasis en la problemática social. Por lo tanto, la élite debiera estar más dispuesta a ceder que en el caso Sueco. Lo difícil de esto es que nuestra élite lejos de ser industrial, es un conjunto de  tipos que se creen patrones de fundo y que al primer susto llama a los militares, ése es el problema. Y la actual élite es más conservadora aún en ese sentido. Hay que encontrar la forma de que lo que decida la élite deje de ser lo absoluto y supremo, para ello necesitamos que más personas que no pertenecen a ésta dejen de lado el juego de auto complacencia (entre ella, la auto complacencia cultural) en que se encuentran actualmente. En ese sentido, este artículo me parece un muy buen aporte.