Interesante declaración de intenciones del nuevo Ministro de Economía, al decir “no me temblará la mano si hay que aplicar más Estado”.
Sin duda que el escándalo La Polar, y sus ya numerosas ramificaciones obligan efectivamente a pensar en mejorar y aplicar nueva regulación capaz de establecer un mucho más eficiente sistema de seguridad para el consumidor dada la evidente asimetría existente entre los actores de ese mercado..
Falta ahora llevar adelante esta declaración, no siendo la mejor medida el ya concretado establecimiento de un comité del retail con sólo los empresarios en la mesa.
Cuesta creer que ellos vayan a realizar propuestas del tipo: disminuir las tasas de interés abusivas,”de usura” según el propio Presidente de la República o a aplicar un recorte a la tasa máxima convencional o al monto a cobrar por sobre ella, tampoco es creíble que postulen eliminar o reducir significativamente, injustificados cobros por mantención de tarjeta, o giro de efectivo o cobranza prejudicial o activación indebida de seguros, u otras casi infinitas formas imaginativas con las cuales las personas terminan pagando aunque no usen el servicio.
En otras palabras nada de lo que verdaderamente le importa a la gente es posible esperar como solución de parte de los dueños de las empresas.
Y no es raro que así sea, estas son empresas cuyo objetivo es entregar utilidades a sus accionistas y no beneficios a sus clientes; las empresas capitalistas sólo favorecen a los clientes cuando la competencia las obliga y en ausencia de ella debe ser el Estado a través de su rol regulador quien las ponga en similar condición, o simplemente vaya en protección de los consumidores.
No es difícil apostar que sus propuestas irán por el lado de mejorar la información, de comités de autorregulación que pasado el temporal dejan de ser efectivos y por supuesto de amenazas veladas en cuanto a lo desafortunado que sería para el prestigio del país que se aplicaran regulaciones excesivas que impidieran la libertad de emprendimiento, que parece ser la única libertad que los poderosos aquilatan.
No debe además olvidarse del llamado a que debe ser el Estado quién entregue esa mayor información.
Por eso que estamos expectantes ante la actuación del Nuevo Ministro, ¿tendrá la fuerza suficiente ahora para llevar a cabo todas esas iniciativas que durante 20 años fueron boicoteadas por su sector y que atendían a propender mayor competencia entre las empresas y resguardos básicos a consumidores en sectores extremadamente concentrados?
Sólo recordemos que la ley que creó el Sernac la derecha la tuvo entrampada durante seis años en el Congreso (1991 a 1997).
El verdadero “core” de los abusos existentes está en la mala regulación de las tarjetas del sector del retail y bancario como lo señala el propio New York Times en información conocida en el día de hoy, calificando a estas instituciones simplemente de “depredadores”.
Esperamos del Ministro un ataque a fondo al problema, que como ya queda claro es bastante mayor que la “renegociación unilateral de deudas”, si el actual gobierno tiene verdaderas intenciones de mejorar su imagen ante la población debe entregar soluciones integrales y realistas. No ideologizadas.
¡Que paradoja! se ponen las esperanzas en los políticos para desideologizar el modelo económico puesto en práctica por los cuadros técnicos nombrados en el primer gabinete.
Bueno si en definitiva el mundo está al revés, ya es hora de darlo vuelta.