30 jun 2011

Oportunidad y esperanza

Recientemente sucedió en un Centro Juvenil de Privación de Libertad, que visito regularmente, una gravísima agresión de dos jóvenes hacia un profesional de trato directo. Felizmente esa acción no tuvo mayores consecuencias, pero hubo un riesgo inminente.

Conversando con uno de los agresores, el más violento y con mayor participación en el hecho, me señaló, aunque no se justifica, que fue mal tratado verbalmente, hasta el extremo de exasperarlo y provocar esta acción de graves consecuencias.

Esto que sucedió y que lo ignora la opinión pública, se está dando en forma continua y en particular entre los pares.

Consecuentemente con lo anterior, se ha conocido en estos Centros Juveniles a muchos jóvenes, que han vivido estas experiencias de haber sido víctima de agresión y el caso más impactante fue aquel que recibió 18 puñaladas.

¿Por qué sucede todo esto?

Por una parte, creo que se trata de una actitud de desidia en relación a alguno de los profesionales que laboran al interior de estos centros.

Debo destacar la generosidad, habilidad y el gran sacrificio de unos pocos, que como verdaderos apóstoles, se entregan diariamente siendo opacada, criticada y no valorada por parte de los que prefieren la no innovación, la no empatía y en definitiva, no abrir las puertas de la esperanza y de las oportunidades que es necesario brindar a quienes han cometido delito.

Por otra parte, la casi nula oferta programática, hace del ambiente de privación de libertad un espacio para el ocio, la desesperanza, la violencia y la agresión.

Finalmente me parece oportuno señalar que propuestas inteligentes y atingentes que benefician la salud mental, psicológica y espiritual de estos jóvenes, se encuentran con verdaderos muros graníticos por parte de algunas autoridades de estos centros, que parecieran no visualizar las necesidades que requiere la juventud en estos ámbitos.

Este es un espacio de libertad, por lo que solicitamos que no lo desaproveches. Contamos con que las opiniones se remitan al contenido de las columnas y no a insultos, ataques personales, comentarios discriminatorios o spam.

Por lo mismo y buscando el buen funcionamiento de este canal de expresión, requerimos de un registro previo utilizando Twitter, Facebook, Gmail o Disqus.

Si tienes problemas para registrarte, haz click acá.

  • http://twitter.com/ArturoVargas Arturo Vargas

    Estos Centros de Privación de Libertad son desgraciadamente el lugar donde llegan estos jovenes frente a la nula posibilidad de alternativas que nunca tuvieron antes de caer en los delitos. Una sociedad atrapada por el consumo y el mercado sin contrapeso sólo premia a los exitosos. Frente a un país con uno de los índices de desigualdad más grandes del mundo! La falta de oportunidades la encontramos en cada esquina. Las diferencias entre los colegios públicos y los pagados, con algunas notables excepciones, son francamente escandalosas. La educación es la única forma posible de reducir la desigualdad. Ya estamos viendo lo que opinan los estudiantes, secundarios y universitarios, frente a una autoridad que hace oidos sordos. Nadie se preocupa, ni mucho menos se ocupa, de rescatar a la juventud antes que sea tarde, antes que lleguen a esos Centros, con programas especiales, con ayudas concretas a familias empobrecidas. Esa juventud aislada del consumo y del mercado, acorralada, será presa fácil de la droga y del delito. La solución no es por cierto un Estado Policial, sino un Estado que entregue oportunidades a todos ahora ya! El joven de 10 años no puede esperar que la oportunidad se la den a su hijo, si es que…, las debe tener él ahora. Se gastan horas y horas de ministros, senadores, diputados, voceros y prensa para discutir si el salario mínimo debe o no debe subir $ 5.000! El rescate de la juventud pobre es un tema mayor. Este Gobierno, y para ser franco también los anteriores, está en falta y sin propuestas.

  • http://twitter.com/ArturoVargas Arturo Vargas

    Estos Centros de Privación de Libertad son desgraciadamente el lugar donde llegan estos jovenes frente a la nula posibilidad de alternativas que nunca tuvieron antes de caer en los delitos. Una sociedad atrapada por el consumo y el mercado sin contrapeso sólo premia a los exitosos. Frente a un país con uno de los índices de desigualdad más grandes del mundo! La falta de oportunidades la encontramos en cada esquina. Las diferencias entre los colegios públicos y los pagados, con algunas notables excepciones, son francamente escandalosas. La educación es la única forma posible de reducir la desigualdad. Ya estamos viendo lo que opinan los estudiantes, secundarios y universitarios, frente a una autoridad que hace oidos sordos. Nadie se preocupa, ni mucho menos se ocupa, de rescatar a la juventud antes que sea tarde, antes que lleguen a esos Centros, con programas especiales, con ayudas concretas a familias empobrecidas. Esa juventud aislada del consumo y del mercado, acorralada, será presa fácil de la droga y del delito. La solución no es por cierto un Estado Policial, sino un Estado que entregue oportunidades a todos ahora ya! El joven de 10 años no puede esperar que la oportunidad se la den a su hijo, si es que…, las debe tener él ahora. Se gastan horas y horas de ministros, senadores, diputados, voceros y prensa para discutir si el salario mínimo debe o no debe subir $ 5.000! El rescate de la juventud pobre es un tema mayor. Este Gobierno, y para ser franco también los anteriores, está en falta y sin propuestas.

  • María Patricia González

    la agresion y la violencia contra otro ser humano nunca su justifica

  • María Patricia González

    la agresion y la violencia contra otro ser humano nunca su justifica