La prensa le ha estado dando mucha cobertura noticiosa a la disposición del alcalde Francisco de la Maza de convocar a una consulta ciudadana, que se realizará el próximo 7 de agosto, en la cual los vecinos de Las Condes se pronunciarán sobre diversas modificaciones urbanísticas de alto impacto en el Parque Los Dominicos, cambios decididos unilateralmente al interior de esa municipalidad.
Podrán votar todos los inscritos en los registros electorales de esa comuna, lo que significa que mucha gente que ni conoce el parque estará habilitada para emitir su opinión en contra o favor de la “renovación”, jocoso eufemismo utilizado por el municipio.
Los funcionarios proponen levantar cercos de fierro en su perímetro, aumentar el atrio de la iglesia, lo que significa más cemento, construcción de un supermercado denominado gourmet para darte un tinte elegante, cambiar de ubicación la feria, aumentar la superficie edificada del Registro Civil, a pesar de que en esta área verde (artículo 5.2.3.1. del PRMS) no está admitido este tipo de equipamiento de oficinas y otros tantos antojadizos cambios de destino y paisajísticos.
Recordemos que este parque, que es área verde pública, se localiza al final de la avenida Apoquindo, entre la calle General Blanche y el camino del Alba, enfrente de la majestuosa Iglesia San Vicente Ferrer de los Dominicos.
El 15 de noviembre de 1983, por acuerdo del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), se publicó en el Diario Oficial una protección patrimonial para el parque, como Zona Típica o Pintoresca, y para la iglesia, como Monumento Histórico, teniéndose en cuenta que en esta categoría se incluye la casa parroquial, el convento, la bodega, el lagar y las construcciones anexas a la iglesia.
Este sector forma parte del territorio jurisdiccional de la Junta de Vecinos C-17 de Las Condes, conformado por unas 2.200 viviendas y unos 8.800 habitantes, si consideramos que en cada inmueble viven en promedio 4 personas.
Esta área verde ya sufrió unos cuantos mordiscos hace 2 años atrás, cuando se eliminaron decenas de añosos árboles para posibilitar el emplazamiento, dentro de la Zona Típica, de unos paraderos de buses del Transantiago y de la estación terminal del Metro. En aquella ocasión los vecinos fueron ignorados completamente, práctica habitual dentro de la institucionalidad chilensis.
Esas inconsultas intervenciones fueron sometidas al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), pero como una modesta “Declaración”, para así impedir que los vecinos opinaran y contaron con la aprobación del CMN, ente público que se vio forzado a emitir un juicio favorable en atención a que la extensión del Metro era indispensable.
En su ORD. Nº 4409 del 21/10/09, el secretario ejecutivo del CMN sentenció que, para esta Zona Típica, si en el futuro se deseaba intervenir nuevamente, era obligatorio generar instancias de participación ciudadana dentro de un proyecto integral.
Ante este nuevo intento de atropello, pues los vecinos del sector se impusieron de los actuales cambios por la prensa, el directorio de la Junta de Vecinos, instancia que se ha sentido pasada a llevar, con justa razón, recurrió recientemente a la Contraloría General de la República impugnando con sólidos argumentos la discrecional y mercantil iniciativa alcaldicia.
Y no sólo esto, también se dirigieron por escrito al presidente del CESCO (Consejo Económico y Social Comunal), quien es un distinguido abogado muy cercano al alcalde de la Maza, expresándole diversas mendacidades trascendidas por los promotores de la depredación del parque. Entre otras cosas, le señalaron “Son falsas las afirmaciones que se han publicado sobre el Plan Maestro, en cuanto a que éste traerá beneficios al parque, sino que ocurrirá todo lo contrario, empeora en muchos aspectos la situación actual, que es menos mala que la nueva propuesta” (sic)
Tampoco podemos perder de vista que, según la Ley Nº 17.288, para iniciar cualquier cambio a esta Zona Típica o Pintoresca se requiere la autorización previa del CMN, la que sólo se concederá cuando las nuevas obras guarden relación con el estilo de dicha zona, lo que no se da en la especie.
Y aunque el lector no lo crea, a esta fecha la Municipalidad de Las Condes no ha ingresado ningún expediente al CMN.
Conclusión
Para que la consulta no sea trucha y sí legítima:
1) Podrán emitir sus votos exclusivamente todos aquellos electores que vivan en el territorio de la Junta de Vecinos C- 17, registrados en el Servicio Electoral, tal como sucedió en la consulta anterior, cuya mayoría de residentes en la zona de Martín de Zamora, aledaña al predio de Horst Paulmann, rechazó el cambio de uso de suelo que hubiera permitido la construcción de un mall.
2) Los exactos términos de la materia consultada deben ser establecidos en conjunto por la municipalidad y la mencionada junta de vecinos y para ello les recomendamos que se reúnan a la brevedad con el secretario ejecutivo del CMN y con la seremi de Vivienda y Urbanismo para tener certeza absoluta en cuanto a qué materias se pueden someter a votación.
3) Debe haber igualdad de oportunidades en la propaganda de una y otra posición para que así el voto sea debidamente informado y por lo tanto el proceso sea válido y democrático.