Todavía no conocemos –con certeza jurídica- quienes fueron los autores intelectuales de lo sucedido en el “Caso Kodama”, aunque ya sabemos quienes pretendieron implementarlo, el monto con que se buscaba defraudar al Estado y la “ingeniosa” forma de llevarlo a cabo.
Se trató que el Monto de $17 mil millones pasara como indemnización, para frenar una demanda interpuesta por la Empresa que reclamaba por costos extras en la construcción de un corredor del Transantiago. Así se pretendió, por parte de los involucrados implementar un acuerdo que evitara el control de la Contraloría General de la República y poder, a través de una sanción judicial, exceder “legítimamente” los marcos presupuestarios autorizados.
En el caso “La Polar”, altos Ejecutivos de la Empresa, en la búsqueda de lograr resultados positivos, comenzaron a dar créditos sin filtro a personas de bajos ingresos para dar cumplimiento a las Metas impuestas por el Directorio y de paso obtener los incentivos asociados a estos “buenos resultados”.
Luego para no “reconocer la morosidad y deudas incobrables” , o demostrar pérdidas y poder aumentar el valor de las acciones, estos Ejecutivos iniciaron lo que hoy conocemos como “repactaciones unilaterales de los créditos”, sin conocimiento de los clientes y aplicando el máximo de los intereses convencionales.
¿Qué tienen entonces de común el Caso Kodama y el de La Polar?
En ambos se trató de un ARDID, del “artificio empleado para el logro de algún intento” (RAE) con la clara intención de engañar. Se trató de una Astucia; Treta; Truco; Artimaña; Maquinación… como dice muy bien el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española…
En castellano simple: se trató en ambos casos de un Fraude.
En el caso de La Polar agravado por la falta de Control del Directorio, de la empresa auditora de los Estados Financieros, de los Organismos de Control, como la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras o de Valores y Seguros, pero especialmente por el SERNAC, quien según el mismo declara comenzó a recibir denuncias a mediados del año pasado. Ya el 11 de marzo del año 2010, con motivo del cambio de mando, recibió un documento del ex Director del Sernac José Roa, quien además lo hizo llegar a la Superintendencia y al ministerio de Economía.
En dicho documento se advertía sobre las irregularidades en los créditos del Retail y se proponía con urgencia la creación de mesas de trabajo periódicas entre el Sernac, SBIF, SVS y la Superintendencia de Seguridad Social, “resulta altamente necesario un trabajo de coordinación periódico entre estos organismos, de manera que puedan identificarse las malas prácticas de los proveedores de créditos”.
Más aún, fue el propio SERNAC quien presentó una denuncia formal solicitando “la investigación de la SBIF respecto del estudio de cláusulas abusivas en el mercado del crédito por bancos comerciales y tarjetas del retail”, en virtud que ya se habían detectado como prácticas abusivas los cambios unilaterales de las condiciones de contratación de créditos y aspecto referidos a la renegociación de deuda sin el consentimiento del cliente.
En ambos casos se trató de la acción premeditada y consciente de altos Directivos, hombres de confianza de las respectivas autoridades, cuya finalidad fue obtener “altas utilidades y/o ganancias” por medio de acciones fraudulentas y en un claro y bien coordinado “ARDID”.
Ahora, puntualmente en el de La Polar, creemos que la Autoridad hizo muy mal al no investigar, que la SBIF debió haber actuado mucho antes, lo que deja al descubierto el fracaso más absoluto del sistema de fiscalización preventiva frente a un sector empresarial que abusa de los consumidores. Aquí claramente hay que subir las penas contra los Directores de las Empresas que cometan delitos económicos y debemos legislar para la creación de una Superintendencia del Retail.
Por lo tanto, al igual que en el caso Kodama ¿Existirá en el caso La Polar, además de posibles delitos, “negligencia inexcusable” por parte de algunas autoridades públicas?
Esperamos que lo señalado en su momento por la Vocera de Gobierno que… “en este gobierno se asumen todas las responsabilidades y siempre se actúa apegado a la transparencia total…”, se vea reflejado en las sanciones ejemplarizadoras que aplique la SBIF, las acciones ante la justicia y el envío inmediato del Proyecto de Ley al parlamento.j