08 jun 2011

El lenguaje de la impunidad o la impunidad del lenguaje

El debate sobre el Acuerdo de Vida en Común o la posibilidad-remota y a esas alturas improbable- del matrimonio gay en Chile, ha desatado las más diversas y explícitas formas de violencia de género y homofobia en nuestro país.

Lo más preocupante es la cantidad de difusión y falta de sanción con que circulan en los medios, epítetos y agresiones verbales, que en cualquier otra parte del mundo enrojecerían de pudor al más temerario de los homofóbicos.

La última violencia mediática es el comentario del Diputado Enrique Estay en facebook, quien se refirió a los homosexuales como “maricones”. Lo más patético de toda esta situación, es que ni la cobertura que ha tenido este incidente, ni los reclamos del MOVILH, han logrado que el señor Estay pueda entender la naturaleza de la agresión que ha inferido.

Las minorías de todo tipo, siempre han dejado en evidencia las injusticias y las limitaciones de las democracias modernas. Hasta fines de la década de los sesentas, por ejemplo, en los Estados Unidos, la población afroamericana tenía limitados sus derechos civiles, y la violencia ejercida en su contra se evidenciaba no solo en normativas que los segregaban de los ciudadanos blancos, sino que además en el lenguaje y forma de referirse a ellos.

Entonces, términos como “negro”, “color” y “niger” eran violenta y despectivamente usados para nombrarlos y referenciarlos ya sea en público o en privado. Sin embargo, a medida que la población afro descendiente accedió a derechos civiles y a un trato al menos legalmente igualitario, estos conceptos dejaron de ser apropiados para referirse a ellos. Hoy por hoy, nadie, al menos en público, trataría de “niger” a un afroamericano sin ser socialmente sancionado y rotulado como racista.

Una cosa es no compartir los principios que están detrás del proyecto de Acuerdo de Vida en Común, el matrimonio gay, y el aún más extremo debate en torno a la paternidad homoparental; otra muy distinta es usar un lenguaje despectivo, descalificador y violento para referirse a aquellos cuya condición sexual y opciones de vida, solo marcan una diferencia de las prácticas de la mayoría de las personas. Solo quien se siente parte de una mayoría y cree que esa situación lo habilita para ejercer violencia sobre otros, puede expresarse con tal falta de sofisticación y respeto respecto de los homosexuales.

Violencia no es solo agresión física, violencia también es construir estereotipos vejatorios y expresiones denigrantes sobre aquellos que por ser minoría cuentan con limitados espacios para defenderse, y por cierto, con menos impunidad para insultar o descalificar a sus detractores.

Como sociedad y como ciudadanos, que creemos y ansiamos preservar nuestra democracia, debemos cuidar los derechos de todas las minorías, creando una ética pública que impida este tipo de violencias.

La violencia de género no es solo aquella que se ejerce física y culturalmente contra las mujeres, sino también en contra de formas de masculinidad que por ser minoritarias, no solo en términos demográficos, sino en los niveles en que son degradadas, “minorizadas” y agredidas por las supuestas mayorías de la sociedad, se ven violentadas en las formas de impunidad que asume el lenguaje.

Es cierto, “maricón” aparece en los diccionarios, pero es un insulto, también los es huevón, y si bien es parte de nuestro lenguaje cotidiano, nadie con educación lo usaría en público para referirse a un Diputado de la República.

También es cierto que facebook es un espacio semi-público o semi-privado, en donde las licencias del lenguaje son permitidas, pero reafirmar en los medios que el uso del término está bien, y que un insulto habría sido decir: ”maricones de mierda” (La Nación, 07/06/2011), no es sino aumentar aún más la alevosía de la violencia ejercida.

Tal vez, como los reclamos del MOVILH esta columna sea considerada una exageración; sin embargo, creo que a estas alturas a nuestra sociedad le haría falta un poco de corrección política, para filtrar y medir los conceptos y términos que usamos para referirnos a otros.

La homofobia es una forma de violencia, y no es una virtud, no se pueden defender preceptos morales o políticos desde una forma de segregación y alienación de otros seres humanos.

La violencia física es selectiva se ejerce directamente sobre los cuerpos singularizados de las víctimas, la violencia del lenguaje alcanza niveles masivos, se transmite a través de generaciones y generaliza sobre identidades y cuerpos posteriormente violentados, la frontera entre una forma de violencia y otra, es muy tenue.

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  • http://twitter.com/patri881 CandiaPatricio

    Una opiniu00f3n bastante coherente la de Claudio Barrientos. Lamentablemente en Chile no existe ley alguna,u00a0para combatir la discriminaciu00f3n social y de gu00e9nero. Los primeros afectados, y como siempre, son los homosexuales. Parece una ficciu00f3n que un diputado de la Republica, tenga via libre, para humillar y ofender a este colectivo; ciudadanos chilenos, que pagan impuestos, que con su plata se construyen calles, se instalan luminarias etc etcu00a0 por dar un ejemplo!u00a0 Esteu00a0″Seu00f1or heterosexual homofu00f3bico” que, discrimina con tanta violencia y facilidad a su pru00f3jimo, es un muy mal precedente para nuestra democracia, y la sociedad chilena en general.u00a0Me parece alucinanteu00a0que forme parte del parlamento, sin tomar en cuenta su linea polu00edtica. En cualquier pais del primer mundo sus dichos serian sancionados con severas penas, incluyendo la cu00e1rcel; ademu00e1s del pago de multas a las vu00edctimas.u00a0 Por lo demu00e1s este seu00f1or que se apellida Estay, declara que en su colegio de hombres, ellos sabian los que eran “Maricones”, por lo que se supone que este individuo a hecho una pru00e1ctica comu00fan de la discriminaciu00f3n, desde muy temprana edad; haciu00e9ndoles la vida imposible a sus compau00f1eros de curso, que no eran tan hu00e9teros como el. La UDI deberia tomar cartau00a0en esteu00a0asunto si no quieren acabar en las alcantarillas en cualquiera elecciu00f3n futura, ya seanu00a0parlamentarias, municipales, o presidenciales.u00a0u00a0u00a0u00a0

  • http://twitter.com/patri881 CandiaPatricio

    Una opinión bastante coherente la de Claudio Barrientos. Lamentablemente en Chile no existe ley alguna, para combatir la discriminación social y de género. Los primeros afectados, y como siempre, son los homosexuales. Parece una ficción que un diputado de la Republica, tenga via libre, para humillar y ofender a este colectivo; ciudadanos chilenos, que pagan impuestos, que con su plata se construyen calles, se instalan luminarias etc etc  por dar un ejemplo!  Este ”Señor heterosexual homofóbico” que, discrimina con tanta violencia y facilidad a su prójimo, es un muy mal precedente para nuestra democracia, y la sociedad chilena en general. Me parece alucinante que forme parte del parlamento, sin tomar en cuenta su linea política. En cualquier pais del primer mundo sus dichos serian sancionados con severas penas, incluyendo la cárcel; además del pago de multas a las víctimas.  Por lo demás este señor que se apellida Estay, declara que en su colegio de hombres, ellos sabian los que eran “Maricones”, por lo que se supone que este individuo a hecho una práctica común de la discriminación, desde muy temprana edad; haciéndoles la vida imposible a sus compañeros de curso, que no eran tan héteros como el. La UDI deberia tomar carta en este asunto si no quieren acabar en las alcantarillas en cualquiera elección futura, ya sean parlamentarias, municipales, o presidenciales.    

  • http://twitter.com/vico_ibarra Vico

    Me parece que esto estu00e1 a la misma altura gravosa y afectada de quienes dicen que “maricu00f3n” es reivindicativo (vale decir la CUDS). Y nu00f3tese que lo digo desde la homosexualidad mu00e1s acu00e9rrima e irrestricta. No es necesario, creo, perpetuar una victimizaciu00f3n inconducente en funciu00f3n de una correcciu00f3n polu00edtica. Si un programa se agota en lo “polu00edticamente correcto”, entonces mejor nos reservamos la opiniu00f3n en la casa.

    • http://www.facebook.com/profile.php?id=1317342009 Claudio Barrientos

      Dado el nivel de violencia y la falta de criterio de los conceptos que se usan en pu00fablico por personas como Estay, Villegas y Labbu00e9, me parece que imponer una u00e9tica pu00fablica que impida que ciertos tu00e9rminos ofensivos sean usados, me parece bien. No es victimizaciu00f3n, no es agotarse en el correctismo polu00edtico. En otros paises, “fag”, “queer”, “Dyke”u00a0e incluso el concepto de “gay” fueron usados inicialmente como tu00e9rminos despectivos e insultantes. Pero el movimiento LGBT, impuso que esos conceptos no fueran utilizados pu00fablicamente como insultos. Hay que cambiar al menos en la esfera pu00fablica, las normas u00e9ticas con que actuamos. No solo contra personajes pu00fablicos homofu00f3bicos, sino tambiu00e9n contra medios que les dan cabida, en una aparente, pero cu00f3mplice u00e9tica de denuncia, sin sanciu00f3n. Los medios, no han hecho sino dar mu00e1s tribuna a estos insultos, pero nadie les ha sancionados social y u00e9ticamente, que es lo que corresponde Vico. A mi lo que me molesta, es que en esta violencia del lenguaje todos somos cu00f3mplices, sino nos atrevemos a decir que hay cosas que no se pueden vociferar en pu00fablico. Yo su00e9 que Estay no dejaru00e1 nunca de ser homofu00f3bico, pero quiero que asu00ed como tu00fa y yo tenemos que bancarnos a gente como u00e9l. u00c9l tambiu00e9n tiene la obligaciu00f3n de aguantarse sus palabras y comportarse civilizadamente frente a la diferencia, de eso se trata.nSobre el CUDS, bueno…creo que es un movimiento interesante, que se ha saltado la etapa fndamental de construir movimiento LGBT, tal vez porque tienen un colchu00f3n social, que les permite creer que tienen derechos ya garantizados, y no necesitan construir un colectivo mayor, ni integrar otras formas de identidades Queer. nnSaludos Vico, gracias por tu valiente comentario.

  • http://twitter.com/vico_ibarra Vico

    Me parece que esto está a la misma altura gravosa y afectada de quienes dicen que “maricón” es reivindicativo (vale decir la CUDS). Y nótese que lo digo desde la homosexualidad más acérrima e irrestricta. No es necesario, creo, perpetuar una victimización inconducente en función de una corrección política. Si un programa se agota en lo “políticamente correcto”, entonces mejor nos reservamos la opinión en la casa.

    • http://www.facebook.com/profile.php?id=1317342009 Claudio Barrientos

      Dado el nivel de violencia y la falta de criterio de los conceptos que se usan en público por personas como Estay, Villegas y Labbé, me parece que imponer una ética pública que impida que ciertos términos ofensivos sean usados, está bien. No es victimización, no es agotarse en el correctismo político. En otros paises, “fag”, “queer”, “Dyke” e incluso el concepto de “gay” fueron usados inicialmente como términos despectivos e insultantes. Pero el movimiento LGBT, impuso que esos conceptos no fueran utilizados públicamente como insultos. Hay que cambiar al menos en la esfera pública, las normas éticas con que actuamos. No solo contra personajes públicos homofóbicos, sino también contra medios que les dan cabida, en una aparente, pero cómplice ética de denuncia sin sanción. Los medios, no han hecho sino dar más tribuna a estos insultos, pero nadie les ha sancionado social y éticamente, que es lo que corresponde Vico. A mi lo que me molesta, es que en esta violencia del lenguaje todos somos cómplices, sino nos atrevemos a decir que hay cosas que no se pueden vociferar en público. Yo sé que Estay no dejará nunca de ser homofóbico, pero quiero que así como tú y yo tenemos que bancarnos a gente como él. Él también tiene la obligación de aguantarse sus palabras y comportarse civilizadamente frente a la diferencia, de eso se trata.
      Sobre el CUDS, bueno…creo que es un movimiento interesante, que se ha saltado la etapa fndamental de construir movimiento LGBT, tal vez porque tienen un colchón social, que les permite creer que tienen derechos ya garantizados, y no necesitan construir un colectivo mayor, ni integrar otras formas de identidades Queer.
      Por último, no se trata de llegar a un correctismo político en que tengamos que guardarnos las opniones en casa, como dices, sino más bien que ciertas personas piensen dos veces antes de hablar en público.

      Saludos Vico, gracias por tu valiente comentario.