02 jun 2011

Muchos somos “antisociales”

Siempre me ha llamado la atención el uso de la expresión “anti-social” para referirnos a sujetos que desarrollan conductas que atenten contra los valores fundamentales de la sociedad. Se usa para referirnos a las personas que cometen delitos pero también para calificar a quienes despliegan conductas que si bien son o pueden ser delictuales, también podrían ser portadoras de otros significados.

Claro está, los “violentistas” de los cuales se ha hablado en las últimas semanas con motivo de los desmanes realizados en el marco de las marcha contra HidroAysén,  en Valparaíso el 21 de mayo o, más reciente, en las movilizaciones convocadas por la CONFECH, son también antisociales.

El que la forma que se utiliza para protestar sea condenable, no nos puede impedir observar que hay motivos de fondo que explican dichas conductas. Los ciudadanos que marchan pacíficamente, pero también quienes optan por la violencia contra sus semejantes y la destrucción de propiedad pública o privada son antisociales en el sentido que demandan, tal vez difusamente y equivocadamente cuando se recurre a la violencia, un tipo de sociedad que tenga otros valores o que priorice dichos valores de manera distinta.

Y lo hacen porque la sociedad chilena, incluso reconociendo sus logros y mejoras, ha construido no democráticamente, un modelo de desarrollo en donde muy pocos tienen mucho poder y muchos, la inmensa mayoría, está indefensa, desprotegida, abusada, estresada; los datos de la desigualdad y la facilidad con que dejamos de ser pobres (de acuerdo a las estadísticas) con solo un par de billetes en el bolsillo, son insultantes; casi una provocación. Y la sociedad chilena ha tenido harta paciencia: más de veinte años de democracia y los avances distan de ser sustantivos.

Y el gobierno equivoca el foco: el deber del Estado es garantizar el derecho de la ciudadanía a expresarse y hacerlo  en lugares en donde esa expresión cumpla con su objetivo que es comunicar a la sociedad un malestar, una demanda.

Para quienes no tienen millones de pesos para insertos en la prensa, ni influencia en los círculos de poder, ni son dueños de medios de comunicación, de nada sirve manifestarse en el Parque O’ Higgins.

La sociedad chilena quiere hacerse oír, decir presente.

Y lo hace, como dice el destacado politólogo Robert Dahl (a quien nadie podría tachar de marxista o anarquista para descalificarlo),  porque la embarga “un sentimiento  que las decisiones se escapan al control, que la propia vocecita jamás podrá oírse en medio del estrépito de un millón o 100 millones de otras, que para quienes toman las decisiones en el mundo,(…) uno es como una hormiga que se escabulle entre sus pies; la propia suerte depende nada más que de dónde zampen los propios pies estos gigantes o de que lo aprieten torpemente contra el suelo”. No lo tengo claro pero arriesgo una pregunta: ¿Qué es más violento, saquear una farmacia en Valparaíso o el saqueo masivo de las grandes cadenas de farmacias por medio de la colusión de precios?

La inequidad, la injusticia, una vida a la intemperie plagada de incertidumbres, esa sensación de impotencia, también es violencia. Claro, una violencia más sutil, larvada, si se la observa desde la perspectiva macro social pero muy patente en la vida cotidiana de millones de personas.

Recuerdo aquí un concepto poco utilizado en la actualidad: el de “violencia institucionalizada”. Lo empleó la Iglesia Latinoamericana en la Conferencia de Medellín (1968) para dar cuenta de la necesidad de avanzar en la construcción de una sociedad más justa como el principal antídoto contra la violencia y el autoritarismo: “Si el cristiano cree en la fecundidad de la paz para llegar a la justicia, cree también que la justicia es una condición ineludible para la paz”. No deja de ser que América Latina se encuentre, en muchas partes, en una situación de injusticia que puede llamarse de violencia institucionalizada cuando, por defecto de las estructuras de la empresa industrial y agrícola, de la economía nacional e internacional, de la vida cultural y política, “poblaciones enteras faltas de lo necesario, viven en una tal dependencia que les impide toda iniciativa y responsabilidad, lo mismo que toda posibilidad de promoción cultural y de participación en la vida social y política” (Encíclica Populorum Progressio, No. 30), violándose así derechos fundamentales.

Tal situación exige transformaciones globales, audaces, urgentes y profundamente renovadoras. No debe, pues, extrañarnos que nazca en América Latina “la tentación de la violencia”.

No hay que abusar de la paciencia de un pueblo que soporta durante años una condición que difícilmente aceptarían quienes tienen una mayor conciencia de los derechos humanos.

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  • http://www.facebook.com/Alonso.Alcalde.Olave Alonso Alcalde

    buen artu00edculo y u00e1nalisis

  • http://www.facebook.com/Alonso.Alcalde.Olave Alonso Alcalde

    buen artículo y ánalisis

  • http://pulse.yahoo.com/_PSZEVZBAPLPEZC7S5QCTQLL7GE German

    a propositou00a0 en la obra “la opera de tres centavos”u00a0 el personaje principal dice:nu00bfque delito es mas grande…. robar un banco o fundar un banco…?nn

  • http://pulse.yahoo.com/_PSZEVZBAPLPEZC7S5QCTQLL7GE German

    a proposito  en la obra “la opera de tres centavos”  el personaje principal dice:
    ¿que delito es mas grande…. robar un banco o fundar un banco…?

  • http://www.facebook.com/profile.php?id=819937627 Kerly Schelander

    De profes como Fabiu00e1n Pressacco, con conciencia y cru00edtica social, me siento profundamente orgullosa ! Cada vez somos mu00e1s los que vemos lo antisocial que hay en quienes denominan a otros de ese modo…nn

  • http://www.facebook.com/profile.php?id=819937627 Kerly Schelander

    De profes como Fabián Pressacco, con conciencia y crítica social, me siento profundamente orgullosa ! Cada vez somos más los que vemos lo antisocial que hay en quienes denominan a otros de ese modo…

  • http://twitter.com/flaiteilustrado Maximiliano Gu00e1rate

    Dejo una frasesita, a mu00ed que no me importa me tilden de lumpen: u201cMientras exista una clase inferior, perteneceru00e9 a ella/ Mientras haya un elemento criminal, estaru00e9 hecho de u00e9l/ Mientras permanezca un alma en prisiu00f3n, no seru00e9 libre.u201d (M.Bakunin).nSaludos, buena columna. La comparto.

  • http://twitter.com/flaiteilustrado Maximiliano Gárate

    Dejo una frasesita, a mí que no me importa me tilden de lumpen: “Mientras exista una clase inferior, perteneceré a ella/ Mientras haya un elemento criminal, estaré hecho de él/ Mientras permanezca un alma en prisión, no seré libre.” (M.Bakunin).
    Saludos, buena columna. La comparto.

  • http://twitter.com/Nelsordo Nelson Rodru00edguez

    Buenu00edsimo! Esta perspectiva, que es esencialmente la correcta para analizar el problema de la(s) violencia(s) es la que ha sido negada y ocultada por las doctrinas de “seguridad nacional” que enseu00f1aron los gringos a los dictadores latinoamericanos, usu00e1ndose desde entonces categoru00edas como “extremistas”, “terroristas”,”antisociales”, “subversivos” para referirse a todos quienes se oponen activamente -cualquiera sean sus medios- a la “violencia institucionalizada”. Ese lenguaje, que justifica luego cualquier acciu00f3n del estado contra el “terrorista”, se ha impuesto universalmente gracias a las campau00f1as de propaganda de EE.UU. montadas en el marco de su operaciu00f3n “Torres Gemelas”.u00a0

  • http://twitter.com/Nelsordo @nelsordo

    Buenísimo! Esta perspectiva, que es esencialmente la correcta para analizar el problema de la(s) violencia(s) es la que ha sido negada y ocultada por las doctrinas de “seguridad nacional” que enseñaron los gringos a los dictadores latinoamericanos, usándose desde entonces categorías como “extremistas”, “terroristas”,”antisociales”, “subversivos” para referirse a todos quienes se oponen activamente -cualquiera sean sus medios- a la “violencia institucionalizada”. Ese lenguaje, que justifica luego cualquier acción del estado contra el “terrorista”, se ha impuesto universalmente gracias a las campañas de propaganda de EE.UU. montadas en el marco de su operación “Torres Gemelas”. 

  • Anónimo

    La incertidumbre y la vulnerabilidad son parte de la condiciu00f3n humana, cualquiera puede morir ahora mismo en un accidente y no asumirlo es pueril.nQue otro tengau00a0mu00e1su00a0(dinero, talento, inteligencia, suerte, familia, etc.) que yo no es violencia ni injusticia contra mu00ed, es simplemente suerte.u00a0Incluso cuando se comete una injusticia, usar la fuerza su00f3lo se justifica cuando hay una espectativa razonable de obtener una soluciu00f3n y se han agotado todos los otros medios de soluciu00f3n, de otro modo sigue siendo violencia sin sentido.nnSi no respetamos estos principios simplemente nos estamos vengando, que puede ser una posibilidad vu00e1lida, pero hay que asumirla.

    • http://www.facebook.com/people/Jose-Miguel-Hernandez-Muu00f1oz/1192037818 Jose Miguel Hernandez Muu00f1oz

      El no preocuparse que todos tengamos las necesidades basicas satisfechas , ni las mismas oportunidades para surgir , no es mala suerte , es como nuestra sociedad funciona , y si constituye violencia , aunque no haya uso de fuerza fu00edsica.

  • http://patoace.wordpress.com Peregion

    La incertidumbre y la vulnerabilidad son parte de la condición humana, cualquiera puede morir ahora mismo en un accidente y no asumirlo es pueril.
    Que otro tenga más (dinero, talento, inteligencia, suerte, familia, etc.) que yo no es violencia ni injusticia contra mí, es simplemente suerte. Incluso cuando se comete una injusticia, usar la fuerza sólo se justifica cuando hay una espectativa razonable de obtener una solución y se han agotado todos los otros medios de solución, de otro modo sigue siendo violencia sin sentido.

    Si no respetamos estos principios simplemente nos estamos vengando, que puede ser una posibilidad válida, pero hay que asumirla.

    • http://www.facebook.com/people/Jose-Miguel-Hernandez-Muñoz/1192037818 Jose Miguel Hernandez Muñoz

      El no preocuparse que todos tengamos las necesidades basicas satisfechas , ni las mismas oportunidades para surgir , no es mala suerte , es como nuestra sociedad funciona , y si constituye violencia , aunque no haya uso de fuerza física.

  • http://www.facebook.com/FG.Verdugo Gustavo Verdugo

    si bien, la diferencia en cuanto a oportunidades y a “tener mu00e1s”, no es violencia, y es es de forma veru00eddica, cosa de suerte, es un deber del u00a0ESTADO independiente del gobierno que estu00e9 de turno, acercar esas oportunidades a quienes no cuentan con ellas. Nadie estu00e1 justificando las formas de violencia que se han exhibido en las u00faltimas semanas, sino que se estu00e1 haciendo un llamado a entender estas reacciones que vienen de parte de la impotencia de saber que el estado no ha cumplido con su labor de dar oportunidades, ademu00e1s de acercar una real democracia a las personas. El poder estu00e1 concentrado en muy pocas personas que al menos, aparentemente han actuado en PRO de sus propios intereses, mu00e1s que los intereses del pueblo.u00a0

  • http://www.facebook.com/FG.Verdugo Gustavo Verdugo

    si bien, la diferencia en cuanto a oportunidades y a “tener más”, no es violencia, y es es de forma verídica, cosa de suerte, es un deber del  ESTADO independiente del gobierno que esté de turno, acercar esas oportunidades a quienes no cuentan con ellas. Nadie está justificando las formas de violencia que se han exhibido en las últimas semanas, sino que se está haciendo un llamado a entender estas reacciones que vienen de parte de la impotencia de saber que el estado no ha cumplido con su labor de dar oportunidades, además de acercar una real democracia a las personas. El poder está concentrado en muy pocas personas que al menos, aparentemente han actuado en PRO de sus propios intereses, más que los intereses del pueblo.