Con la Nacionalización del Cobre, el 11 de julio de 1971, culminó un largo proceso y una sentida aspiración del Pueblo chileno: ser el dueño de su principal riqueza minera.
Un puñado de valiosos políticos, dedicaron parte de su vida a recuperar el cobre para Chile y su pueblo.
Los senadores Lafferte, Frei Montalva, Tomic, Allende, son algunos de los más notorios.
La Chilenización de Frei Montalva permitió la Nacionalización de Allende el 11 de julio de 1971, en un histórico y unánime acuerdo del Parlamento.
Antes de la Nacionalización del Cobre, se estima, que las empresas extranjeras, en 60 años, se habían llevado la mitad del cobre gratis, eso equivaldría a un tercio de los ingresos del país durante ese periodo.
Expertos, grafican ese saqueo diciendo que se llevaron un tercio de: viviendas, escuelas, hospitales, universidades, industrias, caminos, puentes, etc, etc.
El camino recorrido por todos los visionarios políticos, que querían que Chile recuperara su principal riqueza minera no fue fácil, pues debieron lidiar con una clase política dominada por la burguesía, que por años ayudó y defendió a las trasnacionales. Esa actitud, con la perspectiva histórica, se ve nítida, pero en su momento, los chilenos no percibían el doble juego de esos pseudos políticos.
Ahora vivimos un proceso similar: los políticos han resuelto que nuestro cobre se lo lleven las trasnacionales y en condiciones más escandalosas que antes del 11 de julio de 1971 porque, antes algo pagaron, ahora es sin pagar.
Las trasnacionales, usan ahora las mismas estrategias de antes: compran conciencias y financian campañas políticas. Así, colocan personas de su confianza, en el congreso y en los gobiernos, que los favorecerán.
Además, las condiciones son más escandalosas: ahora se llevan el cobre como “concentrado”.
Esta “facilidad”, les permite refinarlo en sus países, obteniendo otros minerales que se llevan ocultos en el concentrado, como oro y plata, con lo cual, no pagan por ellos, pues nunca se lo informan a Chile. Tampoco informan la cantidad verdadera de cobre que sacan, así, el país no tiene otra opción que creer cifras ficticias que las trasnacionales le indiquen pues, no tiene como verificar lo contrario; con esta y otras argucias, ocultan sus ganancias, e informan que trabajan a pérdidas, para no pagar impuestos, ni el remedo de royalty.
A 40 años de la Nacionalización, la mala noticia es que la dictadura con el DFL 600, el Código Minero y las Concesiones Plenas y la Concertación al perfeccionar esas normativas, ambas, ¡desnacionalizaron el Cobre!
A 40 años, ¡el Cobre no es chileno!
El 72% del cobre producido en el país pertenece a consorcios privados extranjeros y algunos nacionales. Solo el 28% es producido por Codelco. Ese 28%, es el que genera los ingresos que el país obtiene de lo que antes se llamó: el sueldo de Chile.
Esto lo sabe nuestra elite política y lo permite. Sabe que quien controle el cobre, controla el país.
Radomiro Tomic el más grande defensor del Cobre, criticando las leyes de la Dictadura dijo:
“De aquí en adelante no será el Estado chileno sino intereses foráneos, en larga medida competidores de Chile en todas las fases del proceso minero e industrial del cobre, quienes tendrán el poder decisorio efectivo sobre producción y comercialización del cobre chileno en el mercado mundial. CODELCO quedará arrinconada. ¿Cómo negar que quien controla el cobre controla a Chile?”
La pérdida del cobre, es lejos la más grande tragedia económica y política que ha sufrido Chile.
Por eso es necesario impulsar su recuperación. Volver a Renacionalizar el Cobre.