17 may 2011

A tirar la cadena

En estos tiempos, para nadie resulta indiferente el difícil momento que está viviendo la Iglesia Católica universal y también la chilena.

Sin ser un católico practicante, he oído a muchos decir lo que comparto plenamente: “¡Es una vergüenza!”

Y no es para menos enterarse de que entre quienes “se sintieron llamados/as a consagrar su vida a Dios”, jurando votos de pobreza, obediencia y castidad, hay algunos/as que han cometido graves delitos de abuso sexual, hurto, estupro, producción de material pornográfico, fomento de prostitución infantil y otros de igual o peor gravedad.

Como para desconfiar de todos/as los/as del clero. Estas últimas semanas me ha parecido advertir en el rostro y en la actitud de algunos sacerdotes un sentimiento de culpa o de vergüenza al momento de mirar a la cara de sus feligreses.

Como si ellos también hubieran cometido los mismos delitos que sus “hermanos en la fe”.

Sabemos que sería una falacia culparlos a todos/as por lo cometido por algunos/as de estos/as verdaderos/as “mercaderes del templo” que ingresaron a un lugar sagrado con propósitos desviados  incompatibles con la función que juraron  e hicieron creer que cumplirían.

Al parecer, algunos de estos “mercaderes” contaron con la complacencia, la complicidad o, al menos, el encubrimiento de sus superiores jerárquicos, obispos, directores, abadesas…

Para mí, esto es lo más grave, porque ellos/ellas nunca debieron amparar delitos  entre sus subordinados/as, ni legal ni moralmente hablando.

Olvidaron preguntarse “¿Qué habría hecho Cristo en mi lugar?” Si se lo hubieran preguntado, muy probablemente habrían encontrado la respuesta en la Biblia: cuando Cristo vio que algunos/as habían profanado su templo realizando acciones ajenas a las propias de un templo, se sacó la correa de su cinto y con ella los/las arrojó fuera del lugar sagrado. ¡A correazo  limpio! Y no por eso dejó de amarlos/as  ni sentirlos/as sus hermanos/as.

Creo que la mayor falta de las que hemos conocido en este último tiempo por los medios de comunicación no fue cometida por quienes han sido acusados formalmente ante la justicia, sino por aquellos superiores inmediatos que no quisieron ver ni oír lo que la realidad les estaba evidenciando y optaron por la actitud más cómoda del silencio cómplice, pretendiendo tapar el Sol con un dedo.

Olvidaron que Cristo los habría arrojado fuera del templo a correazos por profanadores. En cambio, toleraron que esos/as hermanos/as consagrados/as continuaran bendiciendo o repartiendo la comunión con la misma mano con la que poco antes habían hurtado dineros de la comunidad o manoseado los genitales de un/a joven. ¡Esto es  una vergüenza mucho mayor!

Este nivel de escándalos, que, como sabemos,  no es exclusivo de la Iglesia Católica, no debe ser motivo de alejamiento por parte de los/as feligreses ni tampoco de pérdida de la fe, sino servirnos de una oportunidad de depuración para arrojar del seno eclesiástico a todas aquellos individuos que nunca debieron formar parte de la institución.

Tal como cuando por error o accidente hemos ingerido un alimento en mal estado y nuestro cuerpo se defiende de ello con una gran arcada seguida de un vómito profundo, de igual modo deberíamos reaccionar como cuerpo o comunidad de Iglesia: haciendo una arcada y vomitando a esos falsos curas y monjas que nunca debieron ser tales.

Y  de inmediato, tirar la cadena. Solo así podremos sacar algún provecho de esta vergonzosa  seguidilla de delitos cometidos por tantos falsos/as mercaderes.   Y estaremos dejando cada cosa en su lugar.

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  • Anónimo

    Estimado Sr Ferrer:nnPongu00e1moslo de esta forma: todos esperamos que cada cual haga su pega bien. Y esperamos que cada uno ejecute un trabajo altamente especializado, con la perfecciu00f3n que nos da la seguridad que nosotros podemos o deberu00edamos hacer el nuestro correctamente tambiu00e9n. Asu00ed, suponemos que el profesor enseu00f1a con dedicaciu00f3n, que el mu00e9dico sane enfermos usando con destreza sus recursos y conocimientos, que el chef se esmere en sorprendernos con sus creaciones y confiabilidad de sus alimentos, etc etc. Asu00ed tambiu00e9n esperamos que quienes detentan “la representaciu00f3n de Dios” en la Tierra, sean dignos de portarla. No se trata de exigir santos en cada parroquia, ni se trata de encargarles irreflexivamente a ellos que limpien con sus rezos nuestras falencias y torpezas. No se trata de tenerlos para decorar nuestros matrimonios y otras ceremonias religiosas que hace rato han devenido en obligados y/o entretenidos eventos sociales para la gran mayoru00eda. Tampoco se trata de delegar la formaciu00f3n de nuestros hijos, esperando que ellos – por plata, y a veces mucha – hagan lo que nosotros no hacemos por amor, en una suerte rayana a la prostituciu00f3n para servicios espirituales, como si a mu00e1s dinero, mejores hijos de Dios fuu00e9ramos. nnSe trata, en este caso como corresponde a una sociedad que se declara constitucionalmente cristiana y especu00edficamente catu00f3lica apostu00f3lica romana, de esperar sanamente en que nuestros curas sean REALMENTE el repositorio de sabiduru00eda, cultura y guu00eda u00e9tica y espiritual que la sociedad espera no su00f3lo en momentos de crisis, sino en el du00eda a du00eda, en el mano a mano con la vida, con dedicaciu00f3n, amor y respeto por todos quienes dicen iluminar con la presencia de Dios. Y no tener la impresiu00f3n que a estas alturas todos compartimos en mayor o menor grado de no tener la seguridad de quienes son realmente los curas. Nadie les estu00e1 obligando a optar por el sacerdocio, de modo que no es culpa de la sociedad si se sienten “atrapados” en sus sotanas. Aun asu00ed, pienso que no se es menos religioso si alguien opta por una vida seglar, mas allu00e1, pienso que a un sacerdote bien podru00eda serle permitido llevar una vida conyugal con regularidad, creo que ganaru00edan una experiencia de vida realista, contrastando con tanta consideraciu00f3n teu00f3rica que hoy les lleva a opinar con muy poco asidero de las cosas de pareja y temas relacionados, ademu00e1s de desarrollar vidas ocultas no su00f3lo por pru00e1cticas sexuales normales con el sexo opuesto, sino derechamente practicas perversas con quienes no se pueden defender o discernir apropiadamente como son niu00f1os y adolescentes. Para muchos de estos u00faltimos, un sacerdote representa una fuerte influencia, de modo que no es posible esperar una oposiciu00f3n decidida a una agresiu00f3n a su intimidad, de cualquier forma e intensidad que u00e9sta ocurra. nnEs cierto por otro lado, que la Iglesia estu00e1 de alguna forma fomentando su propia cau00edda con tantas restricciones y pru00e1cticas autoimpuestas de la mano de gente que seguramente tenia problemas hormonales o bien no era de este mundo. La fu00f3rmula perfecta para ser infeliz y avanzar al despeu00f1adero, en tiempos que exigen estar en sintonu00eda estrecha con el mundo real, abordu00e1ndolo con integridad y realismo, ya que quien nada oculta, nada teme. nPero definitivamente, la Iglesia no debe albergar ni proteger gente que no tiene claro lo que significa ser lu00edder de espu00edritus, y no debe aceptar gente que piensa que invistiu00e9ndose con una especie de franquicia de Dios tendru00e1 ventajas de algu00fan tipo por sobre sus ovejas. Ni para cometer cru00edmenes, ni para proteger a los trasgresores de la ley. Dios no es estu00fapido y no pone a sus delegados en la tierra en una situaciu00f3n de inmunidad por contacto con la divinidad. Debemos concluir que en realidad, lo que los curas consideran pecado, con suma certeza podemos encontrar su reflejo equivalente en la ley terrena. Muchos cu00f3digos penales en el mundo occidental han sido elaborados con las enseu00f1anzas de la Iglesia Catu00f3lica, asu00ed es que tan perdidos no estamos. Su00f3lo les pedimos a nuestros curas ser lo que predican, y no espantar su grey.

  • 7_of_9

    Estimado Sr Ferrer:

    Pongámoslo de esta forma: todos esperamos que cada cual haga su pega bien. Y esperamos que cada uno ejecute un trabajo altamente especializado, con la perfección que nos da la seguridad que nosotros podemos o deberíamos hacer el nuestro correctamente también. Así, suponemos que el profesor enseña con dedicación, que el médico sane enfermos usando con destreza sus recursos y conocimientos, que el chef se esmere en sorprendernos con sus creaciones y confiabilidad de sus alimentos, etc etc. Así también esperamos que quienes detentan “la representación de Dios” en la Tierra, sean dignos de portarla. No se trata de exigir santos en cada parroquia, ni se trata de encargarles irreflexivamente a ellos que limpien con sus rezos nuestras falencias y torpezas. No se trata de tenerlos para decorar nuestros matrimonios y otras ceremonias religiosas que hace rato han devenido en obligados y/o entretenidos eventos sociales para la gran mayoría. Tampoco se trata de delegar la formación de nuestros hijos, esperando que ellos – por plata, y a veces mucha – hagan lo que nosotros no hacemos por amor, en una suerte rayana a la prostitución para servicios espirituales, como si a más dinero, mejores hijos de Dios fuéramos.

    Se trata, en este caso como corresponde a una sociedad que se declara constitucionalmente cristiana y específicamente católica apostólica romana, de esperar sanamente en que nuestros curas sean REALMENTE el repositorio de sabiduría, cultura y guía ética y espiritual que la sociedad espera no sólo en momentos de crisis, sino en el día a día, en el mano a mano con la vida, con dedicación, amor y respeto por todos quienes dicen iluminar con la presencia de Dios. Y no tener la impresión que a estas alturas todos compartimos en mayor o menor grado de no tener la seguridad de quienes son realmente los curas. Nadie les está obligando a optar por el sacerdocio, de modo que no es culpa de la sociedad si se sienten “atrapados” en sus sotanas. Aun así, pienso que no se es menos religioso si alguien opta por una vida seglar, mas allá, pienso que a un sacerdote bien podría serle permitido llevar una vida conyugal con regularidad, creo que ganarían una experiencia de vida realista, contrastando con tanta consideración teórica que hoy les lleva a opinar con muy poco asidero de las cosas de pareja y temas relacionados, además de desarrollar vidas ocultas no sólo por prácticas sexuales normales con el sexo opuesto, sino derechamente practicas perversas con quienes no se pueden defender o discernir apropiadamente como son niños y adolescentes. Para muchos de estos últimos, un sacerdote representa una fuerte influencia, de modo que no es posible esperar una oposición decidida a una agresión a su intimidad, de cualquier forma e intensidad que ésta ocurra.

    Es cierto por otro lado, que la Iglesia está de alguna forma fomentando su propia caída con tantas restricciones y prácticas autoimpuestas – puntualmente, el celibato – de la mano de gente que seguramente tenia problemas hormonales o bien no era de este mundo. La fórmula perfecta para ser infeliz y avanzar al despeñadero, en tiempos que exigen estar en sintonía estrecha con el mundo real, abordándolo con integridad y realismo, ya que quien nada oculta, nada teme.

    Pero definitivamente, la Iglesia no debe albergar ni proteger gente que no tiene claro lo que significa ser líder de espíritus, y no debe aceptar gente que piensa que invistiéndose con una especie de franquicia de Dios tendrá ventajas de algún tipo por sobre sus ovejas. Ni para cometer crímenes, ni para proteger a los trasgresores de la ley. Dios no es estúpido y no pone a sus delegados en la tierra en una situación de inmunidad por contacto con la divinidad. Debemos concluir que en realidad, lo que los curas consideran pecado, con suma certeza podemos encontrar su reflejo equivalente en la ley terrena. Muchos códigos penales en el mundo occidental han sido elaborados con las enseñanzas de la Iglesia Católica, así es que tan perdidos no estamos. Sólo les pedimos a nuestros curas ser lo que predican, y no espantar su grey.

  • http://www.facebook.com/people/Víctor-Marcelo-Vergara-Verdugo/1262161046 Víctor Marcelo Vergara Verdugo

    No sé si en Europa sirve, pero aquí ya existe un banco de instituciones donatarias y los donantes “desinteresados” brillan por su ausencia. Recordemos que la mayoría de nuestros líderes empresariales es la heredera directa de los españoles esclavistas encomenderos. Acá solo pueden entender a palos y creo que una reforma tributaria sería mejor en tal sentido.

    Marcelo, Asociación de Padres de Niños Autistas

  • http://www.facebook.com/people/Víctor-Marcelo-Vergara-Verdugo/1262161046 Víctor Marcelo Vergara Verdugo

    No sé si en Europa sirve, pero aquí ya existe un banco de instituciones donatarias y los donantes “desinteresados” brillan por su ausencia. Recordemos que la mayoría de nuestros líderes empresariales es la heredera directa de los españoles esclavistas encomenderos. Acá solo pueden entender a palos y creo que una reforma tributaria sería mejor en tal sentido.

    Marcelo, Asociación de Padres de Niños Autistas

  • http://www.facebook.com/roberto.zabalaga Roberto Zabalaga

    BUENA IDEA SACADA SEGURAMENTE DE SU ESTADIA EN EUROPA MIENTRAS EN CHILE NOS SACABAMOS LA MUGRE TRABAJANDO PARA RECONSTRUIR EL PAIS LUCHANDO CONTRA LA DICTA BLANDA.

  • http://www.facebook.com/roberto.zabalaga Roberto Zabalaga

    BUENA IDEA SACADA SEGURAMENTE DE SU ESTADIA EN EUROPA MIENTRAS EN CHILE NOS SACABAMOS LA MUGRE TRABAJANDO PARA RECONSTRUIR EL PAIS LUCHANDO CONTRA LA DICTA BLANDA.

  • http://www.facebook.com/profile.php?id=100002075622513 Lindos Pies

    muy buen articulo como para pensarlo mejor  cuando uno paga y le piden la danacion!!!

  • http://www.facebook.com/profile.php?id=100002075622513 Lindos Pies

    muy buen articulo como para pensarlo mejor  cuando uno paga y le piden la danacion!!!

  • http://www.facebook.com/patricia.cerpa Patricia Cerpa

    Çomo todo en Chile es un tongo… dile no a las donaciones de los Supermercados.

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    Çomo todo en Chile es un tongo… dile no a las donaciones de los Supermercados.