17 may 2011

HidroAysén III

Estoy muy agotado. Es difícil mantener la actividad familiar, laboral y, además, sumar reuniones, almuerzos, cenas, café, leer todos los diarios, ver los programas con que la televisión nos trata de informar, y no terminar exhausto.

Muchos amigos me llaman o me escriben a mi correo para preguntar cuándo los invitaré a ellos.

En unos días les pediré que me acompañen en una cena que prometo memorable; claro que los temas de conversación serán otros, me temo que no quiero involucrar a más de los necesarios en este peliagudo tema (les avisaré con tiempo para solucionar lo de los niños y les ruego que lleguen a la hora de la invitación).

También estoy contento con el triunfo de Unión Calera. Es probable que quedemos en los play off. Ni les cuento cómo están mis cercanos hinchas del Colo Colo.

Bueno, vamos a lo nuestro, HidroAysén.

He conversado con diferentes personas, muchos de ellos reconocidos como expertos y otros como “líderes” de algún colectivo. Poco a poco, café tras café, luego de mucho mariscos, pescados y carnes a las brasas, he llegado a algunas conclusiones que quisiera compartir.

En primer término, he “descubierto” un mundo nuevo para mí: el de los ambientalistas.

Muchos, de  los que me ha tocado conocer, argumentan sólidamente y me han dejado pensando respecto a temas muy profundos relacionados con el futuro de nuestro planeta.

Otros, los menos, son parecidos a la caricatura que -reconozco- tenía de ellos (se oponen a todo, andan en bicicleta, quieren volver a vivir en cavernas, sin electricidad; dicen que no hay que hacer carreteras porque inducen a usar autos -generadores de CO2- y otras cosas parecidas).

He tratado de investigar la “arista turística” del proyecto HidroAysén, la que da cuenta de los problemas que generará la central al turismo de la región. Sólo he podido encontrar datos que inducen a pensar que este proyecto sólo puede afectar a una industria de turismo de elite y no significativo en turistas ni en aporte de recursos. Casi todos mis entrevistados no conocen esta zona. El costo del viaje lo hace inalcanzable para un chileno medio.

He leído la encuesta que indica que el 74% de la población entre 18 y 70 años se opone a HidroAysén (encuesta telefónica hecha por el Centro de Estudios del diario La Tercera en 92 ciudades con más de 20.000 habitantes, correspondientes al 90% de la población urbana del país). Me llamó la atención que  les pidieron elegir el tipo de energía que les gustaría.

Vi la entrevista al ex presidente Ricardo Lagos; vi entrevistas a expertos en energías renovables, entrevistas a senadores, diputados, y todo tipo de opiniones.

Me han llegado muchas contribuciones y las agradezco todas, muy especialmente la de mi amiga Kimberly quien me ha aconsejado respecto a lo que le gustaría encontrar en este artículo. Agradezco también el que ninguno haya cometido la imprudencia de intentar “inducirme” a una posición determinada.

Conclusiones de las últimas reuniones:

Se requiere aumentar la disponibilidad eléctrica (ya tratado en el artículo anterior).

La mayoría de la población se opone al proyecto HidroAysén.

La mayoría de la población no conoce con exactitud el proyecto y no puede imaginárselo.

Cuando dicen que inundarán 5.000 hectáreas de terreno, muchos son los que no pueden imaginar ni dimensionar esta superficie, ¿es muy grande?

Los que abogan por tratar de hacerla parecer gigante dicen que es equivalente a una franja de 100 metros de ancho, por el equivalente a la distancia entre Santiago a la Serena. Los que intentan que se vea más chica, dicen que es el 0,06 % de la superficie de la décimo primera región. La superficie total de Aysén es de 108.496 kilómetros cuadrados.

Los que se oponen dicen que transformará a la Patagonia en una “guitarra”.

Esto, en alusión al tendido de torres para la transmisión eléctrica.

Los que están a favor llaman la atención que la electricidad requiere transmisión y que desde donde se genere hay que llevarla al lugar donde se consume (hoy ya existe una “cicatriz” que recorre todo el país y en muchos lugares hay más de una. Las cicatrices no siempre son feas y algunas son el efecto de una operación quirúrgica que ha salvado una vida).

Los que abogan por generación eólica en la Patagonia (porque hay mucho viento), y lo hacen pensando en un aporte de potencia significativo, estarán de acuerdo en que también necesitarán líneas de  transmisión.

Los que apoyan HidroAysén, sostienen que los 1.400 molinos generadores de energía eólica equivalentes a la potencia que produciría la hidroeléctrica, es mucho más contaminante que la represa.

Los beneficios que la región recibe por la instalación de la central hidroeléctrica no son conocidos por la población, salvo la palabra “mitigación”, que tan popular se ha hecho cuando se trata de instalar un vertedero de basura o una cárcel.

Los que están a favor insisten en que el agua de los ríos intervenidos se embalsa y luego se devuelve al río, en caudales similares a los que se embalsan.

Los que se oponen indican que la devolución del agua al río produce grandes alteraciones al eco sistema, esto porque la devolución es en función de la generación y, por tanto, variable.

No hay claridad si existen alternativas viables a HidroAysén. Si partimos de la base que se requiere más energía, y en esto pareciera haber consenso incluso en los grupos más radicales, no está claro si es posible generar energía suficiente a un costo razonable utilizando otros “combustibles”.

Los que están a favor de HidroAysén dicen que las tecnologías alternativas existentes, que no sean las generadoras de CO2, son muy caras y producirán un aumento en los precios (eólica, fotovoltaica, termo solar, geotérmica, mareo motriz), y agregan –además- que no son capaces de generar la suficiente energía.

Los que están en contra argumentan que HidroAysén se demorará 10 o más años en estar operativa, y en ese periodo estas tecnologías estarán más “maduras” y, por consiguiente, será posible la generación mediante ellas.

Los que están en contra y los que están a favor concuerdan que no será posible la generación eléctrica sobre la base del uso de combustibles como el petróleo, el gas o el carbón por muchos años más. Unos piensan que en este contexto se requieren más centrales hidroeléctricas o nucleares. Los otros piensan en las de oferta discreta: sol, viento, movimiento de mareas, etc.

Los que apoyan HidroAysén hacen ver que se han aprobado muchos proyectos termoeléctricos a carbón, que contaminan una enormidad y que nadie se ha opuesto a éstos.  No entienden el motivo por el cual los ambientalistas no han alzado la voz. Los que están a favor de Hidroaysén dicen que para oponerse a los proyectos térmicos a carbón, no “ha existido financiamiento internacional”.

Algunos de los que se oponen a HidroAysén opinan que deberíamos ahorrar energía, y que esto puede llegar a ser muy significativo y evitarnos la construcción de algunas centrales.

Un opositor al proyecto en discusión decía que se pueden hacer centrales más pequeñas y que intervienen menos el hábitat. Como ejemplo  indicaba a la empresa Noruega SN Power, la que tendría en Chile  6  centrales hidroeléctricas en proceso de construcción o con autorizaciones medio ambientales ya otorgadas, (2 ya operativas y 4 en construcción); dos cerca de San Fernando (Higuera y Confluencia) y el resto en la décimo cuarta región (Proyecto Trayenko, centrales Liquiñe,  Pellaifa, Reyehueico, Maqueo. Las 6 centrales generarán 1.000 MW (lo que no decía es que la empresa ha tenido enormes problemas con las comunidades aledañas que se oponían a que llevara adelante el proyecto de Trayenko).

¡¡¡Unos argumentan a favor, otros en contra, pero todos lo hacen por separado!!! Los ciudadanos no han tenido oportunidad de escuchar a unos argumentando frente a los otros.

Antes, los ciudadanos confiaban mucho en lo que decían las autoridades y  los expertos.

Ahora parece que confían menos.

Por primera vez, en el programa Tolerancia Cero han juntado a dos actores importantes en el problema: Daniel Fernández y Sara Larraín (no pude verificar si los entrevistados tenían su dentadura en el lugar correcto, ninguno sonreía).

Por primera vez hemos podido escuchar, frente a una aseveración de un entrevistado, una respuesta  contraria o una precisión de su interlocutor.

Algo más serio que una “exposición” donde el experto hace una clase magistral y el entrevistador, que generalmente no parece saber nada del tema, o lo simula a la perfección, asiente todo lo que le dicen.

Hemos podido escuchar frases como estas:

“En el desierto del Sahara están haciendo una generadora fotovoltaica”, ”en el desierto del Sahara están haciendo una central termo solar”; “el costo de un MW eólico es el doble de caro que uno hidroeléctrico”, “el costo de un MW eólico es similar, dado los altos costos de la energía en Chile, a uno hidroeléctrico”; “la energía producida por HidroAysén será usada por las empresas mineras”; “la energía de HidroAysén  tiene como objetivo básico empresas y ciudades de la zona central”; “no es posible resolver el problema de demanda eléctrica sin desarrollar HidroAysén”; “con las centrales eólicas y solares que se pueden desarrollar en los próximos años nos basta” y ninguno de los entrevistadores ha manifestado sorpresa o extrañeza por las contradicciones o imprecisiones de las aseveraciones.

¡¡¡Qué necesarios son los foros o paneles donde se puedan escuchar muchas opiniones a la vez, donde los “expertos” tienen que cuidarse de comunicar verdades a medias, ya que corren el riesgo de ser desmentidos o aclarados!!!

Ya se me acaba el plazo. Mi abuela, mis hijas mayores, varios de mis amigos, quieren que fije una posición respecto a este proyecto.

Quieren que lo haga a más tardar el viernes. Al menos mis hijas quieren confrontar mi opinión con la que ellas ya se han formado.

Mi abuela tiene una reserva de pasajes a Valparaíso para el 20 o 21 de mayo. Entiendo que quiere ir a protestar.Yo me comprometí para responder el jueves.

Estoy pensando, luego del viernes, tomar una semana de vacaciones. Así regreso a mi oficina al mismo tiempo del ministro Golborne, que entiendo que se tomó dos.

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  • Luis Eduardo Escobar

    Sergio: hay un elemento central en todo esto, que mencionas al pasar: la gente confu00eda menos que antes en lo que deciden las autoridades de gobierno. Es posible que esto se deba a los errores cometidos, algunos que tu mencionaste anteriormente. nPara superar este problema hay que consultar a la gente ANTES de embarcarse en un mega proyecto. Cuando el tema se resuelve ANTES con la participaciu00f3n de los actores involucrados (stakeholders, dicen los gringos) las decisiones adquieren LEGITIMIDAD. Esto es precisamente lo que falta al proyecto de la represas y, ni hablar, al del tendido de los cables de alta tensiu00f3n por todo Chile central. nComo tu00fa, au00fan no me decido sobre esta materia y espero que los debates (ojalu00e1 fueran diu00e1logos) nos ayuden a formarnos una opiniu00f3n fundada sobre el tema.

  • Luis Eduardo Escobar

    Sergio: hay un elemento central en todo esto, que mencionas al pasar: la gente confía menos que antes en lo que deciden las autoridades de gobierno. Es posible que esto se deba a los errores cometidos, algunos que tu mencionaste anteriormente.
    Para superar este problema hay que consultar a la gente ANTES de embarcarse en un mega proyecto. Cuando el tema se resuelve ANTES con la participación de los actores involucrados (stakeholders, dicen los gringos) las decisiones adquieren LEGITIMIDAD. Esto es precisamente lo que falta al proyecto de la represas y, ni hablar, al del tendido de los cables de alta tensión por todo Chile central.
    Como tú, aún no me decido sobre esta materia y espero que los debates (ojalá fueran diálogos) nos ayuden a formarnos una opinión fundada sobre el tema.

  • Urbano dos Santos

    Lo entiendo don Sergio, tambiu00e9n soy u201cabuelaou201d de manera que su00e9 el afu00e1n que emprendiu00f3 para responderle, confiemos en que se empeu00f1aru00e1 porque, tambiu00e9n es cierto, los u201cabuelaosu201d, contamos con que la tolerancia de ellas raya en su complacencia, cuando de sus nietos se trata.nnDe partida le diru00e9 que se metiu00f3 en un gran tete y en el que no me habru00eda involucrado, no su00f3lo porque es imposible, lamentablemente mi abuela (qepd) ya cumpliu00f3 su ciclo, sino porque el tiempo que se impuso u2013para mu00ed- es demasiado breve, dada la complejidad de la materia a analizar. Sin embargo, me resulta estimulante su desafu00edo y como su abuelita, sin conocerla ya me cayu00f3 bien, le haru00e9 algu00fan aporte que no despeja el asunto sino, probablemente, lo hace au00fan mu00e1s complejo. Con lo cual, se lo digo sin ironu00eda, su00f3lo aspiro que abunde su esfuerzo para responderle a su abuelita.nnAllu00e1 voy.nnExisten formas que permiten evaluar mejor este tipo de proyectos. Desde luego poner en valor lo que significa un ecosistema como el patagu00f3nico, ante la intervenciu00f3n de unas represas de las dimensiones conocidas. Se dice que inundaru00e1 6 mil has, pero no se explica que ello representa una gran proporciu00f3n de un ecosistema u00fanico como lo es el patagu00f3nico (demu00e1s estu00e1 decir que no es lo mismo hablar de Patagonia que de ecosistemas patagu00f3nicos). Pero lo otro, para citar algo mu00e1s si se quiere pru00e1ctico, u00bfcuu00e1nto aportaru00e1 este megaproyecto a la emisiu00f3n de Chile de gases de efecto invernadero – GEI?, sabemos que nuestra economu00eda estu00e1 mu00e1s vinculada a las exportaciones que cualquiera otra, quisiera ver a los exportadores chilenos cuando los consumidores europeos, japoneses o norteamericanos digan: prefiero las manzanas neozelandesas o sudafricanas, porque provienen de una pau00eds que aporta menos gases efecto invernadero.nnSegu00fan cifras del Banco Mundial, Chile actualmente produce 3,65 t mu00e9tricas de carbono per cu00e1pita, frente a Francia (6,24 t mu00e9tricas per cu00e1pita), Espau00f1a (7,98 t mu00e9tricas per cu00e1pita), Portugal (5,66 t mu00e9tricas per cu00e1pita) o EEUU (19,3 t mu00e9tricas per cu00e1pita). En consecuencia, es la mitad del CO2 de los pau00edses europeos citados y cerca de la quinta parte de lo que produce Estados Unidos. Luego, el PIB de Chile (US$ 10184 a precios actuales) es cerca de una quinta parte del de Francia y Estados Unidos, menos de un tercio del de Espau00f1a y algo menos de la mitad del portuguu00e9s, todas cifras de la entidad bancaria mundial citada.nnSe entiende, entonces, que producir vapor de agua, metano, anhu00eddrido carbu00f3nico (todos aportes de GEIu2019s de las termo, pero tambiu00e9n de las hidroelu00e9ctricas) no es baladu00ed para nuestro pau00eds. Hoy Chile, per cu00e1pita y segu00fan su PIB tambiu00e9n per cu00e1pita, produce mu00e1s gases de efecto invernadero que muchos pau00edses desarrollados. Luego, si la meta es salir del subdesarrollo, pero crecer hasta mu00e1s o menos duplicar el PIB, de seguir por el camino energu00e9tico que llevamos u00bfCuu00e1nto seru00e1 el aporte de GEIu2019s cuando esa meta se alcance?.nnNo es del caso dramatizar pero, en virtud de nuestra realidad actual, lo que se resuelva o no en relaciu00f3n a hidroaysu00e9n (se dice que seru00e1 un 20% de la electricidad del pau00eds), nos comprometeru00e1 -para no decir hipotecaru00e1- el futuro.nnFinalmente, como esta materia va mu00e1s allu00e1 del interu00e9s de los ambientalistas, empresarios elu00e9ctricos o polu00edticos, me parece fundamental que exista un debate nacional, pero ahora mismo veo que hay muchos actores que son insensibles o no asumen su responsabilidad, ojalu00e1 mau00f1ana no estu00e9n pidiendo que sea el Estado quien los indemnice, subsidie o les resuelva las trabas comerciales que haya que enfrentar, en razu00f3n de las decisiones medioambientales que hoy Chile adopte.

  • Urbano dos Santos

    Lo entiendo don Sergio, también soy “abuelao” de manera que sé el afán que emprendió para responderle, confiemos en que se empeñará porque, también es cierto, los “abuelaos” contamos con que la tolerancia de ellas raya en su complacencia, cuando de sus nietos se trata.

    De partida le diré que se metió en un gran tete y en el que no me habría involucrado, no sólo porque es imposible, lamentablemente mi abuela (qepd) ya cumplió su ciclo, sino porque el tiempo que se impuso –para mí- es demasiado breve, dada la complejidad de la materia a analizar. Sin embargo, me resulta estimulante su desafío y como su abuelita, sin conocerla ya me cayó bien, le haré algún aporte que no despeja el asunto sino, probablemente, lo hace aún más complejo. Con lo cual, se lo digo sin ironía, sólo aspiro que abunde su esfuerzo para responderle a su abuelita.

    Allá voy.

    Existen formas que permiten evaluar mejor este tipo de proyectos. Desde luego poner en valor lo que significa un ecosistema como el patagónico, ante la intervención de unas represas de las dimensiones conocidas. Se dice que inundará 6 mil has, pero no se explica que ello representa una gran proporción de un ecosistema único como lo es el patagónico (demás está decir que no es lo mismo hablar de Patagonia que de ecosistemas patagónicos). Pero lo otro, para citar algo más si se quiere práctico, ¿cuánto aportará este megaproyecto a la emisión de Chile de gases de efecto invernadero-GEI?, sabemos que nuestra economía está más vinculada a las exportaciones que cualquiera otra, quisiera ver a los exportadores chilenos cuando los consumidores europeos, japoneses o norteamericanos digan: prefiero las manzanas neozelandesas o sudafricanas, porque provienen de países que aportan menos gases efecto invernadero.

    Según cifras del Banco Mundial, Chile actualmente produce 3,65 t métricas de carbono per cápita, frente a Francia (6,24 t métricas per cápita), España (7,98 t métricas per cápita), Portugal (5,66 t métricas per cápita) o EEUU (19,3 t métricas per cápita). En consecuencia, es la mitad del CO2 de los países europeos citados y cerca de la quinta parte de lo que produce Estados Unidos. Luego, el PIB de Chile (US$ 10184 a precios actuales) es cerca de una quinta parte del de Francia y Estados Unidos, menos de un tercio del de España y algo menos de la mitad del portugués, todas cifras de la entidad bancaria mundial citada.

    Se entiende, entonces, que producir vapor de agua, metano, anhídrido carbónico (todos aportes de GEI’s de las termo, pero también de las hidroeléctricas) no es baladí para nuestro país. Hoy Chile, per cápita y según su PIB también per cápita, produce más gases de efecto invernadero que muchos países desarrollados. Luego, si la meta es salir del subdesarrollo, pero crecer hasta más o menos duplicar el PIB, de seguir por el camino energético que llevamos ¿Cuánto será el aporte de GEI’s cuando esa meta se alcance?.

    No es del caso dramatizar pero, en virtud de nuestra realidad actual, lo que se resuelva o no en relación a hidroaysén (se dice que será un 20% de la electricidad del país), nos compromete -para no decir hipotecará- más el futuro.

    Finalmente, como esta materia va más allá del interés de los ambientalistas, empresarios eléctricos o políticos, me parece fundamental que exista un debate nacional, pero ahora mismo veo que hay muchos actores que son insensibles o no asumen su responsabilidad, ojalá mañana no estén pidiendo que sea el Estado quien los indemnice, subsidie o les resuelva las trabas comerciales que haya que enfrentar, en razón de las decisiones medioambientales que hoy Chile adopte.

  • http://www.facebook.com/victorhugo.valenzuela Vu00edctor Hugo Valenzuela Sepu00falve

    No soy un radical y sin embargo no creo que exista ese consenso respecto a que se requiera toda esa energu00eda.

  • http://www.facebook.com/victorhugo.valenzuela Víctor Hugo Valenzuela Sepúlve

    No soy un radical y sin embargo no creo que exista ese consenso respecto a que se requiera toda esa energía.