09 may 2011

¿Gratis…? Gracias… pero ¿hasta cuándo?

Uno de los paradigmas que enfrentamos hoy, es que pese a que los computadores personales han mejorado significativamente en todos los aspectos, su verdadero potencial es desaprovechado dado que son aparatos de propósito general y la mayoría de los usuarios no pasa de navegar en Internet, escribir un texto o enviar un correo.

Es por ello que día a día el concepto llamado Cloud Computing ha ido tomando forma. La base de este concepto es que, ya no necesitamos tener el software ni los documentos alojados en nuestros computadores. Con nuestra cuenta de correo asociada, podemos tener nuestros documentos, hojas de cálculo, fotografías o proyectos en un servidor externo y compartirlos con nuestros colegas o amigos con solo un click.

Podemos también usar calendarios compartidos, llevar finanzas y contabilidad, administrar bases de datos sin necesidad de pagar por el software y disminuir considerablemente el uso de recursos físicos de nuestros computadores personales.

Paralelamente el constante crecimiento de las velocidades de conexión y la masificación de los dispositivos móviles, nos permitirá tal vez en un futuro no muy lejano prescindir de los discos duros y volver a usar simplemente terminales que nos permitirán utilizar software gratuito y alojar gratis nuestros documentos, hojas de cálculo, fotografías, música y todo lo que se nos ocurra. Es decir pasar de usar “terminales inteligentes” a vivir entre “terminales tontas”.

Ese futuro, predicho en el 2003 por Tim O´Reilly y John Battelle cuando redefinieron la web como una plataforma que ofrece servicios (software) gratuitos emulando el opensource y siendo ampliamente colaborativa provocaron por ejemplo que la persona del año 2006 de la revista Time, fuéramos todos nosotros. (Referencia)

Si a esto último sumamos la incorporación a internet de los televisores (sin lugar a dudas la más “tonta” de todas las terminales). Estamos entonces frente a una toda una revolución.

Sin embargo surgen detractores a esta fantasía del todo gratis. Por una parte algunos como Richard Stallman (fundador de GNU) plantean que esta forma de trabajo es una trampa que creará dependencia de los poseedores de tecnología y que finalmente perderemos el control de nuestros recursos al igual como lo hacemos hoy día dependiendo de los sistemas instalados en nuestros computadores. (principalmente software)

Del otro lado de la vereda, los desarrolladores de aplicaciones y los proveedores de servicios nos ofrecen la fantasía del cloud computing como una moda que promete ser el futuro soñado.

Mi sugerencia es que debemos observar cómo se comportan aquellos proveedores y ejercer nuestra democracia en forma permanente, criticando aquellos servicios que por ejemplo decidan cobrar de un día para otro o bien compartan nuestra información. Es decir romper la dependencia manteniendo una copia local de aquellos archivos más sensibles.

El cloud computing es más que una moda, es útil pero lo será solo hasta que como en todo, mantengamos nuestra independencia, porque ya hemos aprendido la lección de que nada es verdaderamente gratis en esta vida.

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    Interesante tema…

  • http://www.facebook.com/Yasna.Cristi Yasna Cristi u00c1lvarez Auspont

    u00a0Buenu00edsimo, muy buen comentario, tienes toda la razu00f3n no usamos el computador mu00e1s que para navegar por internet, lo limitamos muchu00edsimo.nGrande Pablo!!.n

  • http://www.facebook.com/Yasna.Cristi Yasna Cristi Álvarez Auspont

     Buenísimo, muy buen comentario, tienes toda la razón no usamos el computador más que para navegar por internet, lo limitamos muchísimo.
    Grande Pablo!!.

  • iu00f1aki auru00e8lio

    Como muchos latinoamericanos, usted confunde la capital con el pau00eds. Buenos Aires no es Argentina, como Santiago no es Chile.nEl que alguna vez fue el gran ferrocarril argentino estu00e1 destruido. Los gobiernos dictatoriales y las democracias posteriores se encargaron de destruirlo. Lo que tienen hoy no es nada.nTal vez le faltu00f3 conocer lo que era la red ferroviaria argentina. No alabaru00eda tanto lo que hay hoy du00eda.nEn Chile tambiu00e9n tenu00edamos una red importante, destruida por los mismos motivos que la argentina, con estaciones mu00e1s o menos bullantes.nnEs bueno que haya (re)conocido la Argentina latinoamericana. Esa Argentina europea es su00f3lo un invento que muchos argentinos creen y difunden. Bartolomu00e9 Mitre fue su impulsor (su00ed, tiene una lu00ednea de tren en su honor). Los porteu00f1os creen que toda la gente morena es boliviana o peruana.n