09 may 2011

Las lecciones de la SEP para la formación inicial de docentes

El reconocimiento estas semanas del impacto de la implementación de la ley de Subvención Escolar Preferencial (SEP) en los resultados del SIMCE de Lenguaje de 4° básico y en la notable disminución de los niños en nivel inicial, invita a pensar en qué se podría aprender de estos resultados.

En el trasfondo de la Ley SEP está el reconocimiento de que educar a niños vulnerables requiere más recursos y que todos los niños pueden y deben aprender.  La eficacia de la implementación de esta norma legal descansa en tres ejes: poner el aprendizaje de los estudiantes en el foco del diagnóstico inicial, de los planes de mejoramiento y de las metas; combinar adecuadamente metas exigentes con recursos para lograrlas; y exigir responsabilidad pública frente a los resultados.

Pero, ¿se puede replicar este ejemplo exitoso en otros casos, como el necesario fortalecimiento de la formación inicial de docentes?

Claro que sí.  En primer lugar, los magros resultados en las diversas evaluaciones docentes muestran que las instituciones formadoras no están logrando que sus egresados alcancen estándares mínimos. Y al igual que con los resultados de aprendizaje escolar, se responsabiliza, en gran parte, a las deficiencias del alumnado.

Siguiendo la lógica de la SEP, si el alumnado es el deficitario, lo que se requiere es invertir más en su formación.  En el caso de los docentes, y a pesar de que las becas Vocación de Profesor han impulsado el número de estudiantes con más de 600 puntos que ingresan a la carrera, ellos equivalen a menos del 15% de los matriculados en primer año.  Lo que sigue predominando estructuralmente es la baja selectividad de las carreras de pedagogía y, en ciertas ocasiones, masividad y bajo costo del arancel.

Por su parte, el sistema de acreditación de las carreras de pedagogía pone el foco en los procesos institucionales y pedagógicos y su coherencia interna, más que en los resultados de aprendizaje de los estudiantes de pedagogía.  La presión que supone la acreditación exhibe consecuencias principalmente a niveles organizacionales, pero no necesariamente en la responsabilidad pública por la idoneidad de sus egresados.

Bajo este contexto, los estándares para egresados de Pedagogía (la meta) y los convenios de desempeño patrocinados por el Ministerio de Educación para mejorar estas carreras (el apoyo condicionado a logro), pueden llegar a jugar el mismo papel que tuvo en el mejoramiento de los aprendizajes escolares el diagnóstico institucional obligatorio, la determinación de metas de rendimiento y el plan de mejoramiento que implicó la puesta en marcha de la SEP.

Especialmente si, en el marco de los convenios mencionados,  aspectos como lograr avances en los resultados de la Prueba Inicia o en las prácticas en el aula se transforman en el foco de las propuestas institucionales.

La Prueba Inicia es uno de los instrumentos que permitirá medir los logros de aprendizaje de los estudiantes de Pedagogía. Si éstos y otros resultados se vinculan estrechamente con la acreditación, contaremos con un potente  instrumento de responsabilidad pública, tal como han sido los resultados SIMCE para las escuelas.

Sin olvidar lo necesario que resulta también establecer puntajes mínimos de ingreso a la carrera, el ejemplo de la SEP se podría aplicar a la formación inicial de docentes, proceso que debe poner su foco en el aprendizaje de los futuros profesores.

Y para ello, no sólo se requiere de los fondos que existen en la actualidad, sino también que los mecanismos de presión -como la prueba Inicia y los convenios de desempeño- orienten y prioricen efectivamente el logro de aprendizajes en la toma de decisiones.  Lo que buscamos, con todo, es asegurar que todos los niños y jóvenes de Chile contarán con docentes capaces de lograr que aprendan lo que prescribe el currículo escolar.

Este es un espacio de libertad, por lo que solicitamos que no lo desaproveches. Contamos con que las opiniones se remitan al contenido de las columnas y no a insultos, ataques personales, comentarios discriminatorios o spam.

Por lo mismo y buscando el buen funcionamiento de este canal de expresión, requerimos de un registro previo utilizando Twitter, Facebook, Gmail o Disqus.

Si tienes problemas para registrarte, haz click acá.

  • http://twitter.com/diazmka Karina Diaz

    Testosterona y Poder mala combinaciu00f3n

  • Gonzalo Scott

    Mmmm, clarito seu00f1or Zaliasnik. No comparto la expresiu00f3n “Otro ejemplo no menos indecoroso”. Lo de Dominique Strauss-Kahn no es un acto indecoroso, es un delito. La moralidad (tu00e9rmino que me incomoda en su00ed mismo), no creo que califique dentro de un acto delictual. En otras palabras; esta “supuesta” moralidad en un intento de violaciu00f3n NO ME IMPORTA, solo que pague lo que es legalmente castigado y que es inaceptable en una sociedad razonable. Lo de Clinton es interesante como ejemplo, ya que, era un acto privado, y solo me parece que fue una vendetta polu00edtica. Con respecto a Chile, es imposible no preguntarse u00bfQuu00e9 hubiera pasado acu00e1? y al pensar la respuesta, es triste la respuesta que uno avizora, NADA.

  • Gonzalo Scott

    Disculpen, aprete dos veces.

  • http://profiles.google.com/david2640 David Maturana Cu00e9spedes

    Sin duda la Ley es buena, no tanto su aplicaciu00f3n, los planes de mejora no han contado con los materiales requerido, por ello resulta vital preguntarse.nnu00bfCuu00e1ntos municipios pueden demostrar que han gastado correctamente los recursos destinados a los escolares mu00e1s pobres?, u00bfQuu00e9 municipio, no estu00e1 hipotecando la calidad de la educaciu00f3n de los mu00e1s pobres?, u00bfcuu00e1ntos miles de millones han sido mal gastados, incluido los montos que tienen retenido para intentar derivar con la nueva flexibilidad para su uso?nu00bfCu00f3mo es posible que por un artu00edculo que tiene un valor de $ 2000.- en el mercado, se compre con recursos de la SEP en $ 7.000 ?nu00bfQuiu00e9n se hace responsable de esto?

  • http://profiles.google.com/david2640 David Maturana Céspedes

    Sin duda la Ley es buena, no tanto su aplicación, los planes de mejora no han contado con los materiales requerido, por ello resulta vital preguntarse.

    ¿Cuántos municipios pueden demostrar que han gastado correctamente los recursos destinados a los escolares más pobres?, ¿Qué municipio, no está hipotecando la calidad de la educación de los más pobres?, ¿cuántos miles de millones han sido mal gastados, incluido los montos que tienen retenido para intentar derivar con la nueva flexibilidad para su uso?
    ¿Cómo es posible que por un artículo que tiene un valor de $ 2000.- en el mercado, se compre con recursos de la SEP en $ 7.000 ?
    ¿Quién se hace responsable de esto?