03 may 2011

“El guardián entre el centeno”

La noticia de la muerte de Bin Laden suscitó múltiples reacciones en todo el mundo. Mientras una mayoría aplaudía el éxito de la acción militar que acabó con uno de los más despiadados terroristas, unos pocos -como los extremistas palestinos del Hamas- lamentaban su muerte. Sin embargo de inmediato afiebradas mentes y escépticos personajes comenzaron a elucubrar todo tipo de teorías conspirativas buscando poner en duda la operación.

Coincidentemente algo parecido ocurrió tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. El humo y el polvo del derrumbe de las Torres Gemelas todavía no se disipaba cuando las teorías conspirativas respecto de qué fue lo que “realmente” ocurrió ese día comenzaron a recorrer el mundo. Probablemente muchos de los mismos que hoy desenfadadamente pretenden cuestionar la muerte de Osama Bin Laden, en aquel entonces buscaron explicarlo como un “autoatentado” de los EEUU y de los sectores neoconservadores de ese país.

¿Qué hay detrás de ello?

Como con precisión lo describió en inglés y en menos de 140 caracteres en su cuenta de twitter el embajador del Reino Unido en Chile, Jon Benjamín, a pocas horas de conocerse la noticia, existe una sola cosa que a la que uno puede siempre apostar sobre seguro: quienes odian a los norteamericanos, inmediatamente comenzaran a inventar ridículas teorías de conspiración sobre la muerte de Osama Bin Laden.

En otras palabras un sentimiento antiestadounidense -que muchos denominan antiamericanismo- está presente en algunos miembros de nuestra sociedad y lleva a estos a generar las más increíbles hipótesis. Estados Unidos ha sido siempre objeto de una mezcla de amor y odio, de envidia y desprecio, por parte del resto del planeta. Ello se vio acrecentado con la caída del bloque comunista, que dejo a EEUU como única superpotencia mundial.

Autores como Jean-François Revel en su libro L’obsession antiaméricaine desnudan muchas de las falacias que se esconden detrás de este sentimiento antiamericano. En sus palabras, la principal razón de ser del antiamericanismo es la de ennegrecer el liberalismo en su encarnación suprema: los EEUU. Por su parte en América Latina, el autor Carlos Rangel en su libro “Del buen salvaje al buen revolucionario” afirma que las corrientes afectivas están regidas por un rencor muy antiguo, el de la América que ha fracasado contra la América que ha triunfado.

Con todo, el antiamericanismo es, la mayoría de las veces, un prejuicio de las minorías políticas, culturales y religiosas selectas mucho más que un sentimiento popular. De hecho en muchas sociedades no democráticas, especialmente en medio oriente, es difícil distinguir hasta qué punto las manifestaciones antiamericanas sean espontáneas y no organizadas por el poder autoritario gobernante.

El fallecido escritor J.D. Salinger en su clásica novela “El guardián entre el centeno” describió la sensación de ahogo vital de un adolescente que no encuentra su camino en el mundo adulto. El adolescente desmenuza sus pensamientos acerca de todo lo que le rodea, haciendo de su existencia, un continuo alegato contra la hipocresía y la falsedad que impera en las relaciones interpersonales de la sociedad moderna. En alguna medida los Estados Unidos es hoy ese adolescente.

Así, en momentos en que tratamos de entender los alcances e importancia -ciertamente simbólica- de la exitosa operación militar que acabo con Osama Bin Laden, coronando la compleja y asimétrica guerra que enfrenta al mundo con el terrorismo jihadista, en lugar de hacernos eco de oscuras teorías de conspiración debemos recordar a los más de tres mil muertos inocentes de aquel fatídico 11 de septiembre de 2001 y a tantos otros que han muerto a manos de grupos fundamentalistas como Hezbollah y Hamas. Sólo la magnitud de la barbarie puede ayudarnos a no prestar atención a absurdas conspiraciones y entender que si bien es cierto la libertad, los DDHH, la democracia y el estado de derecho no son valores exclusivos de los EEUU, ni Occidente, sino que son valores universales, nadie como los EEUU ha hecho tanto por promover los mismos.

Es ello lo que le valió ser objetivo del terrorismo fundamentalista, y quizás sea ello lo que quienes hoy inventan conspiraciones o cuestionan la legitimidad de la operación militar que abatió no a un civil inocente, sino a un combatiente jihadista, no quieren aceptar. Mal que mal, la narrativa de sus vidas está construida en base a un irracional odio antiestadounidense.

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  • Alejandro

    Será que mucha gente desconfía de los Estados Unidos porque a través de su historia ha cometido muchos errores y conspiraciones como en los años de la guerra fría cuando derrocaron los regímenes socialistas en América Latina como por ejemplo en Chile con la llegada al poder de Pinochet, la tortura y la muerte de cientos de inocentes por pensar diferente.

    Menos mal señor Gzaliasnik que aún quedan personas con memoria en el mundo.

  • Ximena

    Haga lo que haga EEUU siempre habrá personas que no le crea, ya sea por lo que escribió Alejandro, con quien estoy de acuerdo, o porque sencillamente si no creemos nos mostramos irreverentes y es una muestra de inteligencia para con la potencia que fue capaz de buscar por 10 años al responsable de la muerte de 3000 inocentes en la cosmopolita Nueva York.

    Tal vez sería contraproducente mostrar el cadaver, y sería bueno no hacerlo para no ofender al islam, sabemos que ellos son un poquito irracionales, pero creo que lo único que importa es lo que dicen y piden las familias de las víctimas del 11/S.

    Por otro lado, EEUU no tiene por qué mostrar ningún video o foto para demostrar que la operación fue llevada a cabo y que Osama está muerto.

    De acuerdo con su columna, la “Operación Gerónimo” fue existosa, y todo esto de teorías conspiracionistas siempre aparecerá en el imaginario colectivo.

  • http://www.facebook.com/Luis.Fredes9 Luis Fredes

    Y espero que para tu bolsillo haya valido la pena el haber actuado de sicario de los okupas que estan en la ANFP, porque vendiste al pueblo futbolistico, a tu conciencia y a la dignidad profesional apoyando una masacre a una persona digna, humilde y profesional, espero que haya valido la pena Aldito.. mas que un par de entrevistas exclusivas al Rey Guachaca, porque ademas de comprometido y vendido, serias barato.

  • Arturo Vargas

    Encuentro tragicómico ver que ahora la discusión viró hacia la altura de los defensas, como siempre apropiándonos de un tema que en su momento fue debate en la selección brasileña, y como siempre hace la “familia del fútbol”, chuteando la pelota pal lado. Aldo, sabes perfectamente que fracasamos, que perdimos en forme indigna contra una selección de nivel inferior. La reación lógica y sana ante esto es de amargura, tanto en la prensa y con mayor razón en la hinchada. Se perdió por falta de jerarquia, por un arquero que ya no aprendió a embolsar balones, y por centrales que aunque midieran 2 metros, no habrían cabeceado porque perdieron las marcas. En suma, se perdió por mediocridad. Que Jadue no lo asuma es muy comprensible, pero que la prensa no lo haga es patético