04 sep 2015

Reforma Tributaria, más allá de las circulares

Cuando se publicó la totalidad de las circulares con instrucciones, explicaciones y ejemplos prácticos para facilitar la correcta aplicación y asimilación de la Reforma Tributaria, dirigidas a los contribuyentes se transmitió una sensación de tranquilidad a los contribuyentes que no corresponde,  ya que las circulares no son un método idóneo para perfeccionar la ley, debido a que son dictadas por el director del Servicio de Impuestos Internos en uso de las facultades administrativas que le otorga el Código Tributario.

Esto trae como consecuencia que no son obligatorias para los contribuyentes, ni tampoco para los jueces tributarios, porque están destinadas a instruir a los funcionarios del SII, sobre la forma en que deben aplicar y fiscalizar los impuestos, siendo obligatorias sólo para ellos como subalternos del director.

Por ejemplo, sometida una controversia entre un contribuyente y el SII al conocimiento de un tribunal tributario y aduanero, el juez de la causa puede dictar sentencia en contra de lo sostenido por el  director de SII en una circular, dándole la razón al contribuyente.

Entonces, se hace evidente que las circulares no son un sistema o método para perfeccionar la ley, dada su naturaleza administrativa y su acotada fuerza obligatoria.

Ahora bien, sí existen puntos controvertidos u oscuros en la reforma que por medio de una circular el SII puede aclarar cómo será su fiscalización, pero creo que se ha desaprovechado la oportunidad, porque muchas veces las circulares dictadas repiten lo señalado en la ley sin aportar, y se echan de menos más aplicaciones prácticas. La circular sobre las rentas presuntas es un claro ejemplo de esto.

Cabe recordar que el director del SII tiene que redactar las circulares, interpretando administrativamente la norma tributaria, y—evidentemente—se le hizo complicado ese trabajo.

Es unánime la opinión entre quienes hemos estudiado la Reforma Tributaria, que ésta hizo muy complejo el sistema tributario chileno, el que lógicamente debe ser entendido de Arica a Punta Arenas, por todos, o por lo menos, la mayoría de los contribuyentes sometidos a el. Hoy esto está muy lejos de ocurrir, pronosticándose una implementación más que dificultosa.

Si el gobierno realmente quiere perfeccionar y simplificar la Reforma Tributaria, como se ha expresado, debe proponer una nueva ley, la que debe ser aprobada en el congreso, como cualquier otra, y no a través de simples circulares con fuerza obligatoria sólo en el ámbito administrativo.

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04 sep 2015

Shanghái, Yuan y Chile Week China

La reciente devaluación del yuan y, ahora, las sucesivas caídas de la bolsa de valores de Shanghái han generado nuevas incertidumbres en los agentes económicos nacionales. Es natural, ya que actualmente China es fundamental en la performance de la economía mundial y cualquier trastorno impacta a nuestro comercio y cuentas externas.

La devaluación del yuan no es tan sorpresiva. Ya en julio de este año, el euro y el yen se habían depreciado en 23% y 21%, respectivamente, frente al dólar comparado con igual mes del año anterior. Lo mismo se había dado con otras monedas. Así las cosas, no era sostenible que el tipo de cambio del yuan/dólar se mantuviera al mismo valor de hace un año atrás.

El impacto de la depreciación de la moneda china para nuestra economía es preocupante en el corto plazo. Por un lado, se encarecerán las exportaciones de cobre, maderas y productos agroindustriales en ese mercado asiático, cuyo valor podría disminuir. Al mismo tiempo, las importaciones desde China, al hacerse más baratas, favorecerán mayores flujos desde ese proveedor.

A mediano plazo, el panorama cambia. La devaluación debiera generar mayor dinamismo exportador, incentivando el crecimiento económico del gigante asiático. Ello se traduciría en una mayor demanda a futuro para las exportaciones chilenas.

En consecuencia, la devaluación exige mantener una actitud vigilante sobre el yuan, evaluando el ciclo de precios del cobre y de otros recursos naturales; pero, también, para dar seguimiento a la incorporación de exportación de bienes no-tradicionales al mercado chino.Para ello, hacia lo interno es perentorio desplegar ingentes esfuerzos de fomento para diversificar nuestra matriz productiva-exportadora.

La diversificación exportadora tiene una buena base en el sector agropecuario. Chile apunta a convertirse en potencia alimentaria y en el mercado chino hemos tenido avances significativos; estas exportaciones han pasado desde US$78 millones en 2003 a US$1.273 millones en 2014. China es hoy el tercer mayor destino para la oferta chilena de alimentos y bebidas, sólo superada por Estados Unidos y Japón.

Sin embargo, persisten serios desafíos. En materia logística hay que doblarle la mano a la distancia geográfica para que los alimentos frescos, altamente perecibles, puedan llegar a destino en mejores condiciones e incorporarlos a la tendencia creciente del comercio electrónico.

Con todos estos desafíos en mente, la semana pasada estuvo en China una gran delegación público-privada, encabezada por el ex Presidente Frei, actual embajador en misión especial para Asia. La iniciativa pretendía atraer la inversión china pero también promover la oferta chilena, principalmente en el área agroalimentaria.

El resultado fue excelente. Más de 550 reuniones de empresarios chilenos con importadores chinos; diez encuentros con inversionistas chinos en las áreas de energía, minería, agricultura e infraestructura;  dos seminarios de inversiones; la firma de un acuerdo con el gigante mundial del comercio electrónico, Alibaba; reuniones de alto nivel con autoridades chinas; además de contactos con consumidores finales a través de una feria en Shanghái y la instalación en el marco de la campaña “Foods from Chile” de un food truck en Beijing.

En suma, la devaluación del yuan, la disminución del crecimiento chino y la debilidad del precio del cobre son desafíos ineludibles que las políticas públicas deben enfrentar con responsabilidad, pero también con audacia, y la Semana de Chile en China es una muestra de lo que podemos hacer.

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04 sep 2015

El cliente insatisfecho

La política es una actividad que, en muchas más formas de las que nos gusta admitir, se asemeja a un servicio en el cual se establece una relación entre el proveedor y el público, en la que el primero se compromete a proporcionar un servicio determinado, en las condiciones de calidad, cantidad y oportunidad previstas, y el segundo acepta el pago de la tarifa concordada que es la delegación del poder soberano a través del voto en las elecciones que se convocan con periodicidad.

Esta idea proviene de “El Contrato Social” de Jean Jacques Rousseau, publicado en 1762, en el que básicamente se reconoce la libertad de cada individuo para aceptar voluntariamente integrarse a una sociedad y suscribe un contrato por medio del cual se le aseguran sus derechos y libertades.  En retribución, el individuo compromete su participación y su contribución económica al mantenimiento del Estado.

Dos siglos y medio bajo esta concepción es un tiempo bastante largo en la historia de la Humanidad, pero parece necesario revisar algunos supuestos para poder continuar dentro de este paradigma.

¿Alguien recuerda el movimiento de los Indignados del año 2011?  Nacidos primero en España y extendidos luego a otros países, se puede decir a cuatro años que sus logros fueron menores en relación a la intensidad del movimiento y la amplitud de sus demandas.

Llamaron mucho la atención y parecía una auténtica revolución esto que el cliente insatisfecho por el servicio que le proporcionaban los políticos se pudiera quejar -de manera pública y masiva- por lo que denunciaban como un incumplimiento de contrato.

¿Qué queda de ese movimiento?  Básicamente, dos cosas.  Primero, el saber que hay muchos inconformes y luego que, ante la reacción de un Poder que supo aplicar la proverbial política del garrote y la zanahoria para aplacar la sublevación, las expresiones de indignación se trasladaron a la redes sociales, ya que es siempre más cómodo protestar desde un escritorio y, a fin de cuentas, se siguen obteniendo algunos resultados, como hemos visto en nuestro propio país.

A cuatro años del nacimiento del movimiento de los Indignados, la indignación se mantiene vigente, así como una sensación entre los ciudadanos respecto a que en cualquier momento puede darse un movimiento similar, en especial si se reconoce que los motivos fundamentales de la demanda, referentes a una mayor participación en política y una economía humanista, no se han cumplido.

De vez en cuando surgen acciones masivas de repudio a distintos asuntos, pero básicamente problemas puntuales.  Es que es imposible mantener un estado de crispación permanente.   Es muy agotador pasarse semanas en la calle exigiendo cambios radicales, en particular cuando no se observan logros importantes.

En estos tiempos, la capacidad de concentración de las personas se mantiene por poco tiempo.  La preocupación por los escándalos políticos es rápidamente pospuesta con un partido de fútbol y la reiterada aparición de motivos de indignación produce también que la capacidad de asombro se vaya perdiendo.

La simple revisión de las redes sociales permite comprobar esto.  Es raro que un tema permanezca siendo lo más comentado en Twitter por más de un día, y siempre que logre imponerse a una masa de personas que parecen más preocupadas de compartir sus opiniones sobre un programa de televisión.

Otra cosa es el voluntarismo que quiere creer que basta con un buen motivo para que toda la sociedad se alce a exigir los cambios que se demandan.  No hay que olvidar que la política es como el servicio de administración de la sociedad que se contrata cada cuatro años, y resulta difícil cambiarse de proveedor a menos que existan motivos muy serios.   Pero la indignación sigue existiendo, aunque sea de manera subterránea.

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03 sep 2015

Políticas universitarias realistas y eficaces

Es indispensable tener un panorama claro sobre cómo funcionan nuestras universidades y lo que pasa en otros países para definir políticas públicas que sean eficaces para el progreso de esas organizaciones, en calidad e inclusión social. Un primer paso es identificar dónde estamos.

Desde esta perspectiva parece conveniente establecer una nueva tipología de universidades.Nuestra realidad evidencia características propias de los sistemas de educación superior más consolidados a nivel mundial. Es así como se observa, por ejemplo, que “las universidades altamente selectivas” o “de investigación”, no son todas las universidades integrantes del sistema. Habitualmente se trata de un porcentaje muy menor.

El fenómeno descrito, a nivel nacional, se explicita nítido al observar la cantidad de publicaciones científicas medida como artículos WOS (ex ISI) en la Web of Knowledge para los últimos dos años. En total se observa una producción de 17.096 artículos, de los cuales algo más de la mitad es aportado por sólo cuatro de nuestras universidades.

Si combinamos elementos como el descrito con otros antecedentes atingentes, nos encontramos con un grupo reducido de universidades – dependiendo del criterio utilizado, entre cuatro y ocho – a las que deberíamos darle la categoría de universidades selectivas o completas, otorgándoles, por supuesto, un trato diferente, con aporte fiscal especial acorde a su cualificación.

El resto de las universidades acreditadas no pertenecientes a la anterior categoría muestran, en los indicadores que se desee comparar, bastante equivalencia. A manera de ejemplo se puede señalar que la producción científica de las universidades privadas acreditadas, medida en publicaciones WOS para los últimos dos años, supera la producción de trece universidades estatales derivadas, ventaja que se mantiene aún adicionando la producción de tres universidades católicas, no selectivas, pertenecientes al consejo de rectores.

En este contexto, la segunda categoría propuesta consistiría en universidades que cumplen una función pública y nivel de compromisos acordados con el Estado, lo cual les permite obtener aporte fiscal directo para docencia, investigación de relevancia regional y/o nacional y vinculación con el medio.

Finalmente, se reconocen universidades privadas acreditadas sin aporte fiscal,  las cuales podrán participar de fondos concursables en las áreas en que se encuentren acreditadas.

El apoyo especial del Gobierno a las universidades estatales no selectivas, con compromiso regional, se estima pertinente por la vía del aporte por cumplimiento de metas de desempeño.

Pretender que todas las universidades sean “Research Universities” es tan iluso como plantear que en Estados Unidos todas son como Berkeley o el MIT. Aunque ambos han sido postulados como modelo en nuestro parroquial debate.

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03 sep 2015

Je suis Aylan

En enero de este año, varios recordaremos el atentado a la sede de la revista satírica francesa Charlie Hebdo, el cual fue reivindicado por la rama yemení de Al Qaeda, y que dejó un saldo de 12 víctimas fatales, conmocionando a toda Europa y la comunidad internacional.

Joachim Roncin, de 39 años, era el director artístico de la revista Stylist, quien a pocos días del incidente en Charlie Hebdo, se hizo famoso por acuñar un breve y convincente mensaje de solidaridad por lo ocurrido en la sede de la revista francesa. El mundialmente conocido mensaje “Je suis Charlie” (Yo soy Charle) ocupó portadas de periódicos, pancartas, e incluso el popular hashtag de la red social Twitter.

En nuestro país también respondieron a la oleada de solidaridad internacional, en la que numerosos transeúntes se dirigieron a la embajada francesa para dejar el popular mensaje de apoyo.

Pero hace días se ha hecho viral una imagen que probablemente refleja la magnitud de la crisis humanitaria que se vive en los países árabes azotados por la oleada de terrorismo, cuyos nacionales intentan desesperadamente alejarse de las zonas de combate.

Este sería el caso de Aylan Kurdi, un niño sirio de apenas 3 años, quien se hizo conocido por una foto que circula mundialmente, y que muestra su cadáver a la orilla de la playa turca de Ali Hoca.

Según la información preliminar, se sabe que los miembros de familia Kurdi eran residentes de la ciudad siria de Kobani, y buscaban refugio en Canadá, ya que allí contaban con un familiar que buscaba traerlos. La idea de la familia era viajar en dos botes hasta Grecia, ya que las solicitudes de recibir a los Kurdi hechas por el familiar residente en Canadá, fue denegada por las autoridades.

Ante la trágica necesidad de viajar en unos botes hasta Grecia, el hecho dejó como saldo 12 personas fallecidas, entre ellos 5 niños donde está el caso de Aylan, y su hermano Galib de 5 años. También falleció la madre de los pequeños, Rihan, de 35 años.

Un artículo de la BBC publicado este miércoles, detallaba que si las autoridades canadienses hubieran aceptado la petición, la familia Kurdi podría haber viajado directamente a Canadá, siempre y cuando hubieran demostrado que cinco ciudadanos canadienses podían patrocinarlos, proveyéndoles apoyo financiero y emocional.

También en el artículo se detallaba las complejidades por las que tienen que atravesar los desplazados sirios en los campamentos turcos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), ya que en caso de no obtener el estatus de “refugiado”, Turquía tampoco les otorga una visa para salir del país.

Dentro de unas semanas, se realizará la Asamblea General de las Naciones Unidas, organización que cumple su 70° aniversario. A la luz de los hechos, la situación humanitaria en Siria volverá a ser puesta dentro de la agenda, pero ahora con un doloroso precedente que nos refleja la magnitud de lo que viven día a día los desplazados sirios.

Aunque también nos sumamos al dolor por lo acontecido en Charlie Hebdo, para el caso sirio no bastan las frases de solidaridad internacional, ya que Francia no se encuentra azotada por una oleada de terrorismo, ni por un conflicto de la magnitud que aqueja a la república árabe.El país galo tampoco cuenta con las cifras de desplazados internos, ni con la cantidad de muertos que ya llevan los cuatro años de conflicto en Siria.

La actitud reactiva de la comunidad internacional, frente a la crisis humanitaria que viven millones de sirios, iraquíes y ciudadanos de otras nacionalidades, debe ponerse a prueba en esta nueva Asamblea General. Esperemos que estén a la altura.

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03 sep 2015

Celulares en la escuela, oportunidad para aprender

Por mi trabajo, visito muchos establecimientos educacionales al mes. Al conversar con directivos y educadores sobre la incorporación de tecnologías al trabajo pedagógico, un tema que aparece recurrentemente es el masivo acceso de teléfonos móviles por parte de los alumnos.

Hace unos días, en un aula de 6º básico de una escuela municipal le pregunté a los alumnos cuántos de ellos tenían celulares con acceso a Internet. Todo el curso me respondió que poseían un teléfono inteligente con esas características. Pregunté entonces si lo usaban en la escuela. La respuesta de algunos fue que sí, siempre y cuando el profesor lo permitiera. Pero algunas risas cómplices delataron que no era la única respuesta posible.

La mayor parte de los reglamentos de convivencia de los colegios establecen que no está permitido llevar celulares y que, en el caso que los alumnos sean sorprendidos usando uno de estos dispositivos, el teléfono quedará “requisado” hasta que lo venga a retirar el apoderado. Sin embargo, esta norma es insostenible y casi imposible de hacer respetar.

¿Qué hacer entonces con los celulares en la escuela? La respuesta es simple, básicamente debemos realizar lo que mejor sabemos hacer en las escuelas: educar.

Las habilidades que muestran las nuevas generaciones en el uso funcional de los dispositivos, no significa que los estudiantes tengan las competencias para un uso adecuado y de valor agregado de las oportunidades que ofrecen los teléfonos inteligentes. Y permitir su uso en el aula, no implica necesariamente que aporte a los objetivos de aprendizaje que desafían a las comunidades educativas.

El ingreso de un celular a la sala de clases debe realizarse como parte de un plan educativo que le agregue valor al dispositivo y naturalice su uso, evitando que sea visto exclusivamente como un medio de entretención o un riesgo de distracción al interior del aula. Un acompañamiento pedagógico exitoso relacionará el uso con el respeto por la intimidad y privacidad, el derecho a la propiedad intelectual y la empatía con otros.

Los alumnos están produciendo textos en sus dispositivos, lo que ofrece una oportunidad de exploración de estilos y formatos de expresión escrita. Pero también, los alumnos están capturando imágenes a través de poderosas cámaras fotográficas disponibles en sus móviles, lo que ofrece la oportunidad de profundizar conceptos en artes visuales, creatividad y comunicación.

Por otro lado, los estudiantes buscan permanente información en sus teléfonos conectados a Internet, lo que desafía desarrollar en los estudiantes habilidades de análisis, comparación de fuentes y criterios para la selección de contenidos. Ésta es una buena oportunidad de buscar información en el aula un mismo tema, comparando diversas fuentes y analizando las características que debiera tener un contenido de calidad.

Para incorporar los dispositivos móviles en el aula, necesariamente hay que innovar respecto a las formas tradicionales de enseñanza. En primer lugar, se debe planificar el momento en que el uso de los dispositivos y de sus aplicaciones será pertinente y agregará valor al programa de la clase. Esto debe realizarse, con el objetivo de desarrollar hábitos que modelen usos adecuados y pertinentes de los dispositivos.

En segundo lugar, es importante establecer pactos y compromisos en conjunto con los estudiantes, con el fin de establecer el modo en que podrán ocupar sus teléfonos inteligentes en el aula. En este ámbito, es importante que las normas tengan un sentido que le dé significado a la decisión. Por ejemplo, acordar que no está permitido grabar vídeos sin consentimiento, lo que debe estar relacionado con la valoración de la privacidad e intimidad.

Por último, se deben incorporar estrategias que permitan ir ganando experiencias en la incorporación de los recursos asociados a los dispositivos móviles en el aula. Se puede partir por usos básicos (calculadora, diccionario) hasta interacciones más complejas y sofisticadas que impliquen modificar las estructuras tradicionales de la sala de clases.

Existen plataformas que hoy permiten transformar el uso de estos dispositivos en ambientes colaborativos de aprendizaje. Éstos ofrecen a los establecimientos contenidos curriculares, modelos pedagógicos y sistemas de retroalimentación que respetan ritmos y estilos de aprendizaje, otorgándole al docente herramientas para un liderazgo pedagógico efectivo.Estas soluciones, requieren un esfuerzo de innovación sostenido por parte de la escuela.

Hoy no basta con reconocer que el uso de celulares en la escuela es incontrolable.Es más interesante reconocer que estos dispositivos, que forman parte de la vida cotidiana de los estudiantes (y de muchos docentes), son una herramienta poderosa para enfrentar los desafíos pedagógicos al interior del aula.

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02 sep 2015

La viciada discusión sobre el aborto

La democracia es el modo que se ha inventado para que los hombres que pertenecen a una comunidad puedan vivir en paz sin que sus diferencias los dividan. En ella, como lo expresa la palabra, se trata de con-vivir, de vivir juntos, aunque desde muchos puntos de vista los miembros del colectivo sean diferentes.

Se trata de administrar las diferencias para que ellas no se transformen en un obstáculo, se trata de llegar a un punto común en el que cada cual pueda vivir según sus particulares concepciones del mundo, sus específicas creencias y sus diferentes principios valóricos, se trata de que nadie resulte obligado a acomodarse a las convicciones de los demás, de que ningún modo de pensar se imponga en forma obligada a los que no lo comparten.

Si esto es así, hay que afirmar que Chile está muy lejos de ser un país democrático. Y la actual discusión sobre el aborto es un excelente ejemplo de ello. La Iglesia y su círculo de influencia, que abarca a los partidos de la derecha y a parte de la democracia cristiana, han buscado siempre imponerle sus propias creencias al resto de sus compatriotas, convencidos de ser los depositarios de la verdad y de que toda postura diferente a la suya es un peligroso error que llevará al país a la degeneración y al desastre.

Y lo lamentable de todo esto es que las fuerzas que deberían ser capaces de ubicar la discusión en el verdadero terreno de los valores de la República y de los principios de los derechos ciudadanos, constantemente caen en la polémica que a estos sectores conservadores mas les conviene.

En cuanto al aborto, en lugar de partir de la base de que jamás nadie (ni siquiera la ciencia) podría ponerse de acuerdo en una discusión sobre el momento en que comienza la vida, los fundamentos del respeto a la vida, qué entendemos por vida, etc., se intenta hacer prevalecer una determinada interpretación sobre estas cosas que sea impuesta como ley a respetar por todos los chilenos, pasando por encima de las eventuales diferencias de apreciación que estos pudieran tener sobre estos mismos asuntos.

Y todo el mundo cae rápidamente en la trampa, dejando de lado la verdadera discusión que debería tener lugar sobre cómo, sin que nadie resulte avasallado, podemos convivir los que somos partidarios del aborto tal como existe en todos los países civilizados, y los que no lo son.

Porque, digámoslo claramente – ni siquiera esto puede afirmarse en Chile – hay quienes somos partidarios del aborto libre. Y no es ninguna vergüenza tener esta postura, simplemente se debe a una diferente concepción frente a estos asuntos.

En Chile se discute para imponer una postura única sobre el aborto porque no hay ningún respeto por la diferencia. Y este atropello muestra un peligro mucho mas real para la sociedad chilena que cualquier posicionamiento favorable al aborto, porque en el fondo es una forma de sectarismo y de violencia que atenta en contra de los derechos de una buena parte de los ciudadanos.

Por eso, el único terreno de discusión conducente debiera ser sobre cómo podemos ponernos de acuerdo sobre ciertas políticas sobre el aborto en las que los ciudadanos tengamos el derecho a elegir y a actuar según los principios que nos convencen.

No se trata de que el Estado chileno se defina frente a problemas filosóficos o religiosos en los cuales jamas podrá conseguirse la unanimidad de sus ciudadanos, sino de buscar cómo podemos convivir los que pensamos cosas muy diferentes y qué responsabilidades tiene el Estado en relación con estas decisiones.

Cuál es el terreno común que puede permitir que los que son contrarios al aborto puedan ejercer su derecho a no abortar en ningún caso y de ninguna manera, y que por otro lado también pueda permitir que los que no piensan así también actúen lícitamente según sus propias creencias y valores.

¿Existe eso común? Por supuesto que existe: es precisamente lo que se llama “democracia” y que en muchos países ha logrado imponerse sobre otras posturas autoritarias que el mundo moderno ha descartado desde hace ya mucho tiempo.

Los observadores extranjeros que nos escuchan discutir sobre el derecho que puede tener o no tener una mujer violada a hacerse un aborto deben quedar atónitos. Lo mismo sobre las demás causales que están en la discusión. ¿Por qué el Estado chileno debería imponerle a una pobre mujer que desea abortar que actúe de acuerdo con los principios morales de ciertos personeros políticos o del Cardenal Ezzati? Parece locura que puedan ponerse en discusión estas cosas.

Lo único que yo sé es que la vida es un gran misterio y que hasta ahora nadie ha podido desentrañarlo completamente como para erigir sus conclusiones en reglas de vida para todos los seres humanos.

Frente a esto, lo único correcto es asumir esta indigencia y respetar al otro incluso si lo que afirma nos parece equivocado. Cada cual tendrá su propia cuota de error y su propia cuota de verdad.

Y si hay verdad es porque esta se abre paso dificultosamente hasta  la conciencia humana, la cual solo puede acceder a una parte de ella a través de inmensos esfuerzos que nunca serán suficientes porque siempre quedará una zona de misterio por desentrañar.

¿Y esta constatación no obliga acaso a no permitirse jamás pretender suplantar ni aplastar las convicciones que otros han llegado a tener? Discutamos entonces sobre como podemos coexistir los que están por y los que están en contra del aborto y no sobre cosas inútiles que hasta ahora siguen y seguirán siendo un misterio.

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02 sep 2015

El mal uso de los influenciadores en la publicidad

Hoy las redes sociales son las plataformas más importantes en el mundo para comunicarse y con un crecimiento de millones de usuarios a nivel mundial. Uno de los principales beneficios que tiene esta herramienta es dar a conocer una marca y posicionarla en un segmento específico.

Según el último Wave, un 99% de los usuarios utilizan Internet todos los días y el  80% administra alguna red social propia. Sabemos que un 54% de los chilenos consultados en el estudio demostró que confían en las marcas que son expuestas en distintas social medias como Blogs, Twitter o Facebook.

El paradigma es el siguiente: en la publicidad tradicional los usuarios ven la pureza del producto, al revés de lo que se muestra en redes sociales. Las campañas en los social media dan a conocer valores, ética, políticas y responsabilidad de cierta marca. Es decir, la campaña está dirigida a crear confianza en el usuario final y así mismo que estos logren el nexo con su entorno más cercano.

En este sentido, la estrategia más usada en el último tiempo en redes sociales son los influenciadores. Hablamos de personas con ciertas características, con una gran cantidad de seguidores y que son recompensados de alguna forma para mostrar el producto o servicio en sus plataformas. Pero, ¿qué pasa cuando los rostros de estas marcas publican de manera excesiva y se transforman en referentes poco creíbles para los consumidores?

A la hora de usar este tipo de herramienta en redes sociales, podrían existir dos tipos de consecuencias: el cambio en la preferencia del consumidor hacia otra marca determinada y la poca credibilidad del nombre del producto o servicio que se muestra a través de estas plataformas. La honestidad de la marca se ve afectada por un abuso de exposición, dejando al usuario dañado en la percepción y desviando su atención hacia la competencia.

Nuestro desafío como generadores de confianza entre marcas y usuarios es crear instancias en las cuales la veracidad en las herramientas tan masivas como Twitter o Facebook no se pierdan por un exceso de confianza por parte de nuestra industria. No cansar al consumidor es parte central de nuestro trabajo en publicidad.

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02 sep 2015

¿Somos los chilenos bipolares?

Me refiero a una conducta social que se ve representado en la polaridad. A veces excesivamente triunfalistas y a veces excesivamente derrotistas. Al parecer el espectro de colores se reduce socialmente al blanco o al negro. Es posible constatar como en el fútbol, en particular experimentamos la experiencia de ser “lo máximo” estar aptos para ser campeones del mundo, pero basta una derrota para declarar que no tenemos futuro, que nos falta mucho para estar en las grandes ligas, y un gran etcétera.

En la historia política del país vivimos un periodo pendular. De la Revolución Socialista de Allende y la Unidad Popular, nos movimos al otro extremo de una dictadura militar de extrema derecha.

Con la vuelta a la democracia, parecía que la sangre derramada, el dolor y sufrimiento que padecimos, nos permitió ganar en sensatez. De hecho se obtuvo la democracia con la fuerza de la razón y no con las fuerza de las armas que algunos propiciaban. Eso demostró cual era el camino que debíamos seguir como país.

Siempre hay personas que tienden a exagerar su posición y poner las cosas en el simplismo de un blanco o negro. Actitud muy propia de la juventud, pero algo sorprendente en la conducta de adultos y más aún cuando estos tienen responsabilidad pública, allí ya entramos en el ámbito de la irresponsabilidad.

Un claro ejemplo fue el tema de la retroexcavadora para remover los cimientos mismos del actual sistema, dicho por un dirigente de la Nueva Mayoría que en su versión anterior, Concertación, han tenido la responsabilidad de conducir al país y hacerlo con real éxito al lograr  niveles de desarrollo nunca antes conseguidos y una significativa disminución de la pobreza. Pero también es cierto que no con los niveles de equidad deseados y esperados. Pero nada indica que hay que hacer un borrón y cuenta nueva, sino las reformas requeridas para alcanzar esa mayor equidad.

Cuando se eligió a la Presidenta Bachelet se hizo por las reformas que proponía al país y no una revolución.  Por lo mismo como toda reforma, se dan en un proceso de gradualidad debidamente estudiado y no en la pasión de cambios rupturistas que en muchos casos no miden sus consecuencias y los resultados en definitiva no logran el objetivo final que se persigue.

En los últimos días hemos vuelto a evidenciar estos rasgos de bipolaridad. Frente a la crisis de credibilidad de la política por las platas negras, los errores de conducción del gobierno por el apresuramiento en aprobar importantes leyes sin suficiente estudio y reflexión, la crisis de autoridad que se manifiesta en la percepción de inseguridad que vive la población, la manifestación de los camioneros que viene a representar la falta de soluciones de fondo en el tema Mapuche y también la crisis del sistema de justicia al no tomarse medidas apropiadas frente a la violencia; en todos aparecen los actores del blanco y negro.

También hemos tenido oportunidad de escuchar a parlamentarios y dirigentes sociales, que perdiendo la brújula, vetan a un participante del Consejo Consultivo del ministerio de Educación. ¿No luchamos contra una dictadura que por la fuerza impuso un modelo de sociedad para reemplazarla por una democracia que por esencia se basa en el diálogo, la diversidad de ideas y opiniones? Por el contrario, debiéramos agradecer todos los días el tener opiniones diferentes que nos enriquecen y no caer en lo que señala el Papa Francisco a sus Obispos, “escuchar solo a los que acarician mis oídos”.

Hay quienes representan la realidad como si estuviéramos en el mayor caos social y político, e incluso al borde del despeñadero. Sin duda alguna que son situaciones delicadas que merecen toda la atención y que requieren la búsqueda de salidas que aseguren una democracia más real en todos los ámbitos. Pero, por favor seamos sensatos. No existe una sociedad perfecta, ni una democracia perfecta, no existen gobiernos ni Estados perfectos. Como tampoco existen hombres ni dirigentes perfectos. Esa es la sensatez básica sobre la que debemos construir.

Ya vivimos la experiencia de ningunear la democracia y sabemos en lo que terminamos. Por eso se debe mirar el presente con realismo, en un momento único para la política,en una sociedad transparentada en todas sus conductas por las redes sociales y los nuevos medios digitales. Realidad que afecta absolutamente a todos los países del mundo, unos más y otros menos. Con mayores o menores escándalos, sin que ello signifique el  “mal de muchos…”, sino alguna cuota de realismo.

Las aspiraciones para construir un país mejor son legítimas y de enorme valor, sin embargo siempre la política se debe mover entre “lo real y lo posible”. Somos un país joven, pero no adolecente. Por lo mismo se espera que todos los dirigentes actúen con algún grado de madurez. Las certezas las vamos construyendo entre todos y no solo con los que más gritan, reclaman, se quejan, protestan y menos con quienes rasgan vestiduras sin tener al menos el sano juicio de mirarse críticamente a sí mismo y a su entorno.

Si queremos ser un país grande que propicie el mayor grado de felicidad posible para sus miembros, en base a una mayor igualdad de oportunidades para todos, se requiere análisis serios y ponderados que viabilicen sus propuestas en el señalado contexto entre “lo real y lo posible”.  Lo demás se torna una irresponsabilidad política que genera un tremendo daño al país y que tarde o temprano la historia cobrará.

La bipolaridad como conducta es aceptable y comprensible en la adolescencia, pero es una patología en la madurez.

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02 sep 2015

Destruyendo nuestro patrimonio con cara bovina

Hace algunos días el concejal de Pozo Almonte, Luis Martínez, escribió su nombre y el de su pareja en las faldas de un cerro en el desierto, cerca de la localidad de Huara. El detalle fue que se trataba del cerro Unita y a unos metros de allí, está el imponente y bello geoglifo llamado Gigante de Atacama y el lugar es zona de conservación arqueológica.

Que una figura conocida de la zona actúe así nos muestra a las claras que no procedió con mala intención, sino con absoluto desconocimiento del lugar y de lo que es el patrimonio. Pero no lo crucifiquemos.

Por esos mismos días hubo una curiosa manifestación de señoras durante la apertura del polémico mall de Castro, aquella construcción instalada en el centro de la ciudad chilota con tanta delicadeza y buen gusto (léase en tono sarcástico porque es sarcasmo). Espontánea o no, resulta llamativo el apoyo de personas del lugar a un proyecto cuyo beneficio es dudoso y cuyo daño al patrimonio y calidad urbanística es bastante menos discutible.

Sigamos hacia atrás. El 2013 se realizó la marcha “Yo Aborto” por el centro de Santiago. Al pasar frente a la Catedral, varios manifestantes  irrumpieron en su interior mientras se celebraba una misa, rayaron y causaron destrozos en el edificio que es Monumento Nacional.

Por último recordemos el caso Cadima-Tambuirrino. En el año 2004, los jóvenes ariqueños Eduardo Cadima y Enzo Tamburrino se encontraban mochileando en Cusco, y pintaron un grafiti en una de las murallas de la ciudad. Ciudad de varios siglos de existencia, construida sobre bases y muros incaicos, es patrimonio de la humanidad y, oh sí, fue capital de uno de los imperios más grandes de la Historia.  Pero a los chilenos no nos vienen con leseras, habrán pensado. Así y todo, los viajeros fueron detenidos y juzgados, como corresponde, pero en Chile se les presentó como víctimas y nadie, ni el entonces presidente Ricardo Lagos, entendía por qué tanto escándalo con pintar algo bonito en unas piedras viejas. Se llegó a un acuerdo extrajudicial y retornaron a nuestro país auspiciados por una ONG. No sin antes que estos artistas destruyeran el hotel donde se alojaban, pero esa es otra historia.

He citado casos conocidos y recientes (hay muchos más), donde estuvo involucrada gente supuestamente conocedora de su tierra, con cierta sensibilidad, apertura de criterio o intereses sobre su entorno. Se podrá argumentar que los sucesos de la Catedral fueron un ataque a una iglesia ultraconservadora que se distanció de la gente, o que el caso de los grafiteros no era para tanto y se trató de una situación de xenofobia, pero hasta en la Unión Soviética se preservaron los palacios de la época zarista, e incluso los nazis prohibieron pero no destruyeron obras de artistas “degenerados” como Marc Chagall o Wassily Kandinsky.

Porque el patrimonio debiera respetarse más allá de coyunturas, para tener conocimiento de qué somos, que no nacimos ayer y que ni siquiera lo hicimos con la llegada de los españoles.

Si no sabemos de qué estamos hechos, quedémonos viendo tele con cara bovina. Nos falta mucho para tener esa conciencia de nuestro pasado y el caso del concejal es un buen ejemplo de ello, pero al menos en este caso a nadie se le ha ocurrido argumentar que la inscripción “Luis Martínez B. – Alysson” es una intervención artística o una campaña contra el PPD.

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