Hace rato que la televisión se olvidó de la juventud, basta con hacer un rápido zapping por los canales de señal abierta para notar que el único espacio con participación de jóvenes es un reality show, donde la mayor parte del tiempo se ve a los chiquillos tirados al sol debatiendo sobre si volverán o no con su ex parejas.
Se ha vuelto costumbre que cada verano los canales de televisión decidan “refrescar” su programación, los matinales se instalan al aire libre, los noticiarios recorren las playas en busca de picadas y aparecen los realities, supuestamente programación pensada para los jóvenes que durante estos meses no van a clases.Ninguno de estos intentos logran atrapar al televidente joven, que se ve obligado a buscar en internet lo que la TV no le entrega.
La última encuesta sobre Participación de Jóvenes de Periodismo UDP y Feedback, mostró que la participación en portales y redes sociales creció entre cinco y diez por ciento, es ahí donde están los jóvenes hoy, es ahí donde se expresan, donde hacen ruido y comentan lo que realmente les interesa.
El sondeo INJUV “Nuevas Tecnologías e Internet” del 2015, mostró cifras similares, un 85% de los jóvenes confesó conectarse todos los días a internet y un 93% tiene un perfil en Facebook, siendo la red social más ocupada, seguida por Instagram y Twitter.
La televisión le está dando la espalda a los jóvenes, los olvidó y los jóvenes también se olvidaron de ella. Para un chico de 15 años los youtubers son más famosos que los conductores de un matinal, prefieren enterarse de las noticias por Twitter y comentarlas en Facebook. Haga el ejercicio, entre a un portal y fíjese en los comentarios al final de cada noticia, los jóvenes debaten, discuten, aportan y nada de eso está en la TV.
Marchas y protestas, que van desde el derecho a la educación hasta cruzadas ecológicas, todas tienen su origen en las redes sociales, mientras los jóvenes artistas, humoristas y comunicadores han decidido mostrar su talento en la web, acá han encontrado el espacio negado por la TV y los medios tradicionales.
La próxima vez que escuche decir que los jóvenes “no están ni ahí”, tome su teléfono, tablet o PC, abra el navegador y vea a todos los que “si están ahí”.