No es primera vez que los medios denuncian malas prácticas por parte de las Cajas de Compensación, que ofrecen créditos sociales a personas vulnerables para cumplir sus metas.
Lamentablemente, esta realidad que afecta principalmente a adultos mayores y personas con discapacidad que viven en pobreza se ha mantenido invisible a los sistemas de fiscalización.
El objetivo de los llamados “créditos sociales” que ofrecen las Cajas de Compensación debiera ser ayudar a mejorar las condiciones de vida de los pensionados, ya sea para temas médicos o de mejora de sus viviendas.
La investigación realizada por el programa “Esto no tiene nombre” de TVN, que fue emitida el domingo recién pasado, muestra cómo algunas de estas instituciones abordan de manera inescrupulosa a ancianos, que terminan pagando un porcentaje importante de sus pensiones –la mayoría recibe la Pensión Básica Solidaria- durante más de 7 años.
Frente a esta realidad que nos parece inaceptable y tantas otras que afectan precisamente a la población más vulnerable, nos estremece saber que el 78% de la población más pobre del país destine el 60% de sus ingresos a pagar créditos, como develó un informe del Fosis, es necesario valorar el rol de la televisión pública en su intento de denunciar y transparentar estas prácticas.
Al entregar la información de manera transparente ,será la ciudadanía la que se forme su propia opinión respecto de una realidad que legalmente puede estar bajo la norma, pero que es éticamente cuestionable.
Una sociedad informada puede ejercer sus derechos y, a la vez, ser un ente fiscalizador de injusticias sociales.