“Esto nunca se acaba, no se sabe cuándo comienza y cuando termina, sólo sé que me ha costado harto…”
Esta pequeña frase es uno de los tantos discursos que he podido escuchar de parte de una persona que ha estado en este proceso llamado “reinserción social”, y que como muchas otras, buscan estrategias, respuestas y sentidos, que encaucen dicho proceso. De una u otra forma, esperan lidiar con diversas condiciones – internas y externas – que promuevan el cese de la reincidencia delictiva, tanto a nivel conductual como cognitivo.
En los últimos tres años, el Estado ha promovido acciones para lidiar con el hacinamiento y la población penitenciaria de nuestro país, y por consiguiente, facilitar la reinserción social.
En general, son gestiones administrativas, como la expulsión de internos(as) extranjeros(as) a sus países de origen, y otras como el aumento de la aplicación de medidas alternativas a las privativas: reclusión parcial, remisión condicional, libertad vigilada simple e intensiva y prestación de servicios en beneficio de la comunidad.
Lamentablemente la aplicación del brazalete electrónico y las penas a beneficio de la comunidad no tuvieron el resultado que se prometió a la ciudadanía en su momento, donde el primero no sirvió prácticamente para lo que se requería, y el otro si bien ha sido aplicado correctamente por el Poder Judicial, no existen las plazas necesarias para dar cabida a ello.
Junto con las gestiones mencionadas, se han desarrollado algunas acciones institucionales para promover estrategias de reinserción, como son la Mesa de Trabajo del Ministerio del Trabajo, Economía, Justicia y otras agrupaciones relevantes y redes regionales como al Red Inserta, agrupada por fundaciones, ONG’s, municipios y otros(as) actores(as) sociales.
Me parece eso sí, que todas estas acciones lamentablemente se centran con gran fuerza en lo técnico, dejando de lado ciertas variables relevantes, las cuales son obviadas por una falta de diálogo ciudadano.
Creo que por más estadísticas, noticias y proyectos de ley que se presenten para dar cuenta de nuestro sistema carcelario, la relevancia de un diálogo ciudadano con el estado y las instituciones protagónicas sobre la reinserción social en personas privadas de libertad, podrían entregar luces sumamente valiosas para abordar este tema más allá de los aspectos técnicos y políticos.
De hecho, tengo algunas hipótesis acerca del rol y el posicionamiento de la ciudadanía en el abordaje de la reinserción social, así como algunas preguntas.
Por ejemplo, ¿cuál es la postura de la sociedad chilena acerca de la reinserción social de personas privadas de libertad?
Considero que no existe una familiarización acerca de la Reforma Procesal Penal en el discurso ciudadano, y por consiguiente, de sus alcances jurídicos y sociales para facilitar los procesos de reinserción.
Ante ello – y deseo profundizar esto en otro momento – me parece que la aplicación de la reforma no refleja el discurso ciudadano, el cual he podido evidenciarlo en ciertos espacios académicos, laborales y sociales, sumamente punitivo.Todos y todas a la cárcel.
Por otro lado, indudablemente que el rol de la prensa es algo que siempre merma en todo ámbito, y que por más se muestren equipos de fútbol carcelarios, internos(as) rindiendo PSU, empresas “jugadas” en la reinserción, y otros titulares varios, las primeras planas y noticias son privilegiadas con temas delictivos de mediano y grueso calibre. Un mensaje muy confuso y contradictorio.
Por último, creo que una de las grandes dificultades que vivencian quienes laburamos e investigamos en reinserción social, es sobre qué opina realmente la ciudadanía acerca de la reinserción de personas que han cometido delitos. Dicho concepto, engloba diversas variables jurídicas, psicológicas y criminológicas, y me pregunto a ratos que tan lejano (o cercano) podría estar del discurso ciudadano.
¿Reinserción como un proceso de cambio o un evento inmediato de cambio? ¿Será que el “reinsertarse” es algo necesariamente mediato y concreto para saber que alguien dejará de delinquir? ¿O será, que más que un evento o momento mediato, es más un proceso de vida que conlleva ciertas aristas?
Tengo algunos comentarios y propuestas de reflexión (técnicas muchas de ellas), pero creo que debemos facilitar el diálogo para encontrar los primeros alcances de cómo comprendemos, reflexionamos y proponemos la reinserción social en nuestro país.