Sus hermanas de congregación han hablado por ella. Aseguran que sor María es inocente, que es una monja bondadosa, piadosa y siempre volcada en ayudar al prójimo. Pero la Fiscalía de Madrid, encargada de investigar casi dos mil denuncias de supuestos robos de recién nacidos entre 1950 y 1990 ha recabado suficientes datos para acusarla de participar en una trama en la que se disfrazaba de buena causa un negocio puro y duro.
El próximo 3 de abril sor María Gómez Valbuena deberá comparecer ante la justicia acusada de detención ilegal. Hasta ahora la monja se ha negado a prestar declaración.
El caso de los niños robados a madres solteras o a mujeres casadas a las que se presumía en dificultades para mantener a un hijo se destapó hace dos años y lo que en principio constituyó un caso aislado acabó en una ola de denuncias que ha provocado conmoción social.
A todas luces se trató de una trama urdida por médicos, personal sanitario y religiosas que cumplían misiones de asistencia espiritual en clínicas.
Una de ellas era sor María, a la que se ha identificado como una de las personas que prometía hogares de permanencia temporal para los bebés de madres solteras o, en casos ya confirmados, daba por muertos a los infantes. A algunos padres se les negaba ver el cadáver de sus bebés y a otros que no se conformaban con la trágica noticia se les mostraba el cuerpo inerte de un niño “que parecía congelado”, según han declarado ahora.
De las miles de denuncias de robos de bebés presentadas en toda España se ha archivado una cuarta parte por carecer de indicios de delito.
Hay que destacar que la presión ejercida ante la Fiscalía General del Estado y ante el ministerio español de Justicia ha dado sus frutos. Las indagaciones que se han hecho han permitido conocer los nombres de supuestos cabecillas de la red de traficantes, aunque algunos han muerto o han perdido la memoria. Nada raro esto último cuando se tocan temas tan tremendos y sensibles.
En la actualidad trabajan en casos de bebes desaparecidos fiscales de diversas regiones de España que han ordenado exhumar tumbas donde habrían sido sepultados los cuerpos de los infantes dados por muertos. Y lo que se sospechaba…Se han encontrado ataúdes vacíos. En otros casos se ha confirmado, tras análisis de ADN, que los cuerpos hallados pertenecían a sus progenitores.
El ministerio de Justicia ha decidido actuar y determinó facilitar el acceso a los archivos médicos para indagar los alcances de la red de tráfico ilegal de recién nacidos y, a la vez, mantener informado de los resultados a las organizaciones de afectados.
Desde que se difundió la noticia sobre denuncias de desapariciones de recién nacidos se han conocido muchos reencuentros de niños robados que han podido recuperar su identidad. En algunos casos han sido los propios padres adoptivos los que han revelado detalles de cómo operaba esta red y sus ramificaciones.
Ahora hay que esperar si sor María Gómez Valbuena decide hablar ante el juez. Hay pocas probabilidades de que eso ocurra. Sus compañeras de congregación han advertido que está “muy malita, muy malita.”