21 oct 2011

España, el fin de ETA y las elecciones

La organización ETA Militar ha anunciado el fin de su lucha armada, concretamente ha establecido un “alto el fuego permanente, general y verificable” afirmando que se trata de “compromiso firme” dentro de “un proceso de solución definitivo” de la violencia y “el fin de la confrontación armada” que afecta a España desde hace más de cuarenta años.

Este anuncio, no por esperado, ha dejado descolocada a una parte importante de la clase política, de los medios de comunicación y de la sociedad española a escasos 30 días de las elecciones generales que se celebrarán el próximo 20 de noviembre.

El proceso seguido tanto por el Gobierno de España como por ETA ha sido largo, ha tenido altos, bajos, quebrantos y problemas de todo tipo pero la puesta en escena del final definitivo de ETA comenzó hace unos días con la conferencia de paz celebrada en el País Vasco y auspiciada por Brian Currin; las consecuencias que para España tiene el fin de ETA son múltiples pero sus primeros efectos se apreciarán en la próxima cita electoral.

Todas las encuestas indicaban que el Partido Popular, la derecha, obtendría una amplia mayoría absoluta y que el Partido Socialista sufriría su mayor derrota desde el retorno de la democracia; seguramente las cosas no van a cambiar en exceso de aquí a que se abran las urnas, pero algunas modificaciones se producirán.

En todos los cálculos electorales se preveía que un anuncio del fin de la lucha armada, por parte de la organización vasca, representaría un beneficio electoral para los socialistas de entre 4 y 5 puntos; esto, sin duda, seguiría siendo admisible para la contabilidad del derechista Mariano Rajoy pues su ventaja actual sobre el socialista Rubalcaba está en torno a los 15 puntos dependiendo de las fuentes consultadas.

Parece ser que los problemas electorales de Rajoy no vendrán por la izquierda sino que le pueden surgir por la derecha.

Ante el anuncio de ETA las reacciones han sido generalmente favorables pero, en amplios sectores de la derecha más extrema – incluida dentro del propio Partido Popular (PP) – así como en los medios de comunicación más afines, la crítica ha sido virulenta e, incluso, ha comenzado a dirigirse en contra del propio Rajoy por haber admitido que este fin de ETA era una buena noticia.

La primera en intentar atraer ese voto de la extrema derecha ha sido la candidata Rosa Díez, de la populista Unión Progreso y Democracia (UPyD) pero no ha sido la única; también dentro del PP surgen voces discrepantes que no deben ser ignoradas porque representan al ala dura de ese partido como son las de la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre y otros.

El problema de Rajoy es que hasta ayer, por así decirlo, decía que era inadmisible aceptar la “palabra de los terroristas”, que “el único fin de ETA era ir a la cárcel”, que “con esa gentuza no se puede negociar” y, ahora, se ve ante la encrucijada que de ganar las elecciones tendrá que ser él y su partido quienes gestiones la paz.

Rajoy está obligado a cambiar su discurso, ya lo está haciendo a marchas forzadas y eso le pasará una factura importante en el frente interno.

Por las previsiones de la Ley electoral, UPyD le puede hacer mucho daño en cuanto a escaños y eso le podría forzar a negociar con ellos la formación de gobierno lo que significaría quedar secuestrado por el populismo de derechas.

En cualquier caso, Rajoy tendrá que revisar no sólo su discurso sino sus cómputos electorales.

Los problemas que surgen ante este nuevo escenario no terminan ahí, este anuncio de ETA generará un aumento importante de votos en el ámbito de la izquierda nacionalista vasca y al otro gran partido nacionalista vasco, el democristiano PNV.

Uno y otro se sentirían más cómodos con un gobierno socialista para gestionar la paz y ello puede tener un reflejo tanto electoral, como pos electoral importante.

Finalmente, Rubalcaba, que es el gran gestor del proceso de paz tendrá y podrá sacar sus réditos de este auxiliador anuncio por parte de ETA, lo que no es seguro es si el salvavidas será lo suficientemente resistente, como para evitar el hundimiento de su partido.

En cualquier caso, sí queda claro en el nuevo escenario que la paz es una gran noticia – como la definió Rajoy – y, sobre todo, que la misma obligará revisar las posiciones de todos los partidos y afrontar con civismo y espíritu democrático, muchas veces olvidado en la lucha contra ETA, esta nueva etapa que afronta España y, gane quien gane estas elecciones, el auténtico beneficiado de este desenlace no es otro que la propia sociedad española, gobierne quien gobierne.

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  • Francisco Mendez

    Buen análisis por parte del Sr. Boye. La mayoría absoluta del Partido Popular, que hasta ayer era segura, se complica por momentos. Rajoy debe demostrar que tiene cintura política y aglutinar a todos el partido conservador a la vez que cambia su discurso de extrema dureza en el tem vasco por otro más acorde con los tiempos y más realista.

  • Francisco Mendez

    Buen análisis por parte del Sr. Boye. La mayoría absoluta del Partido Popular, que hasta ayer era segura, se complica por momentos. Rajoy debe demostrar que tiene cintura política y aglutinar a todos el partido conservador a la vez que cambia su discurso de extrema dureza en el tem vasco por otro más acorde con los tiempos y más realista.

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