El dicho correcto es México lindo y querido; sin embargo , a raíz de los sucesos ocurridos en Monterrey, en el norte del país, donde mentes y manos criminales causaron la muerte de 53 personas, el caricaturista Omar, del periódico El Universal, uno de los dos diarios de mayor prestigio en México, tituló su caricatura del sábado con la frase que sirve de título a esta columna.
Y de verdad, México está herido, desgarrado y de luto tras este acto de terrorismo que incrementa la suma de los más de 42 mil mexicanos que han perecido en los últimos cinco años en diversos enfrentamientos entre carteles del narcotráfico y en los cuales, por supuesto, han caído muchas víctimas inocentes.
La inmensa mayoría que está contra la violencia y que semana tras semana, en diversas ciudades, marcha por las calles clamando la paz y la unidad de la nación, no logra comprender las acciones de grupos que buscan imponer a sangre y fuego sus oscuros negocios.
A quienes hemos encontrado en este país una segunda patria, nos duele lo que vive México, un país con una tradición y riqueza cultural tan profunda, enorme y diversa. Un país que mantiene y ha mantenido históricamente relaciones diplomáticas de primer nivel con Chile y donde se quiere a los chilenos y todo lo que provenga de nuestro país.
El Presidente Felipe Calderón, en un discurso dirigido a toda la nación, junto con hacer un llamado a los mexicanos a unirse en estas horas tan cruciales, ha apelado a su vecino de norte, Estados Unidos, para no usar las fronteras como paso de drogas y frenar el flujo ilegal de armas hacia el narco mexicano cuyo poder de fuego es igual o superior al que cuenta la policía, ejército y marina de la nación.
México se encuentra hoy en una lucha sin cuartel contra el narcotráfico que junto con causar la muerte de miles de personas, desangran al país y reducen al mínimo los niveles de seguridad de algunos Estados.
Pese a los llamados que surgen desde los diversos sectores los resultados no son halagüeños y la prensa continúa informando de numerosas pérdidas de vidas humanas como acaba de suceder en el centro de entretenimiento ubicado en Monterrey.
La solidaridad del mundo no se ha hecho esperar y diversos dignatarios y mandatarios han expresado su pesar y rechazo frente a estos actos de barbarie, al tiempo que instan al gobierno mexicano a continuar la búsqueda de los caminos de paz que necesita y merece la nación.
Preocupa en estos momentos cómo los jóvenes, con el espejismo del dinero fácil, están siendo reclutados por el narco.
Un estudio dado a conocer la semana pasada nos habla del fuerte crecimiento del segmento poblacional de los denominados ninis – ni estudian ni trabajan- que pasó de un millón 700 mil a 2 millones 100 mil de 2006 a la fecha, lo que representa un aumento del 23 por ciento.
De acuerdo con el estudio “Juventud ociosa en América Latina: Un problema persistente en una década de prosperidad”, originado justamente en el Instituto de Innovación Educativa del Tecnológico de Monterrey, la receta para terminar con esta falacia es que todos tengan la oportunidad de ir a la escuela, ya que, como lo señala otro estudio, el 34 por ciento de los delitos federales los cometen jóvenes cuyas edades fluctúan entre los 15 y 18 años.
Por lo mismo, y pese al momento que se vive en México, la prensa ha seguido con inusitado interés lo que sucede en Chile con respecto a las demandas de reformas estructurales de la educación y las manifestaciones en que participan por igual estudiantes, profesores, padres de familias y trabajadores y que en la presente semana, tras el llamado a dialogar hecho por el Presidente Sebastián Piñera, podría vivir una jornada clave.
Así queda representado cuando este fin de semana, en la prensa de México, se publicó un desplegado por parte del H. Consejo Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, cuyo rector José Narro, acaba de ser condecorado por el gobierno chileno.
Esta Universidad que cuenta con más de 300 mil estudiantes, es pública, gratuita y en los rankings especializados de las universidades mundiales figura como la número 1 de América Latina.
El aviso publicado está dirigido a las comunidades universitarias latinoamericanas y a las autoridades chilenas. Tiene cuatro puntos y dos de ellos resaltan que “la educación pública es un derecho fundamental que permite el desarrollo humano, el fortalecimiento de la sociedad y el avance de las naciones”.
Otro de los puntos indica que “la educación superior pública requiere el respaldo financiero del Estado para garantizar ese carácter público y el acceso para los jóvenes”.
Volvemos a lo mismo: el rol de los Estados en la educación pública y privada.
La lucha por una educación de calidad para todos y que no profundice las desigualdades que vive América Latina y muy en especial Chile. Para lo anterior habrá que buscar formas de financiamiento y becas que permitan a todos tener la posibilidad de estudiar y donde el lucro en la educación sea desterrado, tal como lo señala la legislación chilena.
Espero que estos sean los temas que se traten en la reunión a la que ha invitado el Presidente de Chile a estudiantes, profesores y padres durante esta semana.
Sin duda es una buena oportunidad para tratar los problemas de fondo de la educación chilena. Si nos vamos por las ramas, poco podremos avanzar y los desacuerdos se profundizarán.