El kinder obligatorio surgió desde el Ejecutivo como la solución a los problemas de inasistencia a este nivel.Sólo para refrescar la memoria, la Ministra Schmidt planteaba que más de 30 mil matrículas no están siendo utilizadas, y que según la CASEN 2011 son cerca de 15 mil niños y niñas los que no asisten a kinder.
Promulgada la reforma, lo que se consagró en definitiva es una obligación para las familias de matricular a sus niños y niñas a este nivel, cuyo incumplimiento, generará la imposibilidad de acceder a la educación básica.
Algunos académicos e instituciones se han pronunciado al respecto, abordando temáticas desde el currículum, calidad y la condición laboral de los profesores, dando por alto, lo que a mi juicio es trascendental. ¿Hay matrícula para el kinder? ¿Dónde se encuentra?
Con la información entregada por el Ejecutivo, de inmediato se puede deducir que no hay problemas de cobertura. Lo que es verdad, la cobertura para el kinder es prácticamente del cien por cien. Luego, hilemos un poco más fino ¿de qué matrícula estamos hablando?
Según la información proporcionada por el MINEDUC vía Transparencia, la matrícula gratuita, esto es, la de colegios municipales y subvencionados gratuitos alcanza sólo para el 57% de los niños y niñas de 5 años (77.449 matrículas en los municipales y 66.298 en los subvencionados gratuitos).
El resto, está cubierta por los colegios privados y los colegios particulares subvencionado con financiamiento compartido (20.994 matrículas en los particulares y 84.363 en los subvencionados con FC).
La reforma constitucional no implica garantizar el kinder, sino sólo la obligatoriedad, en tanto que el Estado no está garantizando necesariamente el acceso en forma plena, por consiguiente, cerca del 40% de todas las familias deberá invertir dinero para que su hijo o hija pueda ingresar a la educación básica, porcentaje que con el tiempo podría incrementarse, ante la progresiva y constante disminución de las matrículas en el sector público.
Así también, la obligación del Estado de financiar un sistema gratuito sólo establece el imperativo de otorgar recursos a quién dé la educación, pero no dice a quién ni con qué requisitos.
De esta manera, la coexistencia de los subsidios con el financiamiento compartido, sólo va a incentivar la segregación a más temprana edad, así también el lucro.Esta reforma más que solucionar el problema, agudizará aún más la precariedad de nuestro sistema educativo.
La implementación de esta reforma quedará a cargo del próximo gobierno, quien tendrá como desafío garantizar el acceso gratuito y universal al kinder y en segundo lugar, terminar con el financiamiento compartido, principal responsable de la segregación y el lucro en la educación escolar.