“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Albert Einstein
Chile es el primer productor de materias primas mineras no renovables, tales como el cobre con 5,8 MT, de cobre fino al año, siendo el primer productor mundial con el 31% de participación de mercado, posee casi 1/3 de las reservas de cobre del mundo también de litio, renio, nitratos naturales y yodo. Además de destacada participación en la producción de molibdeno con el 21%, plata con el 6% y oro con 2 %. La producción por extracción de minería subterránea alcanza a 520 Ktmf/año y a cielo abierto a 5.256 Ktmf.
La minería ha sido el motor y palanca del desarrollo económico de los últimos treinta años, con un PIB que ha estado desde 25% hasta 8 %, ahora oscila entre 11 a 12 %, pero presenta severas falencias estructurales, como la de no contar con la astucia intelectual de haber creado industrias alrededor de su minería.
Se estima que si lo hubiera hecho hace veinte años, la contribución de la industrialización del cobre impactaría en tres puntos mínimo del PIB, generando empleos para al menos cinco mil personas adicionales y sustituyendo importaciones. Chile al no tener fábricasque procesen el cobre, lo recibe de vuelta hasta cinco veces más caro que su precio de venta como materia prima.
El aumento de la producción minera mundial de mineral de hierro, oro, cobre y níquel, junto con el aumento de precios de dichos metales ha triplicado el valor de la industria entre 200 mil millones a 600 mil millones dólares durante la última década. Pero debido a la disminución de la calidad del mineral, el volumen total de residuos producidos por la industria, que contiene sustancias como el arsénico, plomo y cianuro, es cada vez mayor.
La pregunta que debemos hacernos es, ¿por qué todos los países de Latinoamérica que son dueños de ricas materias primas mineras, no han logrado industrializarse?
Tenemos los casos de Chile, Perú, México, Bolivia, Ecuador, Colombia y hasta Brasil que han pasado más de cuarenta años con gobiernos de distintos signos políticos y nunca se piensa en la creación de fábricas e industrias para sus recursos minerales; he allí el primer dilema Buridano de nuestros gobernantes.
¿A qué se le tiene miedo?, ¿por qué no confían en el capital intelectual de sus científicos y profesionales, o sencillamente hay ignorancia y rechazo a la vaca lechera que se piensa que nunca se acabará? Quizás la baja del precio del cobre por debajo de 2 U$/Lb los haga reflexionar y por fin perfeccionen las políticas públicas para fomentar la minería planetaria con industrias inteligentes.
Explotar los recursos mineros no renovables de un país exige de sus autoridades experiencia y competencias técnicas, para sacarle el máximo provecho económico, aplicando el concepto de minería planetaria con un óptimo valor agregado en base a la creación de fábricas de bienes de capital, con un irrestricto respeto con la naturaleza.
China, el gigante asiático, hace cincuenta años entendió esta problemática y aplicó la política de crear miles de fábricas en todos los sectores productivos con un amplio apoyo al sector privado,aun cuando no cuenta con todas las materias primas necesarias para alimentar su inmensa industria de bienes de capital.
La estrategia que adoptó, fue devorar las materias primas que producen los países de Latinoamérica, que según ellos, jamás entenderán el concepto de industrializar sus materias primas y de allí el éxito del gigante asiático, que actualmente domina la economía mundial gracias a su moderna industria. El consumo mundial de cobre fino alcanza la cifra de 21 millones de toneladas y la producción mundial de cobre fino alcanza solo 18,5 millones ton. siendo China el principal consumidor.
Pero ¿qué pasaría si a Chile se le termina su cobre? ¿de dónde nuestra economía sacaría aproximadamente KUS$ 60.000 millones de dólares de importaciones de productos mineros? ¿Hacia dónde se iría, y quien aprovecharía ese inmenso capital intelectual adquirido durante más de cien años de explotación minera exitosa?
Todas estas interrogantes se han transformado en los nuevos desafíos y paradigmas que deberá enfrentar la industria minera de Chile y de países de Latinoamérica para los próximos años; luego del boom de los precios, se olvidó del aumento de la productividad, y optimización de procesos para contener y disminuir los costos.
Tolerancia cero con los costos y la clave está en la Innovación y alta productividad. Para ello debemos enfrentar los riesgos operacionales, el cambio de paradigma de retorno rápido a crecimiento.
1. Riesgo de que “Chile y países latinoamericanos adolecen de la falta de políticas públicas y una política de estado para industrializar sus recursos minerales”.
2. Riesgo, que se puede transformar en oportunidad, de hacer alianzas estratégicas tecnológicas.
3. Riesgo del excesivo celo controlador que enfrenta la minería.
4. Riesgo relacionado a los caprichos de las comunidades y pueblos originarios.
5. Riesgos de la “corrupción.
6. La contaminación a la naturaleza por rotura o derrames de residuos de tranques de relavesgenerando verdaderos desastres ecológicos a la flora, fauna y a la vida humana.
7. Riesgos operacionales típicos de la minería.
8. Riesgo de la volatilidad de precio de los commodities.
9. Riesgo de sustitución del cobre por el grafeno.
10. Riesgo asociado a la transformación desde minería a cielo abierto a subterránea.
11. Riesgos asociados a las decisiones estratégicas para la autorización de financiamiento de carteras de proyectos de las empresas mineras estatales.
12. Riesgo por la falta de una política clara de I & D.
13. Riesgo por aumento de los costos operacionales.
14. La tendencia a la baja productividad.
El fantasma de nacionalizar los recursos Mineros enfrenta el dilema de fomentar la Inversión privada versus buscar mayores retornos para el Estado.
En síntesis, los desafíos que enfrentará la industria minera son los cambios de paradigmas del capital intelectual y los riesgos de transformarlos en oportunidades, la necesidad de sensibilizar a la clase política de la importancia de explotar racionalmente y con sentido social y planetario nuestros recursos naturales no renovables,lo que exige de mejores autoridades, mejores políticas públicasy mineras, mayor fomento a la inversión en exploración geológica y una agresiva política de industrialización de nuestros recursos naturales.