Durante los últimos años nos hemos ganado de una reputación económica envidiable, en comparación a nuestros vecinos, con un alto crecimiento en el PIB y un mejoramiento en la calidad de vida. Claramente la mejora puede ser subjetiva, ya que sabemos que no todos los ciudadanos se ven beneficiados por los números azules que destaca Chile.
Ya finalizando este periodo del Presidente Sebastián Piñera, acompañado de su gabinete, se puede realizar un balance tanto positivo cómo negativo.
En lo rescatable hay varios puntos que considero, como la facilidad de la creación de empresas, la disminución de burocracia en algunos trámites, el aumento de pos natal para la mujer y la estabilidad macro-económica que se mantuvo.
Hace algunos días se realizó la encuesta de Expectativas Económicas del Banco Central, donde les preguntaron a 50 expertos el panorama futuro de la economía chilena, expresando que nuestro país bajará su crecimiento a un 3,8 por ciento para este 2014. Ya es casi costumbre que los “expertos” sean como la “tía” Yolanda Sultana, teniendo una bola de cristal prediciendo el futuro.
Asimismo el ministro de Hacienda, Felipe Larraín dijo que “si hay una desaceleración en la economía nacional, el problema es interno, ya que el panorama mundial se ve positivo con el crecimiento de Estados Unidos y la recuperación de Europa”, dejando una sensación de culpa para la futura administración, como un dicho antiguo que conozco “el cojo siempre le echa la culpa al empedrado”.
Larraín no debería culpar al resto, por los errores que se pudieron cometer, él también es parte de la carrera que Chile quiere ganar, donde tendrá que entregar el testimonio de la posta a Alberto Larenas, quien será el futuro ministro de la cartera.
A pesar que los resultados no son alentadores, recordemos que hemos avanzados mucho en el área económica y que cada vez será más difícil crecer a cinco puntos porcentuales.Estamos ad portas del desarrollo, por ende el crecimiento y la brecha se ven disminuidas.
Los economistas están acostumbrados a “meter cuco” con sus análisis y fórmulas mágicas, pero creo que este año será muy positivo para nuestro país, sin olvidar que hay que trabajar duro, y además se comenzará un nuevo periodo presidencial al cual le deseo toda la suerte para que sea un año exitoso.
Los gobiernos no son una carrera individual, sino más bien una posta que todos tenemos que participar y contribuir, para lograr la meta deseada.