Normalmente, para apreciar la gestión de las empresas, se hacen balances respecto a sus resultados relativos. No es suficiente que a una firma en particular le vaya bien o tenga cifras económicas positivas, la pregunta de fondo es cómo han sido sus resultados en relación a compañías equivalentes. Una buena forma de evaluar la gestión de los países y sus modelos de desarrollo es realizar un ejercicio análogo, en este caso, cotejaremos la evolución del ingreso per cápita corregido por poder de compra, que permite realizar razonables comparaciones entre países y a través del tiempo.
De acuerdo a cifras del FMI (Fondo Monetario Internacional), en 1990, el ingreso per cápita de Chile corregido por poder de compra era de US$ 4949. Comparado con Venezuela (US$ 7015), Brasil (US$ 5363), México (US$ 7357), Argentina (US$ 5647) y Perú (US$3242), Chile era un país de ingreso medio en la región. Para los países que hoy son considerados desarrollados, ese mismo indicador, para dicho año, era de US$ 23.198, para Estados Unidos; US$ 19.641, para Canadá; US$ 14.200, para España; y US$ 11.292 para Portugal.
Después de 22 años, con 20 años de gobierno de la concertación, en base a las mismas estadísticas del FMI, la posición de nuestro país ha cambiado sustancialmente.
El año 2012, Chile es el país más rico de la región con US$ 19.238 (con la población corregida por el nuevo censo poblacional), superando a Argentina (US$18.205), Brasil (US$ 12.038), México (US$ 15.300) y Venezuela (US$13.242), siendo este último el que menos progresó en este indicador en el período de tiempo considerado. Perú se situó en US$ 10.679.
Estos resultados merecen tres consideraciones importantes.
La primera, es un indicador que sin duda tiene una correlación muy alta con el bienestar de la población. La segunda, nuestro país está muy cerca de calificar como desarrollado, dicho umbral está en los US$ 20.000, lo que probablemente constituirá uno de sus mayores logros alcanzados en materias económicas. La tercera, el progreso es en términos relativos, al país le ha ido mucho mejor que a naciones que hace pocas décadas nos superaban largamente, como Venezuela o México.
En consecuencia, podríamos afirmar con base que el modelo de desarrollo ha tenido logros muy importantes y el desempeño de nuestro país en el marco internacional también ha sido destacado.
Ciertamente, aún faltan áreas muy relevantes de la sociedad que requieren ser mejoradas, como educación o salud, que apuntan directamente a distribuir mejor los beneficios del progreso económico. Sin embargo, el desafío hoy en día no está restringido por la falta de recursos, como ocurrió en el pasado, sino más bien por la gestación de consensos que reflejen apropiadas soluciones de políticas públicas.
La situación económica de Chile es equivalente a la de Canadá el año 1990, país que hoy tiene un ingreso de US$ 41.507, y que es considerado como una de las naciones que más prosperidad entrega a su población.
Nuestro país está en condiciones que los próximos veinte años se consolide su desarrollo y, al igual que Canadá, sea considerado un ejemplo por el nivel bienestar al que acceden sus habitantes, sólo se requieren las políticas adecuadas.