Las declaraciones del ministro Pablo Longueira sobre el negocio del litio son increíbles.Públicamente hemos insistido en que el litio se está entregando en condiciones poco favorables para el país, y él , con sus palabras, refleja una miopía grave respecto de los desafíos para el desarrollo del mundo en materia de nuevas tecnologías, para reducir las emisiones contaminantes.
Sus declaraciones, refiriéndose a este proceso como un negocio, demuestran su ignorancia en el tema y apuntan a una concepción de que el buen negocio tiene que ser para los privados y no para todos los chilenos, como podría ser a través de una corporación estatal, especialmente creada para estos fines.
Longueira ha mostrado un desconocimiento profundo de la evolución de estos mercados, ya que las decisiones se deberían tomar con una mirada estratégica de futuro y parece que él, como político, tiene una mirada cortoplacista, y que casualmente coincide con el beneficio de una empresa.
Cabe mencionar que la participación chilena en el mercado del litio, en la década de los ’90, pasó de un 15% a un 51%, lo que expresa que su explotación es trascendental para el país.
De acuerdo a proyecciones, en 2020 el mercado será de 2 mil millones de dólares anuales, con base en baterías de autos e industriales. Las proyecciones a largo plazo, incluso, estipulan que la producción de litio al 2061 será 9.3 veces mayor. Al 2020, el precio por tonelada de litio, que hoy está a poco más de 5 mil dólares, podría llegar a 7 mil dólares, lo que habla de un crecimiento sustantivo de las ganancias que hoy Chile se perderá. Las cifras no mienten, por lo que la licitación que se hizo irá en directo beneficio de Soquimich y en perjuicio del país.
La discusión del litio debe entenderse dentro de un marco más amplio y pensando en el bien de Chile. Por ello, debe ser el catalizador de la discusión de las políticas públicas de explotación de nuestros recursos naturales.
Esta licitación a 20 años plazo, cuando sabemos que el mercado del litio va a ser muy positivo, es regalar el país y no hacer un buen negocio.
Estas decisiones de gobierno demuestran que tenemos un ministro conservador, tradicional en su mirada y que no vislumbra que el futuro desarrollo del mundo, donde Chile puede jugar un rol importante aportando el litio como un elemento para mejorar tecnologías que son contaminantes y deterioradoras del medio ambiente.
Lo he dicho en otras oportunidades: es el momento del litio.cl (para todos los chilenos) y no litio.com (para las empresas). El gobierno ratifica su sesgo ideológico de que el negocio siempre tiene que ser para los privados y no para el país.