Este Proyecto es esencialmente político, y su principal objetivo es eliminar los reclamos por el alza del pasaje. En el mundo no se conoce sociedad que sea indiferente al reajuste del pasaje del transporte público, a lo que habría que agregar en nuestro caso el descontento por un sistema que no alcanza aun los estándares de servicio ofrecidos.
El Transantiago presenta dos déficit; uno provocado por la inflación, en el que destaca el alza del petróleo y otro producido porque el sistema no cubre sus costos.
Cabe recordar que en el período del subsecretario Guillermo Díaz, se llegó a afirmar que el Transantiago produciría excedentes. En consecuencia esta iniciativa garantiza en buena medida la operatividad del sistema del punto de vista financiero, quedando pendiente las razones del porqué este no cubre sus costos: Mala gestión, despilfarro, no lo sabemos.
La Comisión de Transporte no es partidaria de subsidios a la Oferta, porque establece un subsidio plano, que beneficia a todos los usuarios, en otras palabras al que puede pagar la mayor tarifa y al que no.
Somos partidarios de subsidiar la Demanda, puesto que así se focaliza la ayuda a segmentos específicos de la población más vulnerable.
Hoy con el subsidio a la Oferta los indigentes, que no cuentan con dinero para pagar el pasaje, se ven en la necesidad de cometer un fraude para poder transportarse, porque la indigencia no anula la necesidad de transporte para esas personas; buscar trabajo, concurrir a un hospital entre otros.
Ahora bien, de aprobarse el Proyecto, el monto del subsidio involucrado es mayor porque no sólo se deberá cubrir el déficit provocado por los costos, sino también el de la inflación, al no alzar los pasajes, lo que a su vez producirá un beneficio para Regiones porque la compensación será mayor.