Actualmente las diversas organizaciones de la sociedad civil junto a diversos actores del mundo académico sienten que aún falta generar más dialogo social e inclusivo por parte de las autoridades gubernamentales, respecto a la problemática que vive nuestro país en relación al abastecimiento en el sector eléctrico.
Las decisiones deben ser tomadas por todos los entes de la sociedad civil, no sólo por la clase política, de tal modo que no sigan los descontentos, los llamados indignados que reclaman la nula participación ciudadana en las decisiones país como es el caso del mega proyecto HidroAysén, en donde más que una demanda ciudadana por temas ambientales se genera un cúmulo de factores que hacen y generan ingobernabilidad.
Es por ello que creo que es el momento de ofrecer al país información, escenarios y propuestas que puedan generar espacios de educación, discusión, debates y elaboración de proyectos que aporten elementos para un adecuado plan de desarrollo energético sustentable que se haga tangible a través de una política pública energética descentralizada a corto plazo.
Los principales factores que estas discusiones sociales debieran incluir son: la dependencia de impuesto de los combustibles importados, la vulnerabilidad eléctrica que sin duda trae consigo alzas que afectan al consumidor, la ineficiencia en el uso de la energía, las barreras de conocimiento y mercado para el uso de las fuentes energéticas nacionales y limpias, la inequidad territorial por el abastecimiento y pago por servicios energéticos y la ausencia del Estado en la conducción de la política energética para así lograr una sociedad más inclusiva en los temas que harán que nuestro país no solo sea una promesa de país desarrollado sino que sea una realidad.